No tiene nada de romántico, aunque suene así, jejeje.
Es tan simple como que hace unos días tuve un sueño en el que estaba trotando en los Viveros, donde suelo ir a caminar/trotar, y en mi sueño rompí mis propios límites de resistencia, casi sin esfuerzo.
Pues bien, después de ausentarme de los Viveros por poco más de dos semanas, debido a la carga laboral por un par de eventos que tuvimos y una serie de cursos que se nos vinieron en conjunto, finalmente hoy pude volver... creí que me sería más difícil, pues uno pierde la condición aunque sean dos semanas, pero para mi sorpresa no fue así... :)
En realidad, rompí mis límites anteriores, ¡y casi sin esfuerzo! Ahorita me siento cansada, pero la verdad que correr se me ha hecho una necesidad... Cuando estoy ahí me concentro, me olvido de lo demás, desahogo energías negativas y el esfuerzo reditúa en logros positivos: me siento mejor, más tranquila, físicamente con más energías y al tiempo más ligera... y claro, con un poco más de esfuerzo, con unos kilos menos dentro de poco ;)
Tal vez no es la gran cosa, pero para mí es un logro personal que me puso contenta hoy :)
La revoltura de ideas, emociones y sentimientos de alguien que vive, eternamente, con los pies en la tierra pero la cabeza en las nubes...
Thursday, November 06, 2008
Sunday, November 02, 2008
Me enamora...
Pues, ¿qué creen? ¡Que me fui a ver a Juanes al Auditorio Nacional! No había tenido tiempo de contarlo porque gracias a Dios he tenido mucho trabajo, y entre eso y la mudanza, apenas si me hago un poco de espacio para escribir estas líneas.
La verdad que el espectáculo valió la pena, estuvo bien montado y cantó bastante... pero lo que más me dejó buen sabor de boca fue cumplirle a mi nena la promesa que le hice de que iríamos al concierto de Juanes juntas... aunque bueno... ella se quedó dormida a medio concierto, je... la pobre escuchó entre sueños dos de las canciones que más le gustan: Me enamora y La camisa negra.
Yo sabía que difícilmente aguantaría quedarse despierta, pero tenía que cumplirle la promesa que le hice, por un lado, y también estaba emocionada por la perspectiva de compartir esta experiencia con ella... creo que una de las cosas que nunca olvidaré es cuando empezaron a bajar las luces del auditorio para que iniciara el concierto, y obvio, empezaron los gritos del público femenino... y entonces la vocecita de mi hija preguntando: "mamá, ¿por qué gritan como locas?" Jajajajaja... neto que eso no tiene precio, je :D
El concierto empezó al filo de las 9, ya que había salido a cantar una bogotana llamada Jimena Ángel, de bonita voz... Al principio sí me estaba decepcionando porque Juanes se reventó como cinco canciones seguidas sin interactuar con el público ni nada, pero después empezó a interactuar y bien que sabe cómo ganarse al público, je, sobre todo al femenino :P
Las fotos que publico aquí las tomé con mi celular, porque no dejan meter cámaras al auditorio, pero además son fotos de las imágenes que pasaban en la pantalla... ojalá hubiera estado así de cerca de verlo, jeje...
Esta imagen de las banderas, es de una canción que me gusta mucho de su último disco: Bandera de manos. Es una forma de expresar una idea con la que coincido totalmente, desde hace tiempo: todos somos parte de este mundo y lo que les pase a unos nos afecta a todos. Esta canción habla de buscar la unidad, de apoyarnos, de dejar las guerras y perseguir la paz, sea cual sea nuestra nacionalidad...
La verdad que disfruté mucho el concierto porque Juanes es actualmente mi artista favorito, porque me gusta lo que hace con su música, las letras de sus canciones (salvo esa frase de "me enamora que me hables con tu boca"... ¿pués con qué otra parte de la anatomía se habla?), me gusta él físicamente, me gusta lo que hace con su carrera, lo que hace social y políticamente hablando... y porque fui a verlo con mi hija. Es una de las experiencias que compartimos ella y yo que nunca olvidaré :)
Tuesday, October 21, 2008
Algunos retornos son buenos
Y en este caso, ¡nada mejor que el regreso de mis queridísimos New Kids on the Block!
Tal vez no lo crean, pero yo no sabía lo que era ser una verdadera fan hasta que conocí a este grupo. Neto. Mi hermana y yo llenamos el cuarto de posters, de piso a techo, literal... lo llenamos.
No había pared, espejo o puerta que no tuviera un poster, foto o recuerdo de los NKOTB. Teníamos sábanas, toallas, videos, aretes, ¡hasta chicles! de ellos... toda su discografía, obviamente...
Nos sabíamos su historia, sus edades y fecha de cumpleaños de cada uno...
Después de un "amor" tan fuerte y apasionado... ¿cómo olvidarlos? No les cuento lo feliz que se puso mi hermana cuando se enteró que venían, al grado de jinetearse la lana que había juntado para comprarles colchones nuevos a sus hijos, para comprar su boleto en primera fila.
