Vale y yo ansiábamos que llegara el lunes para poder comer pastel. Yo misma se lo preparé porque lo quería de una figura especial (Bill Cypher, de la serie Gravity Falls), y no es por nada, pero me quedó muy bien.
Sin embargo, desde lo que estaba preparando, al momento de untar el betún y probar lo poco que se me embarró en los dedos, sentí como un shot de azúcar directo a la sangre... y no me gustó :S
Después de 19 días mi cuerpo finalmente se está acostumbrando a no requerir tanta azúcar ni tantos carbohidratos; los que vienen de manera natural en frutas y vegetales, así como algunas pastas integrales, son más que suficientes. Sí, tengo antojo de espagueti boloñesa o de una hamburguesa, o una buena torta, pero el azúcar ya no se me antoja tanto. (Al menos, así parece estos días.)
De hecho, para mañana que es mi cumpleaños lo que quiero es un pastel de mocha o de chocolate amargo, nada muy dulce.
Con todo el antojo que traía ayer, a la hora de partir el pastel no me comí mas que una rebanada. Y eso que todos dijeron que estaba muy rico y le entraron con gusto y singular alegría, je. Pero a mí me pareció demasiado dulce y ya no lo disfruté.
A final de cuentas, es una buena señal. Tal vez de aquí en adelante pueda consumir pasteles sin caer en la tentación del dulce, y sin la necesidad de comer mucho. Eso es bueno :)
Hoy me entró la culpa y me fui a quemar carbohidratos a los viveros, jejejeje. Definitivamente creo que ya no los disfruto igual...
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