Finalmente llegó el día de la verdad, el día V, o, en inglés, the Truth Day (T Day). Es más de la una de la mañana y ando dando vueltas en la cama, sin poder dormir, sin sueño, a pesar de que llevo más de una semana sin dormir bien y de que es la tercera noche seguida que me desvelo.
Estoy en Bogotá, Colombia, con mil cosas en la cabeza pero solo un pensamiento fijo, que no me deja dormir: Jorge. El día de hoy tengo ya más recuerdos en mi cabecita que los pocos que tuve durante dos años.
Confieso que el inicio fue abrupto. No llegó a tiempo al aeropuerto y me sentí bastante incómoda, hasta enojada. Pero, una vez que estuve en casa de Marisela y escuché sonar el timbre anunciando su llegada, todo mi malestar desapareció mágicamente. Me transformé...
La mujer encantadora y coqueta que puedo llegar a ser se convirtió en una tímida jovencita, mansa gatita, incapaz de mirarlo a los ojos por más de cinco segundos sin ruborizarme.
Fue bueno verlo, en persona es mejor de como lo recordaba, y las fotos no lo ayudan mucho. Su mamá es un encanto y me trató muy bien. Preparó una cena especial que a duras penas pude probar, con el estómago tan contraído por los nervios.
En este momento, entre las cuatro paredes de una habitación, me queda la satisfacción de haber ejercido dominio propio... osea, señores, no pasó nada. Algunos abrazos y un tímido beso de buenas noches que rozó, apenas, la comisura de los labios.
Pero... ¿qué más necesito? Si sólo su mirada y su sonrisa me mantuvieron en esta espiral de amor y desencanto constante durante dos años, un par de horas a su lado son ya más que suficiente para no conciliar el sueño...
Y me digo a mí misma: "no te vendas tan fácilmente", y le pido a Dios sabiduría y fortaleza para mantenerme ecuánime, pero, lo cierto, es que me siento muy feliz y aún no puedo creer que finalmente, después de dos años, lo vuelvo a ver.
A pesar de todo, no empieza mal. Veamos cómo sigue...
1 comment:
Nuestra bella corresponsal de guerra hace su primer reporte desde el campo de batalla. Espero que no todos los días tengas esa angustia e insomnio, de otra forma no vas a poder mantenerte en pie. Ojalá el "susodicho" de señales de "avance" o "retirada" para que también tú puedas saber el rumbo de la batalla. Que todo sea como mejor te convenga y como tú lo mereces, pero recuerda siempre "you're one of a kind" y no es él "la última Coca del desierto". Un abrazo. JB
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