Muy movido. Desde temprano. Que me lanzo a las oficinas del gas para ver por qué me lo cortaron y que me dicen que no fueron ellos, que revise mi calentador o mi llave de paso. Y sí, sí tengo gas en la estufa, pero el boiler nomás no prende. No prendió en todo el día. Tocó baño a jicarazos y no me hizo muy feliz el asunto :(
De la oficina del gas pasé al supermercado a comprar unas cosas para la cena de mañana (haré una ensalada y una carlota de moka, receta de mi mamá). Ya en casa, tuve que limpiar arena de los gatos, cambiarle el agua al pez y limpiar desorden de la perrita; todo eso mientras mi hija seguía dormida hasta pasadas las 2 pm porque anoche se desveló escribiendo sus historias hasta quién sabe qué hora.
Tres días ya, y aunque finalmente logré quitarme de la cabeza la ansiedad de revisar mi correo del trabajo a cada rato, empiezo a sentir que una semana siempre no será suficiente. Tres días que se me fueron como agua. Mañana de viaje para pasar el año nuevo con la familia de mi novio; el sábado hay compromiso con unos amigos, y de pronto me parece que el domingo está ya a la vuelta de la esquina...
Quise aprovechar la tarde viendo una peli de Netflix con mi hija, esperaba que fuera cómica, pero la verdad no me gustó. Es la de Ridiculous 6 de Adam Sandler. Dejó mucho qué desear, a mi gusto.
El guión no es sólido, los chistes son sosos, las actuaciones, acartonadas. Un desperdicio de presupuesto, aunque se juntaron a actores reconocidos: Nick Nolte, Rob Schneider (el eterno compañero de Sandler), Luke Wilson y el galancete Taylor Lautner, quien hace un papel de retrasado que no le crees de lo soso que resulta.
La última media hora de la película, mi hija y yo esperábamos ansiosamente que acabara, ya nomás por el hecho de saber en qué paraba todo. Tal vez por el simple hecho de no dejar cosas a medias. Y seguramente más por mí que por mi hija; a ella no le molesta tanto dejar cosas a medias, a mí sí: difícilmente dejo un libro o una película sin terminar, aunque no me guste.
Otra cosa que no me gusta, ya que estamos en estas confesiones, es dormir lejos de mi cama. Simplemente no descanso igual. No sé si sea la iluminación, los ruidos, el que ya me acostumbré a mi colchón o la inquietud de pensar en mis gatitos -y ahora, en la perrita-, pero no logro dormir bien en otro lado. Cuando salgo de viaje de trabajo siempre regreso bien cansada porque no logro descansar realmente, por muy lujoso que sea el hotel. Así que entre más días dure mi viaje, menos duermo yo...
Esto viene a colación solamente porque dado que el viernes regresaremos del viaje y el sábado hay compromiso con mis amigos, mi novio me propuso que nos quedemos a dormir en su casa, que queda relativamente más cerca de Tlanepantla. Pero no quiero, la idea de pasar noches innecesarias lejos de mi casa y de mi cama no me gusta... Y él se da cuenta, aunque no se si entienda mis motivos. Supongo que tengo que hablar de esto con él, así de: "no es tu casa, soy yo", jejeje.
En fin. Mañana será la celebración de año nuevo, y no escribiré nada sino hasta el viernes, ya empezando el 2016. Si me leen, les deseo de todo corazón que el año que viene sea mucho mejor, en todos los sentidos, y les mando un abrazo virtual.
PD: Escribo estas líneas al son de la lista de reproducción de los New Kids on the Block en Spotify, gracias a mi hija :)
La revoltura de ideas, emociones y sentimientos de alguien que vive, eternamente, con los pies en la tierra pero la cabeza en las nubes...
Wednesday, December 30, 2015
Tuesday, December 29, 2015
Bitácora de mis vacaciones.Día 2.
Siempre he sido de la idea de que uno no debe ir por ahí divulgando lo que hace, y que a la gente normalmente no le interesa todo lo que hacemos, así que debo aclarar que el motivo para documentar -brevemente- lo que hago estas vacaciones es una imperiosa necesidad de escribir algo, de no apartarme del todo de la escritura ni la computadora... y escribir una reflexión al final de cada día de descanso me parece un buen pretexto para retomar mi blog.
Este día fue mucho más relajado, en realidad, con los elementos básicos que deben impregnar las vacaciones: me levanté tarde, almorcé tarde y en pijama, y pasé la tarde fuera con mi novio.
Sin embargo, una anécdota que vale la pena destacar es que, al mediodía, mi hija y yo salimos a pasear con la perrita, con toda la intención de cansarla para que al regresar a casa dejara en paz a mis pobres gatas.
Pues bien, al llegar al puente peatonal, la perrita sufrió tal ataque de ansiedad que tuve que cargarla para poder subir las escaleras. Creo que la idea de ver tantos huecos entre los escalones le causó inseguridad... y es que ¿quién no sintió miedo nunca de que se le vaya el pie por entre los escalones de los puentes? Yo sí lo he sentido, al menos cuando era niña.
Y tal cual, como si fuera una niña pequeña, para poder subir y bajar, tuve que cargar a la perrita, y se me abrazó como un bebé :P
Sí, sí, sí... ya sé. La estoy consintiendo mucho, y ella tiene que acostumbrarse a subir y bajar las escaleras, así que en el trayecto de regreso la hice bajar tras de mí. Pero de ida tenía que ayudarla a tomar confianza, era su primera vez subiendo un puente peatonal y, repito, a veces pueden ser bastante atemorizantes, ¿o no?
PD: Mi novio me dijo hoy que sí le gustaría tener un hijo conmigo. Y no, no es el día de los inocentes. Me ha dejado pensando muchas cosas que aún no estoy lista para escribir, así que eso será motivo de otro post... más adelante.
Este día fue mucho más relajado, en realidad, con los elementos básicos que deben impregnar las vacaciones: me levanté tarde, almorcé tarde y en pijama, y pasé la tarde fuera con mi novio.
Sin embargo, una anécdota que vale la pena destacar es que, al mediodía, mi hija y yo salimos a pasear con la perrita, con toda la intención de cansarla para que al regresar a casa dejara en paz a mis pobres gatas.
Pues bien, al llegar al puente peatonal, la perrita sufrió tal ataque de ansiedad que tuve que cargarla para poder subir las escaleras. Creo que la idea de ver tantos huecos entre los escalones le causó inseguridad... y es que ¿quién no sintió miedo nunca de que se le vaya el pie por entre los escalones de los puentes? Yo sí lo he sentido, al menos cuando era niña.
Y tal cual, como si fuera una niña pequeña, para poder subir y bajar, tuve que cargar a la perrita, y se me abrazó como un bebé :P
Sí, sí, sí... ya sé. La estoy consintiendo mucho, y ella tiene que acostumbrarse a subir y bajar las escaleras, así que en el trayecto de regreso la hice bajar tras de mí. Pero de ida tenía que ayudarla a tomar confianza, era su primera vez subiendo un puente peatonal y, repito, a veces pueden ser bastante atemorizantes, ¿o no?
PD: Mi novio me dijo hoy que sí le gustaría tener un hijo conmigo. Y no, no es el día de los inocentes. Me ha dejado pensando muchas cosas que aún no estoy lista para escribir, así que eso será motivo de otro post... más adelante.
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Monday, December 28, 2015
Bitácora de mis vacaciones. Día 1.
Pues bien, finalmente estoy gozando de unas merecidas vacaciones que hace tiempo no me tomaba. Nunca antes había necesitado tanto unas vacaciones como ahora, a pesar de lo mucho que disfruto mi trabajo. Es una bendición, pero también es bastante estresante. Sin embargo, ya era hora de un descanso.
Lo curioso es que en mis periodos vacacionales anteriores siempre he trabajado, de alguna forma. ya sea medio día, o un día sí y otro no, por lo que realmente no había tomado unas buenas vacaciones, así que esta mañana después de revisar rápidamente mis mails y comprobar que no había nada urgente, cerré la tableta y de pronto me invadió una extraña sensación de inquietud... ¿qué iba a hacer si no tenía que trabajar?
Por unos minutos me sentí como desorientada, como si no tuviera la más mínima idea de qué hacer con todas las horas vacías en mi agenda, sin la necesidad de sentarme a responder correos, hacer traducciones, revisar reportes, atender llamadas, escribir notas o cubrir eventos. Momentáneamente, en realidad no sabía qué iba a hacer con mi tiempo...
Pero después pensé en todo lo que puedo hacer estos días -además de levantarme tarde- y entonces me relajé y empecé verdaderamente a disfrutar mis vacaciones como Dios manda :)
Técnicamente, las vacaciones empezaron desde el jueves 24, cuando ya no tuve llamadas ni correos y pude prepararme para salir de viaje para pasar la Nochebuena con mi papá en Tequisquiapan. Al día siguiente seguimos hacia San Miguel de Allende -que estaba atestado de gente-, donde visitamos el Museo del juguete y la antigua casa de Ignacio Allende, ahora también museo.
Fue un viaje corto, algo cansado por la salud de mi suegra. Regresamos el sábado 26 por la tarde y el domingo tuve visitas en casa. Así que realmente no tuve oportunidad de descansar y disfrutar esa sensación de vacaciones hasta que ayer en la noche me acordé que hoy no tenía que trabajar.
Volviendo al día de hoy, después de levantarme tarde y permanecer en pijama hasta pasadas las 12 del día, me arreglé con calma y salí con mi hija rumbo al centro de la ciudad.