Y por supuesto que ahí estaré yo con ella... a como de lugar...
¿Mi favorito? Joe (Joseph), el más chiquillo de la banda... es el segundo de izquierda a derecha... güerillo, de ojos azules y con una sonrisa de encanto :D
Monday, October 20, 2008
Las 4 "I"s de la vida...
Hoy leí en un correo que me mandaron la siguiente frase: "En la vida, todos tenemos un secreto inconfesable, un arrepentimiento irreversible, un sueño inalcanzable y un amor inolvidable"... WOW, ¿no?
En mi caso, es cierto... las cuatro cosas son ya parte de mi vida. Como entes que me acompañan en cada paso. algunas veces la sombra de uno, o el recuerdo de otro, me llegan de repente. Así es esto, y hay que aprender a vivir con ello, y a soltar y dejar ir, como en las películas que tanto me gusta ver.
Apasionada como soy, suelo aferrarme a las cosas mucho más tiempo del que debiera, pero la vida no es así. ¿Cuántas películas he visto en que en medio de una guerra o una situación de peligro, el ser amado muere y la otra persona debe dejarlo ahí, en el camino, para seguir adelante? Así pasa con muchas cosas... pero para mí no era fácil entenderlo.
Sin embargo, estoy en una fase de desprendimiento, de dejar atrás las cosas físicas y emocionales que me detienen, debido a un proceso que obedece un objetivo final y por el cual debo hacer ahora algunos sacrificios. Si quiero saldar deudas y ahorrar para hacerme de mis propias cosas, debo recortar dramáticamente mis gastos, y ello me lleva a tomar la decisión de dejar mi departamento por un tiempo y volver a casa de mi mamá.
Después de 11 años de independencia no lo veo como un fracaso, y es momento de poner en orden mis finanzas, de manera radical y pronta. Hay muchas cosas que quiero hacer y no lo conseguiré si sigo gastando por aquí y por allá, pagando la renta de un departamento que casi no ocupo porque me queda lejos de donde trabajo y estoy saliendo tarde y de todos modos me quedo en casa de mi mamá...
Unas cosas por otras. Me siento bien con esta decisión aunque me desagrada la idea de perder mi privacidad y mi espacio... pero en aras de conseguirlo de manera definitiva para mi y mi hija, es momento de actuar.
Dejé de hacer muchas cosas durante varios años. No tuve el coraje de hacer lo que tenía que hacer en el momento oportuno y para algunas cosas ya es tarde... sin importar cuánto me esforzara hay cosas que ya no conseguiré. He ahí mi arrepentimiento irreversible y mi sueño inalcanzable.
Pero no puedo darme el lujo de perder mis otros sueños. Así que con pena en mi corazón, pero la mirada fija en mi objetivo, he decidido dejar atrás todo el lastre y lo que me ha detenido. Ahora es cuando...
En mi caso, es cierto... las cuatro cosas son ya parte de mi vida. Como entes que me acompañan en cada paso. algunas veces la sombra de uno, o el recuerdo de otro, me llegan de repente. Así es esto, y hay que aprender a vivir con ello, y a soltar y dejar ir, como en las películas que tanto me gusta ver.
Apasionada como soy, suelo aferrarme a las cosas mucho más tiempo del que debiera, pero la vida no es así. ¿Cuántas películas he visto en que en medio de una guerra o una situación de peligro, el ser amado muere y la otra persona debe dejarlo ahí, en el camino, para seguir adelante? Así pasa con muchas cosas... pero para mí no era fácil entenderlo.
Sin embargo, estoy en una fase de desprendimiento, de dejar atrás las cosas físicas y emocionales que me detienen, debido a un proceso que obedece un objetivo final y por el cual debo hacer ahora algunos sacrificios. Si quiero saldar deudas y ahorrar para hacerme de mis propias cosas, debo recortar dramáticamente mis gastos, y ello me lleva a tomar la decisión de dejar mi departamento por un tiempo y volver a casa de mi mamá.
Después de 11 años de independencia no lo veo como un fracaso, y es momento de poner en orden mis finanzas, de manera radical y pronta. Hay muchas cosas que quiero hacer y no lo conseguiré si sigo gastando por aquí y por allá, pagando la renta de un departamento que casi no ocupo porque me queda lejos de donde trabajo y estoy saliendo tarde y de todos modos me quedo en casa de mi mamá...
Unas cosas por otras. Me siento bien con esta decisión aunque me desagrada la idea de perder mi privacidad y mi espacio... pero en aras de conseguirlo de manera definitiva para mi y mi hija, es momento de actuar.
Dejé de hacer muchas cosas durante varios años. No tuve el coraje de hacer lo que tenía que hacer en el momento oportuno y para algunas cosas ya es tarde... sin importar cuánto me esforzara hay cosas que ya no conseguiré. He ahí mi arrepentimiento irreversible y mi sueño inalcanzable.
