Pues bien, finalmente estoy gozando de unas merecidas vacaciones que hace tiempo no me tomaba. Nunca antes había necesitado tanto unas vacaciones como ahora, a pesar de lo mucho que disfruto mi trabajo. Es una bendición, pero también es bastante estresante. Sin embargo, ya era hora de un descanso.
Lo curioso es que en mis periodos vacacionales anteriores siempre he trabajado, de alguna forma. ya sea medio día, o un día sí y otro no, por lo que realmente no había tomado unas buenas vacaciones, así que esta mañana después de revisar rápidamente mis mails y comprobar que no había nada urgente, cerré la tableta y de pronto me invadió una extraña sensación de inquietud... ¿qué iba a hacer si no tenía que trabajar?
Por unos minutos me sentí como desorientada, como si no tuviera la más mínima idea de qué hacer con todas las horas vacías en mi agenda, sin la necesidad de sentarme a responder correos, hacer traducciones, revisar reportes, atender llamadas, escribir notas o cubrir eventos. Momentáneamente, en realidad no sabía qué iba a hacer con mi tiempo...
Pero después pensé en todo lo que puedo hacer estos días -además de levantarme tarde- y entonces me relajé y empecé verdaderamente a disfrutar mis vacaciones como Dios manda :)
Técnicamente, las vacaciones empezaron desde el jueves 24, cuando ya no tuve llamadas ni correos y pude prepararme para salir de viaje para pasar la Nochebuena con mi papá en Tequisquiapan. Al día siguiente seguimos hacia San Miguel de Allende -que estaba atestado de gente-, donde visitamos el Museo del juguete y la antigua casa de Ignacio Allende, ahora también museo.
Fue un viaje corto, algo cansado por la salud de mi suegra. Regresamos el sábado 26 por la tarde y el domingo tuve visitas en casa. Así que realmente no tuve oportunidad de descansar y disfrutar esa sensación de vacaciones hasta que ayer en la noche me acordé que hoy no tenía que trabajar.
Volviendo al día de hoy, después de levantarme tarde y permanecer en pijama hasta pasadas las 12 del día, me arreglé con calma y salí con mi hija rumbo al centro de la ciudad.
Ella quería comprar un comic, que no conseguimos. Yo quería un cargador nuevo para mi laptop, pues el anterior se echó a perder gracias a mis gatas y a mi nueva perrita :S
Después de un angustiante viaje en metro (para mi hija) y de la decepción por no encontrar su comic, comimos en el Café de Tacuba mientras yo le contaba a mi hija cuánto hablaba mi abuelita de ese lugar. Luego caminamos hacia Eje Central y de ahí a la Plaza de la tecnología, donde conseguí el cargador para mi laptop y compramos un antivirus para la compu de Vale. De camino a la Plaza, le hice de guía de turista mientras le señalaba Bellas Artes, la Alameda, el edificio de Correos, el Sanborn's de los azulejos, el Banco de México, el edificio de Sears y otras curiosidades locales.
Finalmente, volvimos a casa. En el trayecto de vuelta ella me preguntó varias cosas de tecnología sobre diversas plataformas, y me sentí orgullosa de tener una hija tan inteligente y tan entendida para estos temas :)
Resultó ser un muy buen primer día de vacaciones... y ya siento que los próximos se me pasarán como agua. Ahora me parece que tengo varios planes y que los días por delante no me serán suficientes. Ya les contaré cómo me va ;)
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