No pude evitarlo. ¡No pude! Después de comer, pasé por una zapatería y de reojo alcancé a ver unos zapatitos que me hicieron ojitos. Me frené en seco y entré a la tienda, pensando que tal vez al verlos de cerca me desencantaría y me daría cuenta de que no eran lo que busco desde hace semanas...
Efectivamente, no eran lo que yo quería a final de cuentas, pero no me importó porque ya estando ahí dentro mis ojos se posaron en un par que sí era e-x-a-c-t-a-m-e-n-t-e lo que venía buscando... ¡se los juro! Bueno, el tono es ligeramente más oscuro, pero el modelo, el diseño, la combinación de colores... son exactamente lo que quería.
Así que, sin más, me los compré.
¡Por Dios! Espero no convertirme en una chica material, que se va de shopping a las tiendas glamorosas... ¡no es mi estilo!
Pero, ¿la verdad? Admito que se siente bien comprarse lo que a uno se le antoja en el momento en que lo ve... :P
2 comments:
Que no te de culpa consentirte, cruzar de vez en cuando tus propios límites, vamos, comprarte lo que se te de la gana. No es gran cosa y así es como uno aprende a vivir, a elegir, a convencerse y a arrepentirse. Una vez vi una chava por primera vez y me pregunté, ¿qué? ¿le hablo ahora o la próxima vez que me la encuentre? Me dije que mejor ahora, y la encaré a lo macho. No fuera a ser que no hubiera otro chance. Y ya ves. Llevo con Tere más de 30 años. Sí, creo que debí haberme esperado, jiji
D
¡Jajajaja! ¡No te pases Lizzetta! ¿No me digas que te precupa convertirte en una chica fresa y material? ¡Sí son lo máximo!
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