Ella quería comprar un comic, que no conseguimos. Yo quería un cargador nuevo para mi laptop, pues el anterior se echó a perder gracias a mis gatas y a mi nueva perrita :S
Después de un angustiante viaje en metro (para mi hija) y de la decepción por no encontrar su comic, comimos en el Café de Tacuba mientras yo le contaba a mi hija cuánto hablaba mi abuelita de ese lugar. Luego caminamos hacia Eje Central y de ahí a la Plaza de la tecnología, donde conseguí el cargador para mi laptop y compramos un antivirus para la compu de Vale. De camino a la Plaza, le hice de guía de turista mientras le señalaba Bellas Artes, la Alameda, el edificio de Correos, el Sanborn's de los azulejos, el Banco de México, el edificio de Sears y otras curiosidades locales.
Finalmente, volvimos a casa. En el trayecto de vuelta ella me preguntó varias cosas de tecnología sobre diversas plataformas, y me sentí orgullosa de tener una hija tan inteligente y tan entendida para estos temas :)
Resultó ser un muy buen primer día de vacaciones... y ya siento que los próximos se me pasarán como agua. Ahora me parece que tengo varios planes y que los días por delante no me serán suficientes. Ya les contaré cómo me va ;)
Lo curioso es que en mis periodos vacacionales anteriores siempre he trabajado, de alguna forma. ya sea medio día, o un día sí y otro no, por lo que realmente no había tomado unas buenas vacaciones, así que esta mañana después de revisar rápidamente mis mails y comprobar que no había nada urgente, cerré la tableta y de pronto me invadió una extraña sensación de inquietud... ¿qué iba a hacer si no tenía que trabajar?
Por unos minutos me sentí como desorientada, como si no tuviera la más mínima idea de qué hacer con todas las horas vacías en mi agenda, sin la necesidad de sentarme a responder correos, hacer traducciones, revisar reportes, atender llamadas, escribir notas o cubrir eventos. Momentáneamente, en realidad no sabía qué iba a hacer con mi tiempo...
Pero después pensé en todo lo que puedo hacer estos días -además de levantarme tarde- y entonces me relajé y empecé verdaderamente a disfrutar mis vacaciones como Dios manda :)
Técnicamente, las vacaciones empezaron desde el jueves 24, cuando ya no tuve llamadas ni correos y pude prepararme para salir de viaje para pasar la Nochebuena con mi papá en Tequisquiapan. Al día siguiente seguimos hacia San Miguel de Allende -que estaba atestado de gente-, donde visitamos el Museo del juguete y la antigua casa de Ignacio Allende, ahora también museo.
Fue un viaje corto, algo cansado por la salud de mi suegra. Regresamos el sábado 26 por la tarde y el domingo tuve visitas en casa. Así que realmente no tuve oportunidad de descansar y disfrutar esa sensación de vacaciones hasta que ayer en la noche me acordé que hoy no tenía que trabajar.
Volviendo al día de hoy, después de levantarme tarde y permanecer en pijama hasta pasadas las 12 del día, me arreglé con calma y salí con mi hija rumbo al centro de la ciudad.
Ella quería comprar un comic, que no conseguimos. Yo quería un cargador nuevo para mi laptop, pues el anterior se echó a perder gracias a mis gatas y a mi nueva perrita :S
Después de un angustiante viaje en metro (para mi hija) y de la decepción por no encontrar su comic, comimos en el Café de Tacuba mientras yo le contaba a mi hija cuánto hablaba mi abuelita de ese lugar. Luego caminamos hacia Eje Central y de ahí a la Plaza de la tecnología, donde conseguí el cargador para mi laptop y compramos un antivirus para la compu de Vale. De camino a la Plaza, le hice de guía de turista mientras le señalaba Bellas Artes, la Alameda, el edificio de Correos, el Sanborn's de los azulejos, el Banco de México, el edificio de Sears y otras curiosidades locales.
Finalmente, volvimos a casa. En el trayecto de vuelta ella me preguntó varias cosas de tecnología sobre diversas plataformas, y me sentí orgullosa de tener una hija tan inteligente y tan entendida para estos temas :)
Resultó ser un muy buen primer día de vacaciones... y ya siento que los próximos se me pasarán como agua. Ahora me parece que tengo varios planes y que los días por delante no me serán suficientes. Ya les contaré cómo me va ;)
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Saturday, October 24, 2015
Internet de las cosas... o la antesala para Terminator Génesis
Acabo de ver "Terminator Genisys", la quinta entrega de la saga Terminator. Muy buena. Definitivamente hecha para los seguidores de la saga pues está plagada de referencias a las primeras tres películas; si no las han visto, probablemente no entiendan a detalle todo lo que sucede en este filme.
Tengo que decir algunas cosas que me vienen a la cabeza, pero seguramente haré varios spoilers de la película, así que si no la han visto y piensan hacerlo, tal vez les conviene no leer lo que escribiré... o léanlo, bajo su propio riesgo ;)
Para empezar, la trama obliga a estar atento a lo que sucede, porque además de que va hilando lo que pasa con la historia de la primera película y con el robot de mercurio de la segunda, hay que poner atención a los personajes que resurgen, a los brincos y las nuevas líneas de tiempo, y a cómo estas tangentes generan historias alternas.
Es interesante el planteamiento de que todos los cambios en la historia original van motivando a las máquinas a viajar cada vez más temprano en la historia, al punto de querer matar a Sarah Connor cuando era sólo una niña. A partir de ese momento, la historia que vemos ya no es la misma del primer filme; todo lo que vemos es una línea alterna: la misión de Kyle Reese ha cambiado, Sarah no es una mujer indefensa a la que hay que rescatar... y no está dispuesta a dejarse embarazar para convertirse en una madre-soltera-guerrera.
Nuevos sucesos inesperados introducen otros giros en el tiempo, modificando aún más la historia original, en donde la única constante es Arnold Schwarzenegger como el guardián de Sarah, con la programación intacta para protegerla a toda costa.
En un momento dado, regresan al punto decisivo de la tercera película, en donde deben detener a Skynet antes de que detone el Día del Juicio y elimine a la mitad de la población del mundo. Es aquí cuando se dan cuenta de que la creciente conectividad ha permeado el ambiente propicio para Skynet: Todo está conectado. Dispositivos electrónicos como celulares, tabletas, módems, ruteadores, electrodomésticos, anuncios espectaculares... todo se comunica por medio de lo que hoy conocemos como el Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT) en una red cada vez más grande, más compleja, donde las fronteras se diluyen y donde todo lo que hacemos puede ser monitoreado y utilizado.
Yo escribo de esto. De eso se trata mi trabajo: dar a entender cómo es que todo lo que hacemos en línea, con cada uno de los dispositivos que se pueden conectar a internet, genera datos; y cómo estos datos que generamos pueden transmitirse -aún sin nuestro consentimiento- de un lugar a otro, cómo los anunciantes utilizan esta información para perfilarnos y ofrecernos publicidad que nos interese, pero también, cómo están expuestos nuestros datos personales a cualquiera que pueda hilar líneas de código adecuadas para obtener estos datos y usarlos para su beneficio.
Siempre que asisto a una conferencia sobre los avances en el internet de las cosas, la misma inquietud me asalta: ¿y dónde queda la privacidad en un mundo interconectado?
Se que la conectividad tiene sus beneficios. Los hogares inteligentes son una muestra de ello (y de pereza extrema, en mi opinión...). Como se aprecia en la imagen de abajo, un hogar conectado permite controlar la iluminación de las habitaciones, el sistema de alarmas, el acceso a internet desde la televisión, las persianas, el aire acondicionado, y yendo un poco más lejos, la cafetera y el inventario del refrigerador.
Yo considero que, a menos que padezcas alguna discapacidad, tener toda tu casa conectada es demasiado. Sin embargo, los ejecutivos de alto nivel pueden requerir no solamente estas ventajas de conectividad en su casa, sino también en su empresa. Y pueden necesitar acceso a los datos conectados entre su casa y su empresa... y su coche, y el avión, y el barco. Y de ahí pasamos a otro concepto, más amplio aún: el Internet de Todo (Internet of Everything, IoE).
¿Se imaginan la cantidad millonaria de datos que se generan cada segundo? ¿Y de qué forma se relacionan estos datos con miles de dispositivos? Yo he visto gráficos. Es impresionante. No hay forma de manejar tantos números en nuestra cabeza. Por eso las máquinas se vuelven cada vez más importantes. No es sólo un tema de precisión, como en las líneas de ensamble de las armadoras, es un tema de manejo de datos... de miles de millones de datos que deben ser procesados instantáneamente, y de decisiones que se deben tomar en el momento.
Ahí es donde la Inteligencia Artificial ocupa cada vez más un espacio importante en el desarrollo de sistemas de cómputo: se les programa para procesar información y tomar decisiones con base en políticas establecidas... en pocas palabras, se les da libertad de acción a las máquinas.
Y definimos nuestras actividades con base en la información que compartimos con los dispositivos, y confiamos nuestra seguridad a los niveles de privacidad que establecemos en las aplicaciones que usamos. Pero, a final de cuentas, nuestros dispositivos siguen conectados a internet, susceptibles de que alguien más tome control de ellos y haga con nosotros conforme le parezca.
