Y es probable que, después de todo, finalmente esté llegando a esa etapa en la que la cabeza manda y decide cuál sea la mejor alternativa.
Yo, que he sido una romántica de hueso colorada... pero no de esas románticas-de-novela-rosa, que siguen a la espera de que el príncipe perfecto salga de su castillo y las rescate, no.
Yo me refiero al romanticismo del género literario de ese nombre, en el que la razón era completamente opacada por sentimientos brutales y apasionados, que llevaban a los protagonistas a grandes sufrimientos.
Sí, aunque me sigue apasionando ese tipo de lectura, en lo personal ya me cansé de vivirlo en carne propia. Y llega el momento en que la cabeza empieza a tomar el control y enviar alertas oportunas que me ayudan a descubrir la vida y las relaciones con otros matices, otros colores y otros significados.
Al final, con paciencia y raciocinio, este bravo corazón se ha sometido. Y aún cuando tiene mucho qué dar, ha aprendido a quedarse quieto hasta escuchar la señal adecuada. A ratos sale a jugar a la pradera, corre, brinca y retoza, para luego regresar sonriente a su establo.
Aún quedan rastros de ese garañón salvaje, de naturaleza indómita... claro que sí... pero está aprendiendo a convivir civilizadamente con las reglas de la sociedad.
Ahora entiendo a qué se refieren con eso de "sentar cabeza"... pero, en mi opinión, más bien el que se sienta es el corazón... ¿o será que la cabeza se sienta en el corazón y así lo somete? Jajajajajaja!!! Ya dije muchas burradas... es consecuencia de un jueves por la tarde-noche, después de varios días con mucho trabajo, bendito sea Dios :)
Pues bueno, sea que se siente el corazón o la cabeza, el asunto aquí es que personalmente he pasado del movimiento romántico a la edad de la razón. ¡Ay caray! Ya me sentí vieja! Jajajajaja!
1 comment:
Pues manda todo a la goma y ven el viernes, no seas gacha. Traes a tus cuates y nos conocemos, va?
QUE NO SABES DE QUÉ ESTOY HABLANDO?? Qué pasó? Ya ves? Checa mi blog!!
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