En realidad le iba a poner otro título al blog, pero cuando entré al sistema me percaté que ésta es la entrada número 100 que escribo. Sí, seguro que para algunos no es nada, pero para mí es poco más de un año de confesiones en este blog. Así que estamos de fiesta... ¡hurra!
Lo que en verdad quería contarles hoy es que ya que se acostumbra uno al teléfono celular las 24 horas del día los 365 días del año, ¡qué gacho se siente no tenerlo!
Mi papá me decía el otro día que estoy incomunicada. Inmediatamente le respondí que no porque tengo teléfono en casa y en mi oficina. Y hace unos años eso era más que suficiente para cualquiera, ¿no?
Sin embargo, la celulomanía ha provocado que hoy en día estemos acostumbrados a encontrar a la gente donde quiera que esté, y a que nos encuentren de la misma forma, sin importar si estamos en el cine o en el baño... digo, bañandonos... ¿qué pensaron? (bueeeeno... también :P)
Así, hoy estoy sufriendo por el proceso de "desintoxicación" del celular... y vaya que cuesta. Tan chido que es tener el teléfono a la mano y llamarle a quien quieras a la hora que se te dé la gana.
Ni hablar... ya me urge el mío...
2 comments:
El celular ya no es un lujo, es una necesidad. En una emergencia cuando se descompone el auto, para pedir que le apaguen la lumbre a los frijoles, etc. Ya hasta a los hijos controlamos con el cel cuando los llevamos a alguna fiesta o vamos a pasar más tarde a la escuela... para que recojan al hermano menor, etc. No queda más que hacer alcancía y escoger tal vez un modelito de $500-$600 pesos aunque no sea el gadget ideal. Un abrazo. GW
Hellou! Felicidadess! el número 100 es de los que mas me gustan, y eso del cel, si que tienes razon, q falta hace, ni modo a ahorrarle para estrenar.
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