Pero no puedo darme el lujo de perder mis otros sueños. Así que con pena en mi corazón, pero la mirada fija en mi objetivo, he decidido dejar atrás todo el lastre y lo que me ha detenido. Ahora es cuando...
Sunday, October 12, 2008
Amagada
De pronto quiero escribir, soltar todo lo que tengo por dentro, gritarlo a los cuatro vientos, pero entonces me entra como un auto control, después de todo lo que me abrí en este foro, y me privo de escribir y de contar en qué ando ahora.
Pero es algo que he llevado a un extremo personal, pues ni siquiera he actualizado mi diario en semanas... casi que meses. Tengo tanto que expresar y no sé cómo hacerlo ahora...
Me guardé muchas cosas últimamente, porque me era necesario realizar ciertas actividades y llegar a ciertas decisiones sin influencia -ni positiva, ni negativa- de nadie.
Hoy, me siento frente a la compu deseosa de contarlo todo, de soltarlo todo... y no se por dónde empezar. Me siento como amagada, atada de manos y con una cinta en la boca que no me permite expresar lo que siento...
Y para colmo, justo estaba inspirándome cuando perdí el enlace y la mitad de este post, en el que había logrado abrir un poco de mi corazón para dejarles ver un poco de lo que siento, de lo que tengo que contar...
Pero bueno, ya será en otra ocasión... estoy decidida a escribir mucho, pues últimamente no lo he hecho ni en mi diario y debo hacerlo, por salud mental y emocional, je...
Pero es algo que he llevado a un extremo personal, pues ni siquiera he actualizado mi diario en semanas... casi que meses. Tengo tanto que expresar y no sé cómo hacerlo ahora...
Me guardé muchas cosas últimamente, porque me era necesario realizar ciertas actividades y llegar a ciertas decisiones sin influencia -ni positiva, ni negativa- de nadie.
Hoy, me siento frente a la compu deseosa de contarlo todo, de soltarlo todo... y no se por dónde empezar. Me siento como amagada, atada de manos y con una cinta en la boca que no me permite expresar lo que siento...
Y para colmo, justo estaba inspirándome cuando perdí el enlace y la mitad de este post, en el que había logrado abrir un poco de mi corazón para dejarles ver un poco de lo que siento, de lo que tengo que contar...
Pero bueno, ya será en otra ocasión... estoy decidida a escribir mucho, pues últimamente no lo he hecho ni en mi diario y debo hacerlo, por salud mental y emocional, je...
Tuesday, September 16, 2008
Simplemente, fluyendo
Alguna vez me pregunté cómo era posible que de pronto la vida se escape entre como agua entre los dedos y hoy creo saber la respuesta.
En alguna parte del camino dejamos de luchar con todo y simplemente nos dejamos llevar por la corriente. Y así, inmersos en el día a día se nos van los segundos, los minutos, las horas y los días, uno a uno, hasta que suman años.
Acá pasó solamente uno, pero creo que es más que suficiente. En varios momentos he querido escapar, tomar a mi hija y un par de maletas y huir a un pueblo perdido en la selva, lejos de todo lo que en algún momento nos es causa de estrés en esta vida. Pero esos momentos pasan y uno vuelve a la realidad y hay que apechugar y darle con todo.
Así que aquí estamos de vuelta... hace poco apenas desperté de mi letargo, de esa especie de "año sabático emocional" que me fue necesario para resurgir, porque de pronto ya no sabía cómo seguir, pues tampoco sabía qué quería hacer.
Finalmente dejé de luchar por un tiempo, dejé que las cosas fluyeran y así se presentaron las oportunidades para salir, sin que yo las buscara en realidad.
Claro que entonces se hace necesario tomar ciertas decisiones y darle con todo tras lo que uno quiere, y en esa fase estoy-
Aquí sigo... aquí estoy... con una cantidad de trabajo tal que me queda poco tiempo para los malos pensamientos, jejeje. Y en medio de un país donde la inseguridad y el desempleo crecen, me adhiero nuevamente a la frase que suelo decir cuando alguien se queja por exceso de trabajo: "mejor tener a no tener", ¿no?
Prometo darme tiempo más seguido para escribir y contarles en qué ando, pero tal vez no pueda publicar una secuela a los pecados capitales pronto, jejeje. Ya inventaré algo breve pero igual de atractivo ;)
En alguna parte del camino dejamos de luchar con todo y simplemente nos dejamos llevar por la corriente. Y así, inmersos en el día a día se nos van los segundos, los minutos, las horas y los días, uno a uno, hasta que suman años.
Acá pasó solamente uno, pero creo que es más que suficiente. En varios momentos he querido escapar, tomar a mi hija y un par de maletas y huir a un pueblo perdido en la selva, lejos de todo lo que en algún momento nos es causa de estrés en esta vida. Pero esos momentos pasan y uno vuelve a la realidad y hay que apechugar y darle con todo.
Así que aquí estamos de vuelta... hace poco apenas desperté de mi letargo, de esa especie de "año sabático emocional" que me fue necesario para resurgir, porque de pronto ya no sabía cómo seguir, pues tampoco sabía qué quería hacer.