Porque yo no creo en el futuro donde los robots se rebelen, como en Terminator o Yo Robot, o incluso en Los Avengers, era de Ultrón. Yo estoy convencida de que las máquinas son, a final de cuentas, máquinas, y reaccionan conforme a la programación que han recibido, y sus decisiones se relacionan con los datos de los que se han alimentado. El núcleo informático de Resident Evil elimina a la población humana del laboratorio ante la dispersión del virus, como parte de un protocolo que ya tenía en su programación.
No, yo no creo en una rebelión de las máquinas. Pero estoy segura de que siempre habrá grupos de seres humanos dispuestos a utilizar los sistemas a su favor. Yo más bien temo un futuro como el que se plantea en Minority Report: un mundo en donde las grandes ciudades estén completamente interconectadas, donde los Gobiernos y agencias policiales tengan acceso a toda nuestra actividad en y fuera de línea, donde no haya secretos, donde con sólo pisar un centro comercial un escáner nos reconozca y nos envíe información de ofertas, donde existan bases de datos con nuestras huellas dactilares, nuestra información bancaria y de salud... Ese mundo sí me atemoriza, porque es un mundo en el que estamos completamente expuestos.
Y la verdad es que ya no estamos lejos de ese futuro. Nada lejos...
Como bien dice Colin Farrel en Minority Report, cuando intenta encontrar a Tom Cruise: las máquinas no se equivocan, los humanos sí. Aunque a veces no es un error de programación, sino una programación maliciosa con toda la intención.
Por lo que a mí respecta, la saga de Terminator es muy buena -con excepción de la actuación del tipo que hizo de John Connor en la tercera película... patético. Y aunque no me creo que las computadoras adquirirán conciencia de sí mismas y se levantarán en armas para eliminar al ser humano, la verdad me entretienen bastante sus premisas y la historia.
Volviendo a Terminator Genisys, es interesante el planteamiento que hacen al convertir al mismísimo John Connor en una especie de cyborg (lo siento, advertí sobre los spoilers); un sistema cibernético completamente alojado en un organismo humano. Es algo parecido a la premisa que en las series de Transformers se usó para justificar cómo dejaron de utilizar objetos inanimados y empezaron a habitar en seres vivos, creando una nueva generación de Transformers como organismos cibernéticos.
Al pasar por tantos cambios en la historia, las máquinas finalmente deciden terminar el problema desde la fuente. Tratar de matar a Sarah no ha funcionado; cada vez que lo intentan, Kyle la protege, se enamoran, ella queda embarazada y nace John. Y encima ahora está el robot guardián. No. Para acabar con el conflicto, tal vez sea necesario llegar a la misma fuente del problema y cambiarlo a tu favor. Así, John Connor se convierte en el ultimate terminator, la más avanzada generación de cyborgs, encargado de preservar él mismo la supervivencia de Skynet.
El final queda abierto a una nueva entrega de la saga. Aunque, si bien Kyle y Sarah se quedan juntos, no necesariamente implica que procrearán a un John Connor. "El futuro no está escrito, lo haces tú." Sí, así como el doctor Emmet Brown le dijo a Marty McFly al final de Volver al Futuro.
Será interesante ver qué sigue, qué giro tomará esta historia alterna que han creado al detener a Skynet antes del Día del Juicio y cómo eso afectará al futuro de una Sarah y de un Kyle que se están forjando un nuevo destino, uno donde él no muere y donde tal vez, sólo tal vez, no haya un John Connor...
Tengo que decir algunas cosas que me vienen a la cabeza, pero seguramente haré varios spoilers de la película, así que si no la han visto y piensan hacerlo, tal vez les conviene no leer lo que escribiré... o léanlo, bajo su propio riesgo ;)
Para empezar, la trama obliga a estar atento a lo que sucede, porque además de que va hilando lo que pasa con la historia de la primera película y con el robot de mercurio de la segunda, hay que poner atención a los personajes que resurgen, a los brincos y las nuevas líneas de tiempo, y a cómo estas tangentes generan historias alternas.
Es interesante el planteamiento de que todos los cambios en la historia original van motivando a las máquinas a viajar cada vez más temprano en la historia, al punto de querer matar a Sarah Connor cuando era sólo una niña. A partir de ese momento, la historia que vemos ya no es la misma del primer filme; todo lo que vemos es una línea alterna: la misión de Kyle Reese ha cambiado, Sarah no es una mujer indefensa a la que hay que rescatar... y no está dispuesta a dejarse embarazar para convertirse en una madre-soltera-guerrera.
Nuevos sucesos inesperados introducen otros giros en el tiempo, modificando aún más la historia original, en donde la única constante es Arnold Schwarzenegger como el guardián de Sarah, con la programación intacta para protegerla a toda costa.
En un momento dado, regresan al punto decisivo de la tercera película, en donde deben detener a Skynet antes de que detone el Día del Juicio y elimine a la mitad de la población del mundo. Es aquí cuando se dan cuenta de que la creciente conectividad ha permeado el ambiente propicio para Skynet: Todo está conectado. Dispositivos electrónicos como celulares, tabletas, módems, ruteadores, electrodomésticos, anuncios espectaculares... todo se comunica por medio de lo que hoy conocemos como el Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT) en una red cada vez más grande, más compleja, donde las fronteras se diluyen y donde todo lo que hacemos puede ser monitoreado y utilizado.
Yo escribo de esto. De eso se trata mi trabajo: dar a entender cómo es que todo lo que hacemos en línea, con cada uno de los dispositivos que se pueden conectar a internet, genera datos; y cómo estos datos que generamos pueden transmitirse -aún sin nuestro consentimiento- de un lugar a otro, cómo los anunciantes utilizan esta información para perfilarnos y ofrecernos publicidad que nos interese, pero también, cómo están expuestos nuestros datos personales a cualquiera que pueda hilar líneas de código adecuadas para obtener estos datos y usarlos para su beneficio.
Siempre que asisto a una conferencia sobre los avances en el internet de las cosas, la misma inquietud me asalta: ¿y dónde queda la privacidad en un mundo interconectado?
Se que la conectividad tiene sus beneficios. Los hogares inteligentes son una muestra de ello (y de pereza extrema, en mi opinión...). Como se aprecia en la imagen de abajo, un hogar conectado permite controlar la iluminación de las habitaciones, el sistema de alarmas, el acceso a internet desde la televisión, las persianas, el aire acondicionado, y yendo un poco más lejos, la cafetera y el inventario del refrigerador.
Yo considero que, a menos que padezcas alguna discapacidad, tener toda tu casa conectada es demasiado. Sin embargo, los ejecutivos de alto nivel pueden requerir no solamente estas ventajas de conectividad en su casa, sino también en su empresa. Y pueden necesitar acceso a los datos conectados entre su casa y su empresa... y su coche, y el avión, y el barco. Y de ahí pasamos a otro concepto, más amplio aún: el Internet de Todo (Internet of Everything, IoE).
¿Se imaginan la cantidad millonaria de datos que se generan cada segundo? ¿Y de qué forma se relacionan estos datos con miles de dispositivos? Yo he visto gráficos. Es impresionante. No hay forma de manejar tantos números en nuestra cabeza. Por eso las máquinas se vuelven cada vez más importantes. No es sólo un tema de precisión, como en las líneas de ensamble de las armadoras, es un tema de manejo de datos... de miles de millones de datos que deben ser procesados instantáneamente, y de decisiones que se deben tomar en el momento.
Ahí es donde la Inteligencia Artificial ocupa cada vez más un espacio importante en el desarrollo de sistemas de cómputo: se les programa para procesar información y tomar decisiones con base en políticas establecidas... en pocas palabras, se les da libertad de acción a las máquinas.
Y definimos nuestras actividades con base en la información que compartimos con los dispositivos, y confiamos nuestra seguridad a los niveles de privacidad que establecemos en las aplicaciones que usamos. Pero, a final de cuentas, nuestros dispositivos siguen conectados a internet, susceptibles de que alguien más tome control de ellos y haga con nosotros conforme le parezca.
Porque yo no creo en el futuro donde los robots se rebelen, como en Terminator o Yo Robot, o incluso en Los Avengers, era de Ultrón. Yo estoy convencida de que las máquinas son, a final de cuentas, máquinas, y reaccionan conforme a la programación que han recibido, y sus decisiones se relacionan con los datos de los que se han alimentado. El núcleo informático de Resident Evil elimina a la población humana del laboratorio ante la dispersión del virus, como parte de un protocolo que ya tenía en su programación.
No, yo no creo en una rebelión de las máquinas. Pero estoy segura de que siempre habrá grupos de seres humanos dispuestos a utilizar los sistemas a su favor. Yo más bien temo un futuro como el que se plantea en Minority Report: un mundo en donde las grandes ciudades estén completamente interconectadas, donde los Gobiernos y agencias policiales tengan acceso a toda nuestra actividad en y fuera de línea, donde no haya secretos, donde con sólo pisar un centro comercial un escáner nos reconozca y nos envíe información de ofertas, donde existan bases de datos con nuestras huellas dactilares, nuestra información bancaria y de salud... Ese mundo sí me atemoriza, porque es un mundo en el que estamos completamente expuestos.
Y la verdad es que ya no estamos lejos de ese futuro. Nada lejos...
Como bien dice Colin Farrel en Minority Report, cuando intenta encontrar a Tom Cruise: las máquinas no se equivocan, los humanos sí. Aunque a veces no es un error de programación, sino una programación maliciosa con toda la intención.
