Mi hermana me habló de un libro que leyó y estoy por empezar ahora, pues plantea un concepto interesante sobre la forma en que nos relacionamos con los demás, con base en lo que nosotros esperamos de una relación. Quiere decir que si nosotros vemos las cosas en azul, esperamos que nos den resultados en azul y entonces nos parece que si nos dan rosas o rojos, es porque no nos quieren.
¡Qué cosa más errada! Bien dicen los budistas que el inicio de las frustraciones y el dolor son las expectativas que nos hacemos de los demás. De pronto aprendemos a ser tolerantes con nuestros amigos, pero en lo que se refiere a nuestra pareja y familiares solemos elevar el estándar muchísimo, pues damos por sentado que deberían conocernos y saber lo que nos gusta. Pero ¿qué tal cuando lo que entregan es una demostración genuina de su afecto y nosotros no lo percibimos así? Ellos se sienten rechazados o menospreciados y ahí empiezan los malentendidos.
El libro que me recomendó mi hermana se llama "Los 5 lenguajes del amor", del autor Gary Chapman. En el libro se explica la necesidad de ser efectivos para poder satisfacer a los otros, de llenar sus necesidades y que nos llenen; de tal forma que muchos de los problemas en las relaciones es porque entre ambos no han descubierto su lenguaje del amor. Según el Dr. Chapman, existen cinco lenguajes básicos del amor que las personas hablan y entienden. Los lenguajes del amor pueden ser diferentes en cada uno de nosotros, por eso es muy importante conocer cuál es el suyo y el de su pareja -o de las personas con las que se relaciona- con el fin de llenar su necesidad. Todos tenemos dos lenguajes predominantes, y es necesario conocer cuáles son:
1.- Las Palabras de Afirmación. Al recibir palabras estimulantes nos sentimos motivados para dar amor. El dar palabras de ánimo es darle valor a la persona. Todas las personas necesitamos recibir ánimo, estas palabras dan aliento y seguridad. Para animar a nuestra pareja debemos saber que es lo más importante para ésta, ¿qué le gusta?, ¿qué necesita? Al comunicarnos debemos manifestar bondad, saber pedir pero no demandar. Es ponernos en el lugar del otro, es comunicarnos con amabilidad aunque me hablen de manera enojada, es reconocer mis errores y tratar de no volverlos a cometer.
2.- Tiempo de Calidad. Es mirarse uno al otro, es tener espacio con mi pareja para sentarnos a conversar, es darse ratos a solas en actividades en las que ambos tengan interés, es tener atención completa para el otro. Es escuchar los sentimientos del otro, sus necesidades, pensamientos experiencias.
3.- Recibir Regalos. ¿A quién no le gusta recibir regalos? Los regalos siempre los asociamos a cariño, a detalles. Si a su pareja le gusta recibir regalos, detalles, usted tiene que aprender a darlos. El más grande de los regalos que su pareja puede tener es su presencia, es dedicarle tiempo, es estar en los momentos más importantes y muchas veces difíciles. Los regalos que demos no tienen que ser costosos, el amor está en el detalle de darlos.
4.- Actos de Servicio. Hacer cosas que usted sabe a su cónyuge le gusta que usted haga. Por ejemplo el cocinar, lavar platos, servir la mesa, recoger a los niños, cambiar los bombillos, etc. Recuerde que el hacerlas es significativo para su pareja.
5.- Toque Físico. El contacto físico es sumamente importante, una caricia, un abrazo, un beso, compartir y tocarse. Para estas personas el contacto físico es su lenguaje principal con el cual se sienten amados.
Descubrir el lenguaje de las personas que nos rodean es de mucha importancia pero primero debemos conocer el nuestro. "Trate de encontrar cuál de los lenguajes es el suyo, qué le gustaría, cuáles son sus necesidades, escuche las necesidades de su pareja, sus quejas, qué es lo que le pide su cónyuge, ¿cómo le expresa su amor a su cónyuge? Recuerde que el satisfacer las necesidades de su cónyuge es algo que usted decide hacer, pues desea su bienestar y al vez desea se sienta seguro(a) de que realmente se le ama", dice Chapman.
Al final, las relaciones funcionan o no por el flujo de la comunicación... incluso la comunicación no verbal, ésa sensorial que implica los cinco lenguajes expresados anteriormente. ¿Cuántas relaciones hemos echado a perder por no hablar el mismo idioma, porque pensamos que si no nos da específicamente lo que queremos es porque no nos quieren? Yo sí puedo recordar algunas... pero el pasado queda atrás.
Espero que este aprendizaje me ayude a futuro; por lo pronto, lo estoy aplicando para relacionarme con mi hija pues mis lenguajes predominantes (1 y 2) no son los mismos que los de ella (3 y 5) y sí ha sido necesario tender un puente de entendimiento de las necesidades de ambas.
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