Cada vez que lo veo entrar al elevador se me corta la respiración. Es tan parecido a Jorge que por segundos me parece verlo aquí, en cada ocasión que me cruzo con él. Se parece tanto físicamente... bueno, le faltan como 20 centímetros de estatura para llegarle, pero por lo demás es casi como ver su holograma... con excepción, claro, de que éste tipo es un mamón y Jorge no lo era.
En verdad, es el fulano que se cruza contigo 20 veces en el elevador y no es capaz de responder un "buenos días" ni por la más remota cortesía. Y no lo digo sólo porque sí. Ha habido ocasiones en las que habemos como 3 o 4 personas en el elevador y él entra con otros dos compañeros y entre todos se cruza el "buenas tardes" o el "compermiso - propio" y éste fulano no abre la boca.
Me acuerdo que en mi último viaje a Bogotá le decía a Jorge que me gustaría que tuviera un clon para traérmelo al DF... pues bien, cada que veo a este tipo por milésimas de segundo me parece que aquí está... hasta que, claro, su actitud casi grosera me hace ver que no es él.
Lo que sí es cierto es que invariablemente después de toparme con este vecino, mi mente y mi corazón vuelan a Bogotá y le envían mis mejores deseos a ese colombiano que aún guarda parte de mi corazón.
No comments:
Post a Comment