Hay quien dice que en este mundo hay seis personas idénticas a uno. Será que, a veces, cuando Dios decide dar vida a un nuevo ser, el chorro de agua de vida se dispersa y cae en siete almas distintas, que, desde entonces, quedan unidas en su esencia, por toda su existencia.
El problema es que cada uno de estos siete bebés absorbe ciertas cualidades que definen su carácter, por lo que los siete andan por la vida incompletos, faltos de uno o varios rasgos que los definan como personas completas, sintiéndose eternamente fuera de lugar.
Alguno tal vez absorbió mas fuerza de espíritu, pero le falta ternura. El tierno es más blando de corazón, pero también es desidioso. Aquél que tiene la voluntad férrea por salir adelante y tener éxito, carece de carisma, y el carismático, por su parte, tiene la mente dispersa: no sabe qué hacer con su existencia.
Así, los siete buscan en otras personas lo que alguno de sus seis hermanos espirituales tiene, y no es hasta que se encuentran que finalmente hallan el complemento que requieren. De ahí viene la leyenda de las almas gemelas.
Pero no todos tendrán suerte de encontrarse, pues estas almas han sido destinadas en el cielo para morar en los cuerpos de siete bebés ubicados en puntos geográficos totalmente distanciados... Incluso, los tiempos de nacimiento pueden variar por días, semanas o hasta años. Ni el glorioso fenómeno de la globalización podría hallar y unir a estas siete almas dispersas.
Pero queda la esperanza: cuando uno de estos siete muere, su esencia, incompleta aún para subir al cielo, busca a los otros seis, depositando en uno o varios de ellos los rasgos que definían la personalidad del fallecido.
Así, alguien que toda su vida ha sido un perfecto cobarde de pronto cobra valor; quien ha sido indeciso en un momento se torna decidido y aquél que no ha conocido el romanticismo se convierte en poeta de corazón.
Aquél de los siete que tenga la suerte de vivir más que los otros seis, podrá también gozar de una vida plena y culminar su existencia con el alma llena, misma que, una vez reunidas todas sus partes, podrá regresar al cielo de las ánimas a rendir cuentas y redimirse, para unirse nuevamente al flujo de la vida y tener la oportunidad de volver a la Tierra, pero esta vez, claro, lo hará en una sola pieza. Ya no jugará entre los dedos de Dios ni se divertirá dividiéndose en tantas partes como los colores del arcoiris...
Dicho lo anterior, imagino que así es como se han creado mitos y leyendas. Así es como los religiosos de todas las culturas han diseñado las imágenes e historias de sus santos y dioses. En realidad, mi fantasía vuela alto, pero mi fé se apega a las enseñanzas bíblicas.
Además, si algo hubiera de cierto en mi relato, seguro que habría muchas personas buscando a sus hermanos espirituales para eliminarlos y fortalecerse, al típico estilo de Highlander o, más recientemente, de Jet Li en El único.
Lo cierto es que seguramente a más de uno nos gustaría saber que hay una esperanza de adquirir aquéllos rasgos que nos han definido porque carecemos de ellos, como voluntad, disciplina, fé, disposición, valor, integridad, ética, honestidad, amor, paz, coraje, decisión, carisma, ternura, sabiduría, visión, tenacidad e inteligencia, entre otros.
En un momento de transiciones importantes en una etapa que bien puede definir mi vida, quisiera hallar la respuesta a la pregunta del título de mi comentario de hoy...
"Now look at me, instead of moving on I refuse to see that I keep coming back. Yeah, I'm stuck in a moment that wasn't meant to last. I try to fight it, can't deny it, you don't even know..." (Backstreet Boys)
"Frases de algún diccionario que robo y regalo, y luego es difícil echar hacia atrás. Frases que vuelvo promesas y luego me pesan porque las promesas empiezan a atar. (...) Luz y sombra es mi camino, porque no se a dónde voy; porque amo y luego olvido, porque hoy sí, mañana no. Yo no se qué buscarás en mi combinación entre amarillo y gris. ¿Cómo te explico, cómo te explico que no? (...) Luz y sombra es mi camino, porque no se a dónde voy; porque amo y luego olvido, porque hoy sí, mañana... Porque no se lo que quiero, y me vuelvo a equivocar, y te busco si me muero y te vuelvo a lastimar." (Flans)
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