¿Qué demonios estaba pensando? Me metí en una calle cerrada. Todas las señales son tan obvias: el sentimiento va de aquí para allá, pero no de vuelta. Sin embargo, ya la suerte está echada y el camino andado. Llegaré al final de la calle, daré vuelta en U, volveré sobre mis pasos, cerraré la calle y seguiré adelante...
1 comment:
La vida nos presenta siempre opciones por dónde pasar.
A veces llegamos a cruces donde alguna de las calles pueden ser cerradas. Aunque veamos las señales inmensas de que son cerradas, tomamos la decisión de entrar. Inconcientemente sabemos que no hay salida, pero buscamos una por todas partes.
La verdad es que poco sabemos leer esas señales en la vida. Pero no todo está perdido, sólo hay que ver por dónde llegamos y volver al punto de éxito anterior para seguir adelante tomando otra calle.
Si encontramos una avenida, ésta nos llevará más rápido a nuestro destino, pero recuerda que la velocidad mata.
Post a Comment