Por lo que a mí respecta, la saga de Terminator es muy buena -con excepción de la actuación del tipo que hizo de John Connor en la tercera película... patético. Y aunque no me creo que las computadoras adquirirán conciencia de sí mismas y se levantarán en armas para eliminar al ser humano, la verdad me entretienen bastante sus premisas y la historia.
Volviendo a Terminator Genisys, es interesante el planteamiento que hacen al convertir al mismísimo John Connor en una especie de cyborg (lo siento, advertí sobre los spoilers); un sistema cibernético completamente alojado en un organismo humano. Es algo parecido a la premisa que en las series de Transformers se usó para justificar cómo dejaron de utilizar objetos inanimados y empezaron a habitar en seres vivos, creando una nueva generación de Transformers como organismos cibernéticos.
Al pasar por tantos cambios en la historia, las máquinas finalmente deciden terminar el problema desde la fuente. Tratar de matar a Sarah no ha funcionado; cada vez que lo intentan, Kyle la protege, se enamoran, ella queda embarazada y nace John. Y encima ahora está el robot guardián. No. Para acabar con el conflicto, tal vez sea necesario llegar a la misma fuente del problema y cambiarlo a tu favor. Así, John Connor se convierte en el ultimate terminator, la más avanzada generación de cyborgs, encargado de preservar él mismo la supervivencia de Skynet.
El final queda abierto a una nueva entrega de la saga. Aunque, si bien Kyle y Sarah se quedan juntos, no necesariamente implica que procrearán a un John Connor. "El futuro no está escrito, lo haces tú." Sí, así como el doctor Emmet Brown le dijo a Marty McFly al final de Volver al Futuro.
Será interesante ver qué sigue, qué giro tomará esta historia alterna que han creado al detener a Skynet antes del Día del Juicio y cómo eso afectará al futuro de una Sarah y de un Kyle que se están forjando un nuevo destino, uno donde él no muere y donde tal vez, sólo tal vez, no haya un John Connor...
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¿Huracán mediático?
Es una verdadera pena leer tantos comentarios, y ver notas de periódicos dizque serios (como Proceso), argumentando que todas las medidas preventivas de seguridad, y todas las comunicaciones oficiales y mediáticas, fueron solo una campaña de Enrique Peña Nieto...
No entiendo. Que alguien me explique cómo es que pedirle a la gente que se proteja y mantenerla informada podría ayudar a mejorar su imagen. ¿Lo dicen por todos los spots que tuvo al aire? El señor sólo hizo su trabajo, aunque haya gente sin criterio que opine que el Presidente debió viajar a Jalisco y estar en el ojo del huracán. Insisto, ¿cómo para qué? ¿En verdad creen que puede ayudar más paleando agua que tomando decisiones, lo que es su chamba? Reconozcamos algo, el Presidente salió varias veces al aire el día de ayer porque -como dice mi hermano Paco- México es un "país de tlatoanis", donde necesitamos ver a la máxima autoridad emitiendo un mensaje para tomarlo en serio. Digamos que Peña Nieto no hiciera avisos públicos, que delegara esa tarea a los secretarios de Protección Civil y de la SCT, así como a los funcionarios de las dependencias meteorológicas... yo me pregunto cuánta gente le daría la misma relevancia a la información. Pero si viene de el Presidente, entonces tiene que ser importante y entonces sí hacemos caso, ¿no?
Sin embargo, como resulta que el fenómeno bajó su categoría, ahora argumentan que el huracán no era grande, que los medios aquí lo subieron de categoría, como si aterrar a la población fuese una buena estrategia política.
¡Qué comentarios tan estúpidos! Y claro, eso quiere decir que los servicios meteorológicos y noticieros de otros países también coadyuvaron a difundir información "inflada" sobre el huracán Patricia. Qué pena, qué pena leer esos comentarios, incapaces de separar la disensión política de un desastre natural que impacta a todos los afectados por igual, sin importar su afiliación política...
¡Qué falta de memoria colectiva también! Pareciera que ya todos olvidaron los daños que apenas hace un par de años provocaron los huracanes Ingrid y Manuel en Guerrero, Oaxaca, Jalisco, Puebla, Hidalgo y Veracruz, y no habían sido clasificados con la intensidad que Patricia había adquirido. O el año pasado, cuando Odile recorrió a lo largo Baja California Sur, causando estragos en cientos de poblaciones. ¿Eso esperaban leer hoy, como resultado del paso de Patricia? Yo creo que fue una bendición que el huracán perdiera fuerza y minimizara los daños.
Si Patricia era de categoría 5 y milagrosamente -o casualmente, como quieran- bajó de categoría, sin causar todos los daños esperados, deberíamos dar gracias a Dios -o a lo que quieran- de que no fue tan peligroso. Había vidas humanas -y de animalitos- en riesgo, pero como ya no recibimos comunicados con montones de muertos, entonces ¿desacreditamos el esfuerzo del Gobierno para proteger a los ciudadanos?
Creo que ellos hicieron lo mejor que pudieron con la información que tenían sobre el fenómeno; si hubieran tenido una bolita de cristal que les indicara el futuro tal vez no habrían insistido tanto en las medidas de seguridad. Pero al fin y al cabo la naturaleza es siempre impredecible y debemos agradecer que se diluyó el huracán en vez de fortalecerse o quedarse bailando en la costa de Jalisco.
En fin... Qué pena que el odio a EPN sea tanto que se pierda la objetividad. He dicho. u_u
No entiendo. Que alguien me explique cómo es que pedirle a la gente que se proteja y mantenerla informada podría ayudar a mejorar su imagen. ¿Lo dicen por todos los spots que tuvo al aire? El señor sólo hizo su trabajo, aunque haya gente sin criterio que opine que el Presidente debió viajar a Jalisco y estar en el ojo del huracán. Insisto, ¿cómo para qué? ¿En verdad creen que puede ayudar más paleando agua que tomando decisiones, lo que es su chamba? Reconozcamos algo, el Presidente salió varias veces al aire el día de ayer porque -como dice mi hermano Paco- México es un "país de tlatoanis", donde necesitamos ver a la máxima autoridad emitiendo un mensaje para tomarlo en serio. Digamos que Peña Nieto no hiciera avisos públicos, que delegara esa tarea a los secretarios de Protección Civil y de la SCT, así como a los funcionarios de las dependencias meteorológicas... yo me pregunto cuánta gente le daría la misma relevancia a la información. Pero si viene de el Presidente, entonces tiene que ser importante y entonces sí hacemos caso, ¿no?
Sin embargo, como resulta que el fenómeno bajó su categoría, ahora argumentan que el huracán no era grande, que los medios aquí lo subieron de categoría, como si aterrar a la población fuese una buena estrategia política.
¡Qué comentarios tan estúpidos! Y claro, eso quiere decir que los servicios meteorológicos y noticieros de otros países también coadyuvaron a difundir información "inflada" sobre el huracán Patricia. Qué pena, qué pena leer esos comentarios, incapaces de separar la disensión política de un desastre natural que impacta a todos los afectados por igual, sin importar su afiliación política...
¡Qué falta de memoria colectiva también! Pareciera que ya todos olvidaron los daños que apenas hace un par de años provocaron los huracanes Ingrid y Manuel en Guerrero, Oaxaca, Jalisco, Puebla, Hidalgo y Veracruz, y no habían sido clasificados con la intensidad que Patricia había adquirido. O el año pasado, cuando Odile recorrió a lo largo Baja California Sur, causando estragos en cientos de poblaciones. ¿Eso esperaban leer hoy, como resultado del paso de Patricia? Yo creo que fue una bendición que el huracán perdiera fuerza y minimizara los daños.
Si Patricia era de categoría 5 y milagrosamente -o casualmente, como quieran- bajó de categoría, sin causar todos los daños esperados, deberíamos dar gracias a Dios -o a lo que quieran- de que no fue tan peligroso. Había vidas humanas -y de animalitos- en riesgo, pero como ya no recibimos comunicados con montones de muertos, entonces ¿desacreditamos el esfuerzo del Gobierno para proteger a los ciudadanos?
Creo que ellos hicieron lo mejor que pudieron con la información que tenían sobre el fenómeno; si hubieran tenido una bolita de cristal que les indicara el futuro tal vez no habrían insistido tanto en las medidas de seguridad. Pero al fin y al cabo la naturaleza es siempre impredecible y debemos agradecer que se diluyó el huracán en vez de fortalecerse o quedarse bailando en la costa de Jalisco.
En fin... Qué pena que el odio a EPN sea tanto que se pierda la objetividad. He dicho. u_u
Sunday, October 18, 2015
¿Señales? ¿O no?
Lo soñé.
Ayer poco antes de despertarme, recuerdo con claridad que lo soñé: un episodio breve en el que estaba en casa de mi novio, con mi hija, y entonces él recibía esa llamada... En mi sueño me sorprendió su reacción y me molesté; pero al despertar, momentos después, pensé que sólo era una proyección de mi nerviosismo por pasar esa tarde en su casa, con mi hija. Era la primera vez que la llevaría y no estaba segura de cómo se comportaría.
No le di más importancia. Ayer había varias cosas que hacer.
Llevé a Vale al teatro para ver una adaptación de "El fantasma de Canterville", de Oscar Wilde. Regresamos a casa y nos alistamos para ir con César.
A regañadientes, Vale accedió a ir, con la condición de llevar su computadora para trabajar por la tarde, después de comer.
Después del malhumor inicial, que se disipó durante la comida, pasamos una tarde deliciosa. Al terminar de ver Volver al futuro en la televisión, mi hija subió a entretenerse con su computadora. César y yo nos quedamos viendo tele y platicando, y todo fluyó sin mayores problemas.
