Este mes fue positivo y productivo en muchos sentidos, con muchos alcances en temas que tenía detenidos, que había dejado de lado y que se estaban convirtiendo en asuntos urgentes, al menos algunos.
1. Fui al Congreso de Mujeres con mi hermana y di mi diezmo. Una de las cosas que me hacen mucha falta en mi actual casa es encontrar dónde congregarme. Pero este mes se realizó el congreso anual de mujeres de Amistad Cristiana y fui con mi hermana, lo que me permitió no solamente recibir bendición y tener un tiempo de adoración, sino también entregar mi diezmo de febrero (cosa que ya me generaba ansiedad, el no tener dónde aportar el diezmo). Y, además, tuve la oportunidad de tomar un café con mi hermana y platicar de varias cosas que teníamos sin charlar. Decidí que mientras no encuentre iglesia aquí, haré el esfuerzo de ir por lo menos una vez al mes a Amistad Cristiana y entregar mi diezmo allá.
2. Terminé de coser todo lo que tenía pendiente en la caja de costura, incluyendo lo que traje de mi mamá. Ya solo es cosa de ir cosiendo lo que se vaya necesitando, sobre la marcha. Y quedan un par de pedazos de tela lo suficientemente grandes como para coser una falda, un vestido o a ver qué se me ocurre...
3. Fui al dentista. No pude posponerlo más debido a un absceso que me obligó a buscar un dentista de urgencia, pero resultó que César conocía a un buen dentista y cuando fui a verlo me dio mucha confianza, así que ya estoy atendiendo el tema dental que tenía tan atrasado y que tanto temor me daba.
4. Fui dos veces al cine. Tal vez no sea la gran cosa, pero para alguien que gusta mucho del cine ya tenía tiempo que no iba con frecuencia. De hecho, me he perdido de ver películas en pantalla grande y he terminado viéndolas en la tv, ya sea por Netflix o Totalplay. Y ha sido más por un tema de tiempo porque el dinero ya no es problema.
Este mes fui con César a ver The professor and the madman (en México la titularon "Entre la razón y la locura"), y la verdad me encantó. Muy buena trama, buenas actuaciones de Sean Penn y Mel Gibson, buena temática y, sobre todo, arroja mucha luz sobre el proceso de creación de los diccionarios y enciclopedias. Nunca en mi vida hubiera imaginado todo el trabajo que implicaba hacer un solo tomo, es una tarea digna de locos.
Y con Vale fui a ver Capitana Marvel, la más reciente en la saga de los Vengadores de Marvel. ¿Qué puedo decir? Me gustó mucho. No vale la pena entrar en detalles de la trama, porque la verdad es que sigo la saga porque soy fan. Nada más :P
5. Fui a un concierto y una convención de cómics. Finalmente, después de dos años de promesas, llevé a César al concierto de Emmanuel y Mijares; lamentablemente no lo disfrutamos tanto porque él estaba molesto porque este año tendré que viajar al menos tres veces...
Con Vale y mi sobrina Anapao fui a La Mole, y ahí conseguí tres tomos de recopilación de cómics relacionados con Infinity War que me hacían falta. Ya terminé de leer los tomos de Infinity Gauntlet, ahora voy a empezar el origen de Thanos y luego seguiré con los dos tomos de Infinity War.
6. Volví a pintarme las uñas. Tan simple como suena, últimamente me hacía falta tiempo para cuidarme las uñas y tenerlas arregladas. Este mes me las pinté un par de veces y creo que tendré cada vez más oportunidad de hacerlo.
7. Continúo con las caminatas y ejercicios. Si bien no lo hago diario, al menos de tres a cuatro veces por semana estoy caminando entre 45 y 60 minutos, y realizo ejercicios de flexibilidad en casa.
8. Charlé con la psicóloga de la escuela de Vale. Es una plática que teníamos pendiente y, además de darme luz sobre la situación de mi hija, me proporcionó los contactos de dos psicoanalistas de diván, una técnica que creo que le ayudará más a Vale. Y, después de algunos descubrimientos que mi hija ha hecho en los últimos días, está más abierta a platicar con un psicólogo otra vez. Espero que esta vez no abandone la terapia a medio camino...
9. Hice un viaje de trabajo a San Francisco. Oracle me invitó a cubrir un evento de clientes latinoamericanos en sus oficinas centrales. Además de conocer una nueva ciudad (aunque no conocí la zona tradicional de San Francisco), tuve la oportunidad de practicar mi portugués pues la mayoría de los asistentes, así como un periodista y la gente de marketing que atendía a la prensa, eran brasileños. Me fue bastante bien, me di a entender muy bien y pude entender casi todo lo que escuché sin problema. Me quedé contenta.
10. Continuamos con la dieta... Aunque este punto no ha generado muchos resultados en las últimas semanas. El logro es, precisamente, que a pesar de la frustración de no ver resultados seguimos procurando comer conforme a la dieta que nos indica la nutrióloga.
Tengo que reconocer que, más allá de bajar de peso, la dieta nos ha ayudado en otros aspectos. Mi hija no ha tenido sus crisis depresivas hace más de tres semanas, y estoy segura que mucho se debe al cambio de alimentación. Así que independientemente de que busquemos cita con un endocrinólogo, seguramente continuaremos con la dieta por el puro hecho de sentirnos mejor anímicamente. Sin embargo, resulta frustrante ir cada semana y no ver cambios después de pasar ya cinco semanas de privaciones. Tal vez sea hora de pedir otro tipo de dieta o de plano decirle que nos veamos cada 15 días...