Finalmente dejé de luchar por un tiempo, dejé que las cosas fluyeran y así se presentaron las oportunidades para salir, sin que yo las buscara en realidad.
Claro que entonces se hace necesario tomar ciertas decisiones y darle con todo tras lo que uno quiere, y en esa fase estoy-
Aquí sigo... aquí estoy... con una cantidad de trabajo tal que me queda poco tiempo para los malos pensamientos, jejeje. Y en medio de un país donde la inseguridad y el desempleo crecen, me adhiero nuevamente a la frase que suelo decir cuando alguien se queja por exceso de trabajo: "mejor tener a no tener", ¿no?
Prometo darme tiempo más seguido para escribir y contarles en qué ando, pero tal vez no pueda publicar una secuela a los pecados capitales pronto, jejeje. Ya inventaré algo breve pero igual de atractivo ;)
Wednesday, June 25, 2008
Todos los caminos llevan a... ¿Mérida?
¡Quién lo diría!
Yo no creo mucho en las casualidades, pero sí en las coincidencias, y más aún desde que finalmente vi completas y de corrido unas películas que un buen amigo me regaló hace tiempo: The Secret y What the bleep do we know? La verdad, ambas me gustaron. De entrada son lentas y no son para verse en la noche porque resultan un poco densas y se queda uno dormido (me pasó algunas veces, jeje). Pero en un rato de libertad (de mi hija, claro) las vi y fueron como un rayo de luz.
Tengo que confesar que aunque soy cristiana, no soy mujer de fe. Necesito, si no las evidencias físicas, tangibles o al menos visibles, sí la lógica del razonamiento y los argumentos. Y los planteamientos de ambos documentales, fundamentados con entrevistas a científicos y físicos, me dieron lo que necesitaba para, curiosamente, reforzar mi fe...
El hecho es que entre varias cosas, me comprometí con una amiga a apoyar a una asociación con la realización de un evento en Cancún. Tras mil y un circunstancias que se presentaron, y que si se hacía o no el evento, que se cancelaba, que siempre no... ahí nos tienen tres días antes planeándo todo y buscando sedes alternas a la que se había contratado. No quiero entrar en más detalles pues no me parece correcto y no quiero evidenciar a la asociación narrando todo lo que sucedió, pero un día antes del evento volvimos a cambiar de sede. Al final, fue para bien, pues el servicio del hotel fue de excelente calidad.
Total que el evento salió bien. Pero entre las cosas que mi socia y yo aceptamos en este primer evento y en pro de la asociación -a la que le tenemos mucho cariño- fue el irnos sin tener seguro el boleto de regreso. Así que el lunes por la mañana, ya habiendo regresado todos, estaban tratando de encontrarnos vuelo de regreso a México, pero no había ninguno disponible desde Cancún, así que bien lindos ¡nos mandaron a Mérida!
Ahí vamos, cargando todos nuestros tiliches y sin habernos metido al mar o a la alberca, siquiera, rumbo a la capital yucateca. No puedo negarlo, no podía dejar de pensar que iba al mismo lugar en el que hace tres años y medio lo conocí, gracias a la misma asociación, aunque fuera solo de paso, pues el avión salía esa misma noche...
O al menos eso pensábamos, pues llegando al aeropuerto de Mérida nos encontramos con que algo salió mal en la transacción y no teníamos boletos... y ya no había vuelos disponibles esa noche. Pasado el trago amargo, cargamos nuestras cosas y nos dirigimos a un hotel en el que nos esperaba el presidente del capítulo Mérida de la asociación, pero al llegar no había cuartos, así que nos llevó a otro... justo al lado del hotel en el que se realizó el evento en que lo conocí... ¿coincidencias o casualidades?
Ya nos dejó y salimos a caminar por el Paseo de Montejo y a cenar papatzules y panuchos en un lugarcito que nos recomendaron, la Terraza del Norte. Curiosamente y contrario a lo que hubiera pensado hace meses, no estuve triste. Si acaso, nostálgica, pero me sentí increíblemente bien en ese lugar.
Al día siguiente fuimos a recoger los boletos al aeropuerto para asegurarnos de que no hubiera mas broncas con el vuelo, je, y regresamos a desayunar al zócalo. Muy rico. De ahí nos sugirieron visitar un sitio de ruinas muy cerca de Mérida, camino a Progreso, llamado Dzibilxaltún (creo que así se escribe...) y como teníamos tiempo, pues que nos lanzamos. Es un lugar hermoso y el pequeño cenote fue verdaderamente refrescante bajo el sol que estaba quemando con todo. Sí, otra vez pensé el él, pero no solamente porque a mí me hubiera gustado compartir ese momento con él, sino porque sabía que a él le gustaría (y tanta razón tenía, que días después él mismo me dijo que visitó ese lugar cuando estuvo en Mérida y le gustó mucho. De hecho, la primera foto que me mandó cuando empezamos a escribirnos después de conocernos, fue de ahí... pero conste que yo no lo sabía).