De pronto... mi sueño se hizo realidad, y en apenas unos segundos comprendí que tal vez había recibido un aviso de ese momento...
Le entró una llamada y su reacción fue casi la que visualicé en mi sueño. Al principio, por lo menos. Pero en instantes recapacitó e hizo lo correcto.
Mientras él colgaba, yo me quedé digiriendo la idea de que ya había vivido ese momento, justo esa mañana, en mis sueños. Aunque en la vida real, las cosas habían resultado un tanto distintas y, de hecho, mejor.
Sin embargo, no logro quitarme de la cabeza la idea de si este aviso, o premonición, tendrá algún significado espiritual... Y de ser así, ¿cuál sería ese significado? ¿Qué es lo que debería ver?
Hasta donde lo puedo entender, el sueño me permitió pasar por el momento real con mucha más tranquilidad y claridad de lo que hubiera tenido de no haberlo "vivido" con anterioridad.
La conversación post-llamada entre mi novio y yo fue directa y estructurada. No sé si hubiera logrado esa claridad al momento, pues yo no reacciono al instante. Generalmente tardo en procesar las cosas y en reaccionar de manera apropiada. Así que, por lo que a mí respecta, esa premonición fue beneficiosa, y más aún al ver que en la vida real el resultado fue distinto.
Sé que Dios a veces le habla en sueños a la gente, pero de ser así, sigo sin ver claramente señales que me indiquen que él no es el hombre para mi. No hay tal certeza.
Al contrario. Después de la charla de anoche, nos vinculamos más. Incluso mi hija pasó un buen rato en su casa. Y esto, para mí, es señal de que las cosas siguen fluyendo en la dirección que anhela mi corazón.
Así que seguiremos avanzando en ese sentido...
Ayer poco antes de despertarme, recuerdo con claridad que lo soñé: un episodio breve en el que estaba en casa de mi novio, con mi hija, y entonces él recibía esa llamada... En mi sueño me sorprendió su reacción y me molesté; pero al despertar, momentos después, pensé que sólo era una proyección de mi nerviosismo por pasar esa tarde en su casa, con mi hija. Era la primera vez que la llevaría y no estaba segura de cómo se comportaría.
No le di más importancia. Ayer había varias cosas que hacer.
Llevé a Vale al teatro para ver una adaptación de "El fantasma de Canterville", de Oscar Wilde. Regresamos a casa y nos alistamos para ir con César.
A regañadientes, Vale accedió a ir, con la condición de llevar su computadora para trabajar por la tarde, después de comer.
Después del malhumor inicial, que se disipó durante la comida, pasamos una tarde deliciosa. Al terminar de ver Volver al futuro en la televisión, mi hija subió a entretenerse con su computadora. César y yo nos quedamos viendo tele y platicando, y todo fluyó sin mayores problemas.
De pronto... mi sueño se hizo realidad, y en apenas unos segundos comprendí que tal vez había recibido un aviso de ese momento...
Le entró una llamada y su reacción fue casi la que visualicé en mi sueño. Al principio, por lo menos. Pero en instantes recapacitó e hizo lo correcto.
Mientras él colgaba, yo me quedé digiriendo la idea de que ya había vivido ese momento, justo esa mañana, en mis sueños. Aunque en la vida real, las cosas habían resultado un tanto distintas y, de hecho, mejor.
Sin embargo, no logro quitarme de la cabeza la idea de si este aviso, o premonición, tendrá algún significado espiritual... Y de ser así, ¿cuál sería ese significado? ¿Qué es lo que debería ver?
Hasta donde lo puedo entender, el sueño me permitió pasar por el momento real con mucha más tranquilidad y claridad de lo que hubiera tenido de no haberlo "vivido" con anterioridad.
La conversación post-llamada entre mi novio y yo fue directa y estructurada. No sé si hubiera logrado esa claridad al momento, pues yo no reacciono al instante. Generalmente tardo en procesar las cosas y en reaccionar de manera apropiada. Así que, por lo que a mí respecta, esa premonición fue beneficiosa, y más aún al ver que en la vida real el resultado fue distinto.
Sé que Dios a veces le habla en sueños a la gente, pero de ser así, sigo sin ver claramente señales que me indiquen que él no es el hombre para mi. No hay tal certeza.
Al contrario. Después de la charla de anoche, nos vinculamos más. Incluso mi hija pasó un buen rato en su casa. Y esto, para mí, es señal de que las cosas siguen fluyendo en la dirección que anhela mi corazón.
Así que seguiremos avanzando en ese sentido...
Wednesday, September 16, 2015
Respira hondo y flota
Siento como si hubiera estado a punto de ahogarme... al menos emocional y espiritualmente. Las cosas cambian de un momento a otro en la vida. Siempre es así. Para variar, mi ausencia del blog estuvo ligada a una crisis emocional y, en esta ocasión, de fe también.
Tomamos decisiones en la vida que conllevan consecuencias, y esta vez tuve que tomar una decisión que puede ser de vida. Quedarme con mi pareja, aunque no profesa mi misma fe, me llevó al punto de quiebre en la iglesia, y por lo mismo, a cuestionar mi propia fe.
Todos los años de clases dominicales se me vinieron encima, y los argumentos que yo misma dí me abofetearon en voz de mi hija, cuando me reclamó el haber dejado a Dios por un hombre. No estoy dejando a Dios; nunca será así. Y sé que Dios no me dejará a mí. Tuve que dejar el servicio en la iglesia que no es lo mismo. Y no lo estoy dejando precisamente por un hombre; no fue mi elección. Mi elección fue no terminar con mi pareja, y esa decisión conllevó el que los pastores me retiraran del servicio.
El golpe espiritual y personal fue muy duro y cuestioné muchas cosas: la iglesia, mi fe, mi noviazgo, la Biblia... me deprimí como hace un tiempo no lo hacía. Es decir, yo siempre supe que nunca sería capaz de sacrificar a mi hija como Abraham estuvo a punto de hacerlo con Isaac, pero pensé que era capaz de ser más obediente a Dios. De pronto me pregunto si en verdad hasta aquí llega mi fe... ¿en realidad es este mi cisma teológico?
Después de varias semanas de cuestionamientos, de oración, de dolor, de un tanto de rebeldía y otro tanto de voluntad de reconciliación con Dios, finalmente siento que asomo la cabeza del agua.
Hay cosas que no tengo del todo claras, pero se que mi fe sigue ahí, un poco apaleada pero aún sólida. No sé qué haré sobre el tema de la iglesia, pues de pronto no tengo ganas de ir, pero sé que mi fe y mi concepto de Dios no cambian: sigo siendo su hija y Él sigue conmigo.
No sé qué pasará a futuro con César y conmigo pero creo que esta es una relación de vida. Por eso no lo dejé. No estoy jugando. No dejé el servicio solo para quedarme fornicando de lo lindo, como me dieron a entender los pastores. Si supieran que yo sé bien qué es eso de fornicar sin más... pero hace años que pasé esa etapa, gracias a Dios. Y cuando miro atrás es algo que definitivamente no quiero repetir; agradezco tanto que ya sea parte de mi pasado. Si supieran que lo que tengo con César es completamente distinto...
No sé aún qué pasará con la iglesia. Por un lado estoy tentada a dejar de ir y congregarme en otro sitio, pero algo en mí me dice que no renuncie tan fácil, y que si en verdad estoy segura y tranquila con mi noviazgo, entonces las cosas se arreglarán. No tengo idea de qué hacer, salvo respirar profundo y dejarme llevar por la corriente; seguiré orando y confiando en que Dios está conmigo. Por ahora floto, aún no sé en qué dirección nadar pero ya no siento que me hundo.
Por ahora, estoy tranquila. Eso siempre es ganancia.
Tomamos decisiones en la vida que conllevan consecuencias, y esta vez tuve que tomar una decisión que puede ser de vida. Quedarme con mi pareja, aunque no profesa mi misma fe, me llevó al punto de quiebre en la iglesia, y por lo mismo, a cuestionar mi propia fe.
Todos los años de clases dominicales se me vinieron encima, y los argumentos que yo misma dí me abofetearon en voz de mi hija, cuando me reclamó el haber dejado a Dios por un hombre. No estoy dejando a Dios; nunca será así. Y sé que Dios no me dejará a mí. Tuve que dejar el servicio en la iglesia que no es lo mismo. Y no lo estoy dejando precisamente por un hombre; no fue mi elección. Mi elección fue no terminar con mi pareja, y esa decisión conllevó el que los pastores me retiraran del servicio.
El golpe espiritual y personal fue muy duro y cuestioné muchas cosas: la iglesia, mi fe, mi noviazgo, la Biblia... me deprimí como hace un tiempo no lo hacía. Es decir, yo siempre supe que nunca sería capaz de sacrificar a mi hija como Abraham estuvo a punto de hacerlo con Isaac, pero pensé que era capaz de ser más obediente a Dios. De pronto me pregunto si en verdad hasta aquí llega mi fe... ¿en realidad es este mi cisma teológico?
Después de varias semanas de cuestionamientos, de oración, de dolor, de un tanto de rebeldía y otro tanto de voluntad de reconciliación con Dios, finalmente siento que asomo la cabeza del agua.
Hay cosas que no tengo del todo claras, pero se que mi fe sigue ahí, un poco apaleada pero aún sólida. No sé qué haré sobre el tema de la iglesia, pues de pronto no tengo ganas de ir, pero sé que mi fe y mi concepto de Dios no cambian: sigo siendo su hija y Él sigue conmigo.
No sé qué pasará a futuro con César y conmigo pero creo que esta es una relación de vida. Por eso no lo dejé. No estoy jugando. No dejé el servicio solo para quedarme fornicando de lo lindo, como me dieron a entender los pastores. Si supieran que yo sé bien qué es eso de fornicar sin más... pero hace años que pasé esa etapa, gracias a Dios. Y cuando miro atrás es algo que definitivamente no quiero repetir; agradezco tanto que ya sea parte de mi pasado. Si supieran que lo que tengo con César es completamente distinto...
No sé aún qué pasará con la iglesia. Por un lado estoy tentada a dejar de ir y congregarme en otro sitio, pero algo en mí me dice que no renuncie tan fácil, y que si en verdad estoy segura y tranquila con mi noviazgo, entonces las cosas se arreglarán. No tengo idea de qué hacer, salvo respirar profundo y dejarme llevar por la corriente; seguiré orando y confiando en que Dios está conmigo. Por ahora floto, aún no sé en qué dirección nadar pero ya no siento que me hundo.
Por ahora, estoy tranquila. Eso siempre es ganancia.
Saturday, July 18, 2015
Dos películas infantiles que no son para niños
Al menos, no para los niños pequeños. Recientemente vi estas dos películas con mi hija, y en ambas había niños pequeños que se aburrieron, lloraron, no entendieron y se asustaron. Definitivamente hay que pensar muy bien qué tipo de cosas queremos que vean nuestros hijos si no queremos pasar un mal rato en el cine... además de hacerle pasar el mal rato a nuestros hijos, y a las demás personas presentes en la sala.
Jurassic World... o crónica de una pesadilla anunciada
La cuarta entrega de esta saga tiene muchas cosas que destacar. Los efectos visuales se ven muy bien, incluso en 3D no se percibe un desfase entre planos gráficos, lo que le da un sentido de profundidad y realismo muy bueno.
Mi hija y yo vimos las tres primeras películas unos días antes de ir al cine a ver Jurassic World y teníamos fresca la historia, los personajes y otros detalles que le dieron continuidad a la historia, como la aparición de Bradley Darryl Wong en el papel de Henry Wu, el investigador genético que dirige el desarrollo y la creación de dinosaurios en el laboratorio en la primera cinta, y en esta entrega también.
Entre otros detalles que se tuvieron en cuenta al crear la historia de este último filme, puedo enumerar los siguientes:
* Breves menciones del Dr. John Hammond e Ingen, explicando qué ha pasado con la organización en los últimos años.
* Una explicación de por qué siguen creando especies de dinosaurios nuevas en vez de quedarse con las ya conocidas e investigadas por paleontólogos durante siglos. Si bien el argumento no es sólido -estamos hablando de un parque donde los dinosaurios volvieron a la vida, ¿en serio pasaría de moda en sólo diez años?- creo que aprovechan para hacer una crítica social de cómo hemos perdido la capacidad de asombro, de cómo necesitamos cada vez cosas más grandes y más sangrientas para sentirnos aterrados, y de cómo la tecnología nos aleja de la realidad al mismo tiempo que nos absorbe en un entorno digital completamente nuevo y creativo.
* El diseño del parque en la isla Nublar es el mismo que plantean en la maqueta de la película dos, cuando el sobrino de John Hammond busca accionistas para el parque de dinosaurios en San Diego. Así que finalmente no llevan los dinos al continente, pero conservan la ingeniería del diseño para reconstruir el parque en la isla costarricense.
* Mantienen referencias visuales y musicales de Jurassic Park, lo que para los seguidores de la saga resulta emotivo.
* Continúan con los argumentos de la inteligencia de los velocirraptores y la teoría del caos, donde un solo factor provoca que todo un sistema de seguridad colapse frente a decenas de especies renacidas que encuentran en los visitantes del parque un gran buffet a su disposición :P
* La esperada dominancia de la especie más fuerte... como dice mi hija, "¿y después de tres películas no aprendieron que no debían mezclarse con los dinosaurios? Si desde la primera peli te dicen que la naturaleza siempre encuentra su propio cauce..."
Y sin embargo, con todos los puntos buenos de la película, tiene sus peros. Evidentemente se trata de una historia de ciencia ficción, una fantasía plagada de argumentos imposibles que los espectadores nos tragamos para poder disfrutar del filme, empezando por la re-creación del ADN de decenas de especies de dinosaurios y de la creación genética de nuevas especies desconocidas.
El personaje de Chris Pratt como un domador de velocirraptores es otro de esos detalles inverosímiles, así como la "domesticación" de algunas de las especies de hervíboros para usarlos como animales de renta para pasear a los niños.
Las características de "personalidad" que imprimen al Indominus Rex también resultan inverosímiles en muchas ocasiones, aunque cumplen con el propósito de hacerlo más fiero y despiadado. Sin embargo, no es creíble que un animal de ese tamaño no consiga alcanzar a los humanos que corren delante de él pero derribe sin problemas a pterodáctilos y helicópteros.
Con todo, lo más irreal de la película -y creo que todas las mujeres que han visto la película coinciden conmigo- es el hecho de que la protagonista Claire (Bryce Dallas Howard) se la pase corriendo durante horas en tacones, sin cansarse, sin torcerse un tobillo, sin que los tacones se entierren en la arena de la selva, sin tropezarse, sin que se rompa uno de los tacones... vamos, sin quejarse ni una sola vez de lo mucho que le duelen los pies. Más aún, con esos tacones corre a velocidades mayores que el Tiranosaurio Rex y el Indominus Rex.
Sí, estoy segura de que la adrenalina en situaciones de riesgo hacen que cualquiera corra a velocidades que tal vez envidiaría el mismísimo Usain Bolt... pero, ¿en tacones? Sí, esos que ven en la foto... tal vez no son muy altos pero tampoco me parece que sean los más cómodos o mejor diseñados para correr por horas y horas, en tierra, en pasto, en concreto y por donde sea. Ese "detalle" es simplemente lo más irreal de la película. Todo lo demás queda reducido a argumentos minúsculos ante el personaje de Claire que se presenta como una súper mujer: inteligente, bella y con un estilo que no pierde ni en las peores circunstancias. No sé si es solamente la explotación de un cliché o si buscaban un toque cómico en la película, pero la verdad es que no conozco una mujer que no deje de pensar en esos zapatos... ¿dónde consigo un par, cuánto cuestan? ¡Quiero unos! :D
Finalmente, es una buena película. Se disfruta mucho... excepto por los pequeños que pueden salir algo traumatizados después de ver tantos dientes en pantalla grande, destazando humanos como si fueran alitas de pollo. En la función a la que yo fui, había pequeños llorando que terminaron debajo del asiento jugando con el teléfono de sus papás, y cuando mi hermana y su esposo llevaron al cine a sus hijos, mi cuñado tuvo que salirse de la sala porque mi sobrina la menor se asustó tanto que no lo dejó ver más de media hora de la función. Frustrante, ¿no?
Yo recomiendo ampliamente la película como un filme familiar... siempre y cuando los niños sean mayores de 8 o 10 años y no se asusten fácilmente con enormes dinosaurios carnívoros de grandes dientes que salpican sangre en cada mordida :P
Intensamente, ¿o la historia de esos monitos en la cabeza?
Aunque la película resulta atractiva para toda la familia, lo cierto es que ya en el cine puede resultar tediosa y aburrida para los niños más pequeños.
La trama es sobre los problemas de una adolescente que enfrenta cambios en su vida y se siente desubicada, fuera de control, desconcertada, sola, incomprendida, vulnerable y llena de emociones contradictorias y temores. Tal vez algunos pequeños puedan identificarse con alguna o algunas de las reacciones de Riley, pero la historia en sí puede resultarles un tanto incomprensible, pues muchos de ellos aún están apegados a sus padres y no han llegado a ese momento en que odiamos a nuestros progenitores y queremos cambiar nuestra vida.
Sin embargo, lo más incomprensible puede ser ese mundo emocional-mental que Disney creó para tratar precisamente de explicar los sentimientos. Esos momentos en los que se habla del pensamiento abstracto resultan pesados y aburridos para los peques; la fábrica de sueños -aunque a mí me encantó porque creo que así se crean muchos de mis sueños- también puede ser un concepto un tanto difícil de digerir, y la parte de las pesadillas o el momento en que las memorias de largo plazo empiezan a ser olvidadas, puede ser un poco confuso.
Como platicábamos mi hermana y yo al final, resumieron toda una gama de emociones y sentimientos en solo cinco, dejando muchos huecos de personalidad, aunque entiendo que crear cada emoción es crear todo un personaje, lo cual haría más compleja toda la producción.
Tampoco estoy de acuerdo en que el centro de las emociones sea el cerebro, porque al parecer todas nuestras acciones están guiadas por los sentimientos y no por un hilo de pensamiento o raciocinio, siendo que uno de los grandes argumentos psicológicos y conductuales es la contraposición de las emociones y la mente; el querer contra el hacer. Creo que faltó una especie de líder en ese tablero que fungiera como una especie de mediador con argumentos razonables. Sí se habla del "tren del pensamiento" y de otros conceptos, pero en realidad todo se reduce a cinco emociones básicas controlando todas y cada una de nuestras acciones.