Regresamos a Mérida y de ahí al aeropuerto solo para toparnos con que el avión tenía una falla mecánica y nos iban a transferir a otro vuelo. Mientras hacíamos fila para eso, empezó a llover con fuerza. Total... se hizo el cambio de vuelo, volvimos a documentar y listo. Cansada, le dije a mi amiga: "voy a salir a mojarme en la lluvia". Pero salgo... y nada. Ya había pasado el aguacero. Ni una gota, neto.
Comimos cualquier cosa y volvimos a la ciudad, solo por una nieve de las Tepoznieves y a pasear un poco por la plaza, en lo que daba la hora de regresar al aeropuerto. No se qué pasó ni por qué nos quedamos varadas ahí... cosas del destino. "Algo o alguien no quiere que se vayan", nos dijeron algunas personas. No lo se, pero algo regresó a mi en ese viaje y en ese lugar.
Al final, volvimos al aeropuerto esperando cualquier cosa, jejejeje, pero ya no hubo más inconveniente y logramos subir al avión y llegar ¡finalmente! a la Ciudad de México.
Dos semanas después tuve tiempo y voluntad para sentarme toda la tarde y ver las dos películas que tan amablemente me habían regalado... y entonces entendí cómo funciona la ley de la atracción. Y es que, de pronto pienso, ¿quién sabe si yo misma atraje tantas visicitudes a nuestro viaje con tal de estar nuevamente en esa ciudad?
Como dije antes... no creo en las casualidades, pero sí en las coincidencias... y éstas no pasan sólo porque sí... ¿O sí?
Yo no creo mucho en las casualidades, pero sí en las coincidencias, y más aún desde que finalmente vi completas y de corrido unas películas que un buen amigo me regaló hace tiempo: The Secret y What the bleep do we know? La verdad, ambas me gustaron. De entrada son lentas y no son para verse en la noche porque resultan un poco densas y se queda uno dormido (me pasó algunas veces, jeje). Pero en un rato de libertad (de mi hija, claro) las vi y fueron como un rayo de luz.
Tengo que confesar que aunque soy cristiana, no soy mujer de fe. Necesito, si no las evidencias físicas, tangibles o al menos visibles, sí la lógica del razonamiento y los argumentos. Y los planteamientos de ambos documentales, fundamentados con entrevistas a científicos y físicos, me dieron lo que necesitaba para, curiosamente, reforzar mi fe...
El hecho es que entre varias cosas, me comprometí con una amiga a apoyar a una asociación con la realización de un evento en Cancún. Tras mil y un circunstancias que se presentaron, y que si se hacía o no el evento, que se cancelaba, que siempre no... ahí nos tienen tres días antes planeándo todo y buscando sedes alternas a la que se había contratado. No quiero entrar en más detalles pues no me parece correcto y no quiero evidenciar a la asociación narrando todo lo que sucedió, pero un día antes del evento volvimos a cambiar de sede. Al final, fue para bien, pues el servicio del hotel fue de excelente calidad.
Total que el evento salió bien. Pero entre las cosas que mi socia y yo aceptamos en este primer evento y en pro de la asociación -a la que le tenemos mucho cariño- fue el irnos sin tener seguro el boleto de regreso. Así que el lunes por la mañana, ya habiendo regresado todos, estaban tratando de encontrarnos vuelo de regreso a México, pero no había ninguno disponible desde Cancún, así que bien lindos ¡nos mandaron a Mérida!
Ahí vamos, cargando todos nuestros tiliches y sin habernos metido al mar o a la alberca, siquiera, rumbo a la capital yucateca. No puedo negarlo, no podía dejar de pensar que iba al mismo lugar en el que hace tres años y medio lo conocí, gracias a la misma asociación, aunque fuera solo de paso, pues el avión salía esa misma noche...
O al menos eso pensábamos, pues llegando al aeropuerto de Mérida nos encontramos con que algo salió mal en la transacción y no teníamos boletos... y ya no había vuelos disponibles esa noche. Pasado el trago amargo, cargamos nuestras cosas y nos dirigimos a un hotel en el que nos esperaba el presidente del capítulo Mérida de la asociación, pero al llegar no había cuartos, así que nos llevó a otro... justo al lado del hotel en el que se realizó el evento en que lo conocí... ¿coincidencias o casualidades?
Ya nos dejó y salimos a caminar por el Paseo de Montejo y a cenar papatzules y panuchos en un lugarcito que nos recomendaron, la Terraza del Norte. Curiosamente y contrario a lo que hubiera pensado hace meses, no estuve triste. Si acaso, nostálgica, pero me sentí increíblemente bien en ese lugar.