Tal vez a los niños pequeños les ayude a expresar sus emociones al ubicarlas con estos personajes, pero ciertamente quedaron muchos elementos por construir en la personalidad de adolescentes y adultos. Y si tomamos en cuenta que la trama es más sobre los problemas de una adolescente, entonces las emociones quedan cortas para los problemas emocionales de los pubertos.
No es mala película, pero creo que es un proyecto muy ambicioso y se quedó un tanto corto; a medias en la historia para los adolescentes, y a medias con la explicación para los niños más pequeños. Papás, lleven a sus peques pero consideren que habrá momentos lentos, confusos o tediosos en la película que tal vez tengan que explicarles después...
Jurassic World... o crónica de una pesadilla anunciada
La cuarta entrega de esta saga tiene muchas cosas que destacar. Los efectos visuales se ven muy bien, incluso en 3D no se percibe un desfase entre planos gráficos, lo que le da un sentido de profundidad y realismo muy bueno.
Mi hija y yo vimos las tres primeras películas unos días antes de ir al cine a ver Jurassic World y teníamos fresca la historia, los personajes y otros detalles que le dieron continuidad a la historia, como la aparición de Bradley Darryl Wong en el papel de Henry Wu, el investigador genético que dirige el desarrollo y la creación de dinosaurios en el laboratorio en la primera cinta, y en esta entrega también.
Entre otros detalles que se tuvieron en cuenta al crear la historia de este último filme, puedo enumerar los siguientes:
* Breves menciones del Dr. John Hammond e Ingen, explicando qué ha pasado con la organización en los últimos años.
* Una explicación de por qué siguen creando especies de dinosaurios nuevas en vez de quedarse con las ya conocidas e investigadas por paleontólogos durante siglos. Si bien el argumento no es sólido -estamos hablando de un parque donde los dinosaurios volvieron a la vida, ¿en serio pasaría de moda en sólo diez años?- creo que aprovechan para hacer una crítica social de cómo hemos perdido la capacidad de asombro, de cómo necesitamos cada vez cosas más grandes y más sangrientas para sentirnos aterrados, y de cómo la tecnología nos aleja de la realidad al mismo tiempo que nos absorbe en un entorno digital completamente nuevo y creativo.
* El diseño del parque en la isla Nublar es el mismo que plantean en la maqueta de la película dos, cuando el sobrino de John Hammond busca accionistas para el parque de dinosaurios en San Diego. Así que finalmente no llevan los dinos al continente, pero conservan la ingeniería del diseño para reconstruir el parque en la isla costarricense.
* Mantienen referencias visuales y musicales de Jurassic Park, lo que para los seguidores de la saga resulta emotivo.
* Continúan con los argumentos de la inteligencia de los velocirraptores y la teoría del caos, donde un solo factor provoca que todo un sistema de seguridad colapse frente a decenas de especies renacidas que encuentran en los visitantes del parque un gran buffet a su disposición :P
* La esperada dominancia de la especie más fuerte... como dice mi hija, "¿y después de tres películas no aprendieron que no debían mezclarse con los dinosaurios? Si desde la primera peli te dicen que la naturaleza siempre encuentra su propio cauce..."
Y sin embargo, con todos los puntos buenos de la película, tiene sus peros. Evidentemente se trata de una historia de ciencia ficción, una fantasía plagada de argumentos imposibles que los espectadores nos tragamos para poder disfrutar del filme, empezando por la re-creación del ADN de decenas de especies de dinosaurios y de la creación genética de nuevas especies desconocidas.
El personaje de Chris Pratt como un domador de velocirraptores es otro de esos detalles inverosímiles, así como la "domesticación" de algunas de las especies de hervíboros para usarlos como animales de renta para pasear a los niños.
Las características de "personalidad" que imprimen al Indominus Rex también resultan inverosímiles en muchas ocasiones, aunque cumplen con el propósito de hacerlo más fiero y despiadado. Sin embargo, no es creíble que un animal de ese tamaño no consiga alcanzar a los humanos que corren delante de él pero derribe sin problemas a pterodáctilos y helicópteros.
Con todo, lo más irreal de la película -y creo que todas las mujeres que han visto la película coinciden conmigo- es el hecho de que la protagonista Claire (Bryce Dallas Howard) se la pase corriendo durante horas en tacones, sin cansarse, sin torcerse un tobillo, sin que los tacones se entierren en la arena de la selva, sin tropezarse, sin que se rompa uno de los tacones... vamos, sin quejarse ni una sola vez de lo mucho que le duelen los pies. Más aún, con esos tacones corre a velocidades mayores que el Tiranosaurio Rex y el Indominus Rex.
Sí, estoy segura de que la adrenalina en situaciones de riesgo hacen que cualquiera corra a velocidades que tal vez envidiaría el mismísimo Usain Bolt... pero, ¿en tacones? Sí, esos que ven en la foto... tal vez no son muy altos pero tampoco me parece que sean los más cómodos o mejor diseñados para correr por horas y horas, en tierra, en pasto, en concreto y por donde sea. Ese "detalle" es simplemente lo más irreal de la película. Todo lo demás queda reducido a argumentos minúsculos ante el personaje de Claire que se presenta como una súper mujer: inteligente, bella y con un estilo que no pierde ni en las peores circunstancias. No sé si es solamente la explotación de un cliché o si buscaban un toque cómico en la película, pero la verdad es que no conozco una mujer que no deje de pensar en esos zapatos... ¿dónde consigo un par, cuánto cuestan? ¡Quiero unos! :D
Finalmente, es una buena película. Se disfruta mucho... excepto por los pequeños que pueden salir algo traumatizados después de ver tantos dientes en pantalla grande, destazando humanos como si fueran alitas de pollo. En la función a la que yo fui, había pequeños llorando que terminaron debajo del asiento jugando con el teléfono de sus papás, y cuando mi hermana y su esposo llevaron al cine a sus hijos, mi cuñado tuvo que salirse de la sala porque mi sobrina la menor se asustó tanto que no lo dejó ver más de media hora de la función. Frustrante, ¿no?
Yo recomiendo ampliamente la película como un filme familiar... siempre y cuando los niños sean mayores de 8 o 10 años y no se asusten fácilmente con enormes dinosaurios carnívoros de grandes dientes que salpican sangre en cada mordida :P
Intensamente, ¿o la historia de esos monitos en la cabeza?
Aunque la película resulta atractiva para toda la familia, lo cierto es que ya en el cine puede resultar tediosa y aburrida para los niños más pequeños.
La trama es sobre los problemas de una adolescente que enfrenta cambios en su vida y se siente desubicada, fuera de control, desconcertada, sola, incomprendida, vulnerable y llena de emociones contradictorias y temores. Tal vez algunos pequeños puedan identificarse con alguna o algunas de las reacciones de Riley, pero la historia en sí puede resultarles un tanto incomprensible, pues muchos de ellos aún están apegados a sus padres y no han llegado a ese momento en que odiamos a nuestros progenitores y queremos cambiar nuestra vida.
Sin embargo, lo más incomprensible puede ser ese mundo emocional-mental que Disney creó para tratar precisamente de explicar los sentimientos. Esos momentos en los que se habla del pensamiento abstracto resultan pesados y aburridos para los peques; la fábrica de sueños -aunque a mí me encantó porque creo que así se crean muchos de mis sueños- también puede ser un concepto un tanto difícil de digerir, y la parte de las pesadillas o el momento en que las memorias de largo plazo empiezan a ser olvidadas, puede ser un poco confuso.
Como platicábamos mi hermana y yo al final, resumieron toda una gama de emociones y sentimientos en solo cinco, dejando muchos huecos de personalidad, aunque entiendo que crear cada emoción es crear todo un personaje, lo cual haría más compleja toda la producción.
Tampoco estoy de acuerdo en que el centro de las emociones sea el cerebro, porque al parecer todas nuestras acciones están guiadas por los sentimientos y no por un hilo de pensamiento o raciocinio, siendo que uno de los grandes argumentos psicológicos y conductuales es la contraposición de las emociones y la mente; el querer contra el hacer. Creo que faltó una especie de líder en ese tablero que fungiera como una especie de mediador con argumentos razonables. Sí se habla del "tren del pensamiento" y de otros conceptos, pero en realidad todo se reduce a cinco emociones básicas controlando todas y cada una de nuestras acciones.
Tal vez a los niños pequeños les ayude a expresar sus emociones al ubicarlas con estos personajes, pero ciertamente quedaron muchos elementos por construir en la personalidad de adolescentes y adultos. Y si tomamos en cuenta que la trama es más sobre los problemas de una adolescente, entonces las emociones quedan cortas para los problemas emocionales de los pubertos.
No es mala película, pero creo que es un proyecto muy ambicioso y se quedó un tanto corto; a medias en la historia para los adolescentes, y a medias con la explicación para los niños más pequeños. Papás, lleven a sus peques pero consideren que habrá momentos lentos, confusos o tediosos en la película que tal vez tengan que explicarles después...
Friday, July 10, 2015
Fénix... otra vez
Lo último que escribí, hace casi un año, me parece muy lejano hoy que retomo la escritura de mi blog...
Muchas cosas han cambiado en los últimos dos años. En general, para bien.
Cada vez me siento más centrada y menos fuera de lugar. Tal vez por eso me costó retomar la escritura en este espacio. No sé si sea la madurez que viene con la cercanía de los 40, o si finalmente la paz de Dios me ayudó a sentirme bien conmigo misma, con lo que hago y lo que tengo.