Al día siguiente fuimos a recoger los boletos al aeropuerto para asegurarnos de que no hubiera mas broncas con el vuelo, je, y regresamos a desayunar al zócalo. Muy rico. De ahí nos sugirieron visitar un sitio de ruinas muy cerca de Mérida, camino a Progreso, llamado Dzibilxaltún (creo que así se escribe...) y como teníamos tiempo, pues que nos lanzamos. Es un lugar hermoso y el pequeño cenote fue verdaderamente refrescante bajo el sol que estaba quemando con todo. Sí, otra vez pensé el él, pero no solamente porque a mí me hubiera gustado compartir ese momento con él, sino porque sabía que a él le gustaría (y tanta razón tenía, que días después él mismo me dijo que visitó ese lugar cuando estuvo en Mérida y le gustó mucho. De hecho, la primera foto que me mandó cuando empezamos a escribirnos después de conocernos, fue de ahí... pero conste que yo no lo sabía).
Regresamos a Mérida y de ahí al aeropuerto solo para toparnos con que el avión tenía una falla mecánica y nos iban a transferir a otro vuelo. Mientras hacíamos fila para eso, empezó a llover con fuerza. Total... se hizo el cambio de vuelo, volvimos a documentar y listo. Cansada, le dije a mi amiga: "voy a salir a mojarme en la lluvia". Pero salgo... y nada. Ya había pasado el aguacero. Ni una gota, neto.
Comimos cualquier cosa y volvimos a la ciudad, solo por una nieve de las Tepoznieves y a pasear un poco por la plaza, en lo que daba la hora de regresar al aeropuerto. No se qué pasó ni por qué nos quedamos varadas ahí... cosas del destino. "Algo o alguien no quiere que se vayan", nos dijeron algunas personas. No lo se, pero algo regresó a mi en ese viaje y en ese lugar.
Al final, volvimos al aeropuerto esperando cualquier cosa, jejejeje, pero ya no hubo más inconveniente y logramos subir al avión y llegar ¡finalmente! a la Ciudad de México.
Dos semanas después tuve tiempo y voluntad para sentarme toda la tarde y ver las dos películas que tan amablemente me habían regalado... y entonces entendí cómo funciona la ley de la atracción. Y es que, de pronto pienso, ¿quién sabe si yo misma atraje tantas visicitudes a nuestro viaje con tal de estar nuevamente en esa ciudad?
Como dije antes... no creo en las casualidades, pero sí en las coincidencias... y éstas no pasan sólo porque sí... ¿O sí?
Wednesday, June 11, 2008
A ver, hombres
Tengo algunas dudas existenciales, jajaja... así que les lanzó aquí unas pregunticas a ver qué valiente se anima a responder. Pls, sé que me leen, pero anímense a dejar una respuesta a mis incógnitas aunque sea como anónimos, ¿si?
1. La pregunta del millón de dólares: ¿Por qué los hombres se asustan cuando una chava se clava rápido, aún cuando les guste?
Esta pregunta viene a raíz de un video que vi en Youtube (véanlo en esta liga:
http://www.youtube.com/watch?v=k9Xtvj_JVSM) y me identifiqué con la chavita. Me pareció encantadora la forma en que plasman en el video las emociones y el escenario de la chava con su corazón enorme, dispuesta a entregarlo, y cómo la gente se asusta por eso... Si quieren, véanlo y opinen luego, pero ¡opinen, pls!
2. ¿Por qué a los hombres les da por orinar con la puerta del baño abierta cuando ya tuvieron, o están por tener, sexo con una chava?
Neto, ésta sí me da mucha curiosidad. ¿Se sienten en confianza por la intimidad que supone el sexo o simplemente se les da naturalito hacerlo así?
3. ¿Por qué dicen que son simples y pretenden que las mujeres entendamos su lenguaje?
Si algo he entendido con el tiempo es que los hombres y las mujeres simplemente somos diferentes, hablamos diferentes idiomas. NO nos entendemos. Punto. Comprender sus señales "tan simples" nos resulta tan complejo a nosotras como a ustedes entendernos. Y ustedes NO son simples. Lanzan mensajes ambiguos, se contradicen, se desdicen... pero luego resulta que somos nosotras las que malinterpretamos las señales, ¿no?
4. ¿Por qué no dicen las cosas como son?
Adendum a la pregunta tres. De pronto me parece que para no herir susceptibilidades o evitarse confrontaciones, recurren al método de "te digo las cosas para que las entiendas" pero no son claros y, obvio, de ahí surgen mil y un broncas. No puedo hablar por todas las mujeres, pero habemos algunas que preferimos la franqueza, es más fácil lidiar con ella, por dura que sea, y en verdad agradecemos que se nos planteen los escenarios como son, pues nos dan la oportunidad de saber dónde estamos paradas en realidad y no hacernos chaquetas mentales.
5. ¿Cómo le hacen para dejar sus sentimientos de lado y concentrarse en otros asuntos?
Sí, no es secreto. Las chavas somos bien clavadas y de pronto estamos haciendo cosas y pensando en fulanito. Ustedes, al parecer, solo piensan en menganita en sus ratitos de ocio o cuando tienen un break mental. ¿Cómo le hacen?
Estas preguntas son resultado de charlas con amigas, pero seguro que hay más incógnitas en el aire, jeje. Chavas, si tienen más preguntas, escríbanme y las posteo.
Y chavos, a ver qué tan valientes....
1. La pregunta del millón de dólares: ¿Por qué los hombres se asustan cuando una chava se clava rápido, aún cuando les guste?
Esta pregunta viene a raíz de un video que vi en Youtube (véanlo en esta liga:
http://www.youtube.com/watch?v=k9Xtvj_JVSM) y me identifiqué con la chavita. Me pareció encantadora la forma en que plasman en el video las emociones y el escenario de la chava con su corazón enorme, dispuesta a entregarlo, y cómo la gente se asusta por eso... Si quieren, véanlo y opinen luego, pero ¡opinen, pls!
2. ¿Por qué a los hombres les da por orinar con la puerta del baño abierta cuando ya tuvieron, o están por tener, sexo con una chava?
Neto, ésta sí me da mucha curiosidad. ¿Se sienten en confianza por la intimidad que supone el sexo o simplemente se les da naturalito hacerlo así?
3. ¿Por qué dicen que son simples y pretenden que las mujeres entendamos su lenguaje?
Si algo he entendido con el tiempo es que los hombres y las mujeres simplemente somos diferentes, hablamos diferentes idiomas. NO nos entendemos. Punto. Comprender sus señales "tan simples" nos resulta tan complejo a nosotras como a ustedes entendernos. Y ustedes NO son simples. Lanzan mensajes ambiguos, se contradicen, se desdicen... pero luego resulta que somos nosotras las que malinterpretamos las señales, ¿no?
4. ¿Por qué no dicen las cosas como son?
Adendum a la pregunta tres. De pronto me parece que para no herir susceptibilidades o evitarse confrontaciones, recurren al método de "te digo las cosas para que las entiendas" pero no son claros y, obvio, de ahí surgen mil y un broncas. No puedo hablar por todas las mujeres, pero habemos algunas que preferimos la franqueza, es más fácil lidiar con ella, por dura que sea, y en verdad agradecemos que se nos planteen los escenarios como son, pues nos dan la oportunidad de saber dónde estamos paradas en realidad y no hacernos chaquetas mentales.
5. ¿Cómo le hacen para dejar sus sentimientos de lado y concentrarse en otros asuntos?
Sí, no es secreto. Las chavas somos bien clavadas y de pronto estamos haciendo cosas y pensando en fulanito. Ustedes, al parecer, solo piensan en menganita en sus ratitos de ocio o cuando tienen un break mental. ¿Cómo le hacen?
Estas preguntas son resultado de charlas con amigas, pero seguro que hay más incógnitas en el aire, jeje. Chavas, si tienen más preguntas, escríbanme y las posteo.
Y chavos, a ver qué tan valientes....
Thursday, June 05, 2008
Soy Leyenda
Nada que ver con la película que, por cierto, aún no he tenido oportunidad de ver, pero que me han dicho está del nabo...
Es sólo que después de tantos meses de ausencia creí que al regresar me toparía con un cementerio, lectores cansados de no leerme que ya no volverían a mi sitio; pero me ha sorprendido gratamente ver que no solamente se mantuvieron las visitas, sino que ¡aumentaron!
Así es, como las grandes leyendas, el lema es morir joven, jajajajaja...
La verdad no se a qué se deba ni quiénes sean mis fieles (y seguramente nuevos) lectores, pero ha sido una grata sorpresa. Gracias :)
No quiero adelantar noticias, pero lo que sí puedo asegurarles es que de a poco les iré contando los pasos que voy dando en firme en el terreno de los nuevos negocios, así como todo lo que he ido aprendiendo... por las buenas y por las malas, en este tiempo.
Y nomás porque tengo más que escribir en mis otros blogs, pero espero el fin de semana relatarles lo que fue una verdadera odisea de regreso de un viaje de Cancún que nos dejó varadas a mí y una amiga muy querida en Mérida, y que resultó ser una experiencia trascendental.
Un abrazo.
Es sólo que después de tantos meses de ausencia creí que al regresar me toparía con un cementerio, lectores cansados de no leerme que ya no volverían a mi sitio; pero me ha sorprendido gratamente ver que no solamente se mantuvieron las visitas, sino que ¡aumentaron!
Así es, como las grandes leyendas, el lema es morir joven, jajajajaja...
La verdad no se a qué se deba ni quiénes sean mis fieles (y seguramente nuevos) lectores, pero ha sido una grata sorpresa. Gracias :)
No quiero adelantar noticias, pero lo que sí puedo asegurarles es que de a poco les iré contando los pasos que voy dando en firme en el terreno de los nuevos negocios, así como todo lo que he ido aprendiendo... por las buenas y por las malas, en este tiempo.
Y nomás porque tengo más que escribir en mis otros blogs, pero espero el fin de semana relatarles lo que fue una verdadera odisea de regreso de un viaje de Cancún que nos dejó varadas a mí y una amiga muy querida en Mérida, y que resultó ser una experiencia trascendental.
Un abrazo.