He pasado estos dos años en arreglos de la casa; me tomó más tiempo del que creí pues había muchas cosas que limpiar, décadas de recuerdos que revisar y depurar, desde los de mi abuelita y mi mamá, hasta los míos y los de mis hermanos. Tuve que contratar ayuda para terminar con la depuración y empaque de tantos años de vida en este departamento. Se hicieron arreglos de plomería y se cambió todo el cableado eléctrico. Ya sólo me falta pintar... toda la casa :P
Mientras ponía orden en la casa, empecé a poner orden en mi vida también. He dedicado tiempo los fines de semana a coser ropa que tenía sin usar por un dobladillo deshilado o por un hoyito en alguna parte. He tenido que cocinar más pues mi sistema digestivo ya no tolera bien grasas ni almidones, y la única forma de asegurarme de comer adecuadamente es cocinando yo y evitando la comida en la calle.
Tengo un trabajo que es una bendición y me permite ayudar a mis papás, cubrir todos los gastos de reparaciones y mis gastos del mes, incluyendo algunos lujitos en la despensa -como mi requerida leche de soya- y una señora que me ayuda con la limpieza dos veces a la semana. Pero también es un trabajo absorbente que muchas veces me hace terminar fastidiada de la compu en las noches, así que lo último que quiero es pasar más tiempo en el teclado, ni siquiera para escribir en mi blog...
Pero ya me cansé de no escribir lo mío. Me hace falta, lo necesito. Ver a mi hija escribiendo sus propias historias en Wattpad me ha hecho extrañar mi espacio creativo, la posibilidad de escribir mis propias anécdotas y generar mis propios cuentos.
He leído mucho, eso sí. Y tengo muchas ideas. Aunque ya no tengo el corazón loco, creo que tengo aún mucho para compartir.
No, ya no siento mis emociones como caballos salvajes que corren sin dirección, persiguiendo quimeras. No. Ahora me siento en calma, como si finalmente mi barco hubiese llegado a un puerto seguro donde echó ancla y se siente bien; atrás quedó el mar indómito y bravo. Ya no siento que debo salir a la aventura; me siento en casa con él.
Tal vez por eso se convirtió en la persona que finalmente le presenté a mi hija y con quien la idea de envejecer juntos parece más real. César. Mi novio. Los primeros meses que salimos pensé que sólo sería pasar el tiempo, cenar, ir al cine... Cuando nos enamoramos, aún tenía incertidumbre. Pero ahora las cosas con él van muy bien. Todo cuadra.
Bueno, casi todo. Reconocer ante mis pastores que tengo un novio no cristiano (y que, evidentemente, a mis 39 y sus 46 no es un noviazgo de manita sudada) resultó en que fui dada de baja del servicio en la iglesia. Fue duro porque estaba muy comprometida con ello: el ministerio de los niños, finanzas y el grupo en casa, además de las clases y el grupo de oración. Sí, también había dedicado mucho tiempo al servicio en la iglesia, y por eso no lamentaba no tener tiempo para mi blog.
Ahora que vuelvo a escribir, con las palabras fluye el desahogo de manera natural. Sé que mis pastores han tomado la decisión correcta conforme a la Biblia y la responsabilidad que ellos tienen delante de Dios. Pero no puedo negar que me duele mucho ya no participar en el servicio, tanto que durante estas semanas se apagó mi deseo de orar... justo cuando más lo necesitaba.
Me pregunto cómo puedo saber si no es voluntad de Dios que esté con César cuando todo cobra sentido con él. Y, además, tengo muy claro que no quiero repetir los errores de mi abuelita y mi mamá. Yo cometeré los míos. Y mi decisión fue seguir con él. Aunque eso implique que no pueda servir por no ser testimonio. Tal vez más adelante vuelva a tener la oportunidad...
Por lo pronto, si miro atrás, apenas hace unos años, me parece como si hubiera pasado por un proceso de reconstrucción interna también yo. Es como si fuera un fénix resurgido, nuevamente.
Estoy muy agradecida con Dios por todas las bendiciones y la paz en mi vida, por este largo tiempo de serenidad y por haberme mantenido alejada de la distimia, propensa a la melancolía y la depresión... No fue sino hasta estas últimas semanas que me vi alejada del servicio en la iglesia que me sentí deprimida otra vez, pero fueron sólo unos días.
Aún hay muchos temas que ir resolviendo. Me queda claro que sigo estando fuera de lugar para muchas cosas, aunque en otras finalmente haya encontrado mi lugar. Estoy donde debo estar, trabajando para ser mejor y para conseguir lo que quiero y lo que necesito.
Y estoy de vuelta en mi blog :)
Muchas cosas han cambiado en los últimos dos años. En general, para bien.
Cada vez me siento más centrada y menos fuera de lugar. Tal vez por eso me costó retomar la escritura en este espacio. No sé si sea la madurez que viene con la cercanía de los 40, o si finalmente la paz de Dios me ayudó a sentirme bien conmigo misma, con lo que hago y lo que tengo.
He pasado estos dos años en arreglos de la casa; me tomó más tiempo del que creí pues había muchas cosas que limpiar, décadas de recuerdos que revisar y depurar, desde los de mi abuelita y mi mamá, hasta los míos y los de mis hermanos. Tuve que contratar ayuda para terminar con la depuración y empaque de tantos años de vida en este departamento. Se hicieron arreglos de plomería y se cambió todo el cableado eléctrico. Ya sólo me falta pintar... toda la casa :P
Mientras ponía orden en la casa, empecé a poner orden en mi vida también. He dedicado tiempo los fines de semana a coser ropa que tenía sin usar por un dobladillo deshilado o por un hoyito en alguna parte. He tenido que cocinar más pues mi sistema digestivo ya no tolera bien grasas ni almidones, y la única forma de asegurarme de comer adecuadamente es cocinando yo y evitando la comida en la calle.
Tengo un trabajo que es una bendición y me permite ayudar a mis papás, cubrir todos los gastos de reparaciones y mis gastos del mes, incluyendo algunos lujitos en la despensa -como mi requerida leche de soya- y una señora que me ayuda con la limpieza dos veces a la semana. Pero también es un trabajo absorbente que muchas veces me hace terminar fastidiada de la compu en las noches, así que lo último que quiero es pasar más tiempo en el teclado, ni siquiera para escribir en mi blog...
Pero ya me cansé de no escribir lo mío. Me hace falta, lo necesito. Ver a mi hija escribiendo sus propias historias en Wattpad me ha hecho extrañar mi espacio creativo, la posibilidad de escribir mis propias anécdotas y generar mis propios cuentos.
He leído mucho, eso sí. Y tengo muchas ideas. Aunque ya no tengo el corazón loco, creo que tengo aún mucho para compartir.
No, ya no siento mis emociones como caballos salvajes que corren sin dirección, persiguiendo quimeras. No. Ahora me siento en calma, como si finalmente mi barco hubiese llegado a un puerto seguro donde echó ancla y se siente bien; atrás quedó el mar indómito y bravo. Ya no siento que debo salir a la aventura; me siento en casa con él.
Tal vez por eso se convirtió en la persona que finalmente le presenté a mi hija y con quien la idea de envejecer juntos parece más real. César. Mi novio. Los primeros meses que salimos pensé que sólo sería pasar el tiempo, cenar, ir al cine... Cuando nos enamoramos, aún tenía incertidumbre. Pero ahora las cosas con él van muy bien. Todo cuadra.
Bueno, casi todo. Reconocer ante mis pastores que tengo un novio no cristiano (y que, evidentemente, a mis 39 y sus 46 no es un noviazgo de manita sudada) resultó en que fui dada de baja del servicio en la iglesia. Fue duro porque estaba muy comprometida con ello: el ministerio de los niños, finanzas y el grupo en casa, además de las clases y el grupo de oración. Sí, también había dedicado mucho tiempo al servicio en la iglesia, y por eso no lamentaba no tener tiempo para mi blog.
Ahora que vuelvo a escribir, con las palabras fluye el desahogo de manera natural. Sé que mis pastores han tomado la decisión correcta conforme a la Biblia y la responsabilidad que ellos tienen delante de Dios. Pero no puedo negar que me duele mucho ya no participar en el servicio, tanto que durante estas semanas se apagó mi deseo de orar... justo cuando más lo necesitaba.
Me pregunto cómo puedo saber si no es voluntad de Dios que esté con César cuando todo cobra sentido con él. Y, además, tengo muy claro que no quiero repetir los errores de mi abuelita y mi mamá. Yo cometeré los míos. Y mi decisión fue seguir con él. Aunque eso implique que no pueda servir por no ser testimonio. Tal vez más adelante vuelva a tener la oportunidad...
Por lo pronto, si miro atrás, apenas hace unos años, me parece como si hubiera pasado por un proceso de reconstrucción interna también yo. Es como si fuera un fénix resurgido, nuevamente.
Estoy muy agradecida con Dios por todas las bendiciones y la paz en mi vida, por este largo tiempo de serenidad y por haberme mantenido alejada de la distimia, propensa a la melancolía y la depresión... No fue sino hasta estas últimas semanas que me vi alejada del servicio en la iglesia que me sentí deprimida otra vez, pero fueron sólo unos días.
Aún hay muchos temas que ir resolviendo. Me queda claro que sigo estando fuera de lugar para muchas cosas, aunque en otras finalmente haya encontrado mi lugar. Estoy donde debo estar, trabajando para ser mejor y para conseguir lo que quiero y lo que necesito.
Y estoy de vuelta en mi blog :)
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