Friday, May 30, 2008
Vértigo
Hace semanas que muero por volver a escribir... me ha pasado tanto en estos meses que me tomará varios posts comunicarles una reseña.
Ansiaba volver a este espacio, pero al abrir finalmente la ventana, sentí náuseas... el vértigo de volver a un escenario después de meses de auto-aislamiento.
He aprendido mucho, me he visto como soy, y tras serios intentos por levantar muchos proyectos diferentes, al final (y luego de quedar mal con algunos) me he enfocado en unos pocos.
Las lecciones han sido duras, y de algunas de ellas no se aún si quiero escribir. He perdido en el camino: tiempo, fe, amistades, relaciones laborales y hasta dinero.
Me quedan las ganancias de lo aprendido por las malas y un profundo reencuentro conmigo misma. Una vez leí que a veces es necesario perderse para volverse a encontrar. Y en mi caso, así fue.
Ha sido un viaje largo, lleno de detalles, muchos de los cuales no pretendo sacar a la luz.
Tan solo quería regresar a este espacio... mi espacio, mi lugar... aunque por el momento, y a pesar de las miles de ideas que me han cruzado la cabeza en todos estos días de ausencia, no tenga nada que decir, más que un simple "Hola, otra vez".
Ansiaba volver a este espacio, pero al abrir finalmente la ventana, sentí náuseas... el vértigo de volver a un escenario después de meses de auto-aislamiento.
He aprendido mucho, me he visto como soy, y tras serios intentos por levantar muchos proyectos diferentes, al final (y luego de quedar mal con algunos) me he enfocado en unos pocos.
Las lecciones han sido duras, y de algunas de ellas no se aún si quiero escribir. He perdido en el camino: tiempo, fe, amistades, relaciones laborales y hasta dinero.
Me quedan las ganancias de lo aprendido por las malas y un profundo reencuentro conmigo misma. Una vez leí que a veces es necesario perderse para volverse a encontrar. Y en mi caso, así fue.
Ha sido un viaje largo, lleno de detalles, muchos de los cuales no pretendo sacar a la luz.
Tan solo quería regresar a este espacio... mi espacio, mi lugar... aunque por el momento, y a pesar de las miles de ideas que me han cruzado la cabeza en todos estos días de ausencia, no tenga nada que decir, más que un simple "Hola, otra vez".
Sunday, January 13, 2008
Espejito, espejito...
¡Gracias por sus comentarios!
Siempre es agradable leer a los amigos, sobre todo cuando ha pasado una por un proceso de introspección como el que tuve yo a finales del año pasado. Créanme, me ví en un espejo y no me gustó lo que se reflejó.
Más allá del concepto que tengan ustedes de mí, resulta que me he convertido en una persona llena de defectos... no es que no se puedan corregir, pero por lo pronto me descubro siendo informal, impuntual, indisciplinada, desidiosa, incumplida, grosera, irresponsable, egoísta y un tanto orgullosa... ¿qué tal? Diría que también valemadrista de no ser porque sí me da cargo de conciencia :(
Nada grato empezar el año sabiéndose así... pero bueno, dicen que el primer paso es reconocer que uno está mal. Y para mostrar que lo reconozco, hasta público lo hago. Ahora, usaré cada mes del año para corregir estos defectos y convertirlos en su opuesto. En diciembre yo debo mirar atrás y ver que ya no soy la misma que escribe estas cosas hoy.
Y si de pronto ven que sigo en las andadas... denme mis zapes, se vale, please...
Mientras, los invito a visitar tres sitios, en los que estoy trabajando. Dos son a título personal y otro es un proyecto en colaboración con un amigo de Venezuela. Por fa, envíenme sus comentarios o sugerencias al respecto.
Ciberseguridad para mortales
Security for Business
Enfoque Seguro
Siempre es agradable leer a los amigos, sobre todo cuando ha pasado una por un proceso de introspección como el que tuve yo a finales del año pasado. Créanme, me ví en un espejo y no me gustó lo que se reflejó.
Más allá del concepto que tengan ustedes de mí, resulta que me he convertido en una persona llena de defectos... no es que no se puedan corregir, pero por lo pronto me descubro siendo informal, impuntual, indisciplinada, desidiosa, incumplida, grosera, irresponsable, egoísta y un tanto orgullosa... ¿qué tal? Diría que también valemadrista de no ser porque sí me da cargo de conciencia :(
Nada grato empezar el año sabiéndose así... pero bueno, dicen que el primer paso es reconocer que uno está mal. Y para mostrar que lo reconozco, hasta público lo hago. Ahora, usaré cada mes del año para corregir estos defectos y convertirlos en su opuesto. En diciembre yo debo mirar atrás y ver que ya no soy la misma que escribe estas cosas hoy.
Y si de pronto ven que sigo en las andadas... denme mis zapes, se vale, please...
Mientras, los invito a visitar tres sitios, en los que estoy trabajando. Dos son a título personal y otro es un proyecto en colaboración con un amigo de Venezuela. Por fa, envíenme sus comentarios o sugerencias al respecto.
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