Wednesday, April 13, 2011
Los lenguajes del amor
Mi hermana me habló de un libro que leyó y estoy por empezar ahora, pues plantea un concepto interesante sobre la forma en que nos relacionamos con los demás, con base en lo que nosotros esperamos de una relación. Quiere decir que si nosotros vemos las cosas en azul, esperamos que nos den resultados en azul y entonces nos parece que si nos dan rosas o rojos, es porque no nos quieren.
¡Qué cosa más errada! Bien dicen los budistas que el inicio de las frustraciones y el dolor son las expectativas que nos hacemos de los demás. De pronto aprendemos a ser tolerantes con nuestros amigos, pero en lo que se refiere a nuestra pareja y familiares solemos elevar el estándar muchísimo, pues damos por sentado que deberían conocernos y saber lo que nos gusta. Pero ¿qué tal cuando lo que entregan es una demostración genuina de su afecto y nosotros no lo percibimos así? Ellos se sienten rechazados o menospreciados y ahí empiezan los malentendidos.
El libro que me recomendó mi hermana se llama "Los 5 lenguajes del amor", del autor Gary Chapman. En el libro se explica la necesidad de ser efectivos para poder satisfacer a los otros, de llenar sus necesidades y que nos llenen; de tal forma que muchos de los problemas en las relaciones es porque entre ambos no han descubierto su lenguaje del amor. Según el Dr. Chapman, existen cinco lenguajes básicos del amor que las personas hablan y entienden. Los lenguajes del amor pueden ser diferentes en cada uno de nosotros, por eso es muy importante conocer cuál es el suyo y el de su pareja -o de las personas con las que se relaciona- con el fin de llenar su necesidad. Todos tenemos dos lenguajes predominantes, y es necesario conocer cuáles son:
1.- Las Palabras de Afirmación. Al recibir palabras estimulantes nos sentimos motivados para dar amor. El dar palabras de ánimo es darle valor a la persona. Todas las personas necesitamos recibir ánimo, estas palabras dan aliento y seguridad. Para animar a nuestra pareja debemos saber que es lo más importante para ésta, ¿qué le gusta?, ¿qué necesita? Al comunicarnos debemos manifestar bondad, saber pedir pero no demandar. Es ponernos en el lugar del otro, es comunicarnos con amabilidad aunque me hablen de manera enojada, es reconocer mis errores y tratar de no volverlos a cometer.
2.- Tiempo de Calidad. Es mirarse uno al otro, es tener espacio con mi pareja para sentarnos a conversar, es darse ratos a solas en actividades en las que ambos tengan interés, es tener atención completa para el otro. Es escuchar los sentimientos del otro, sus necesidades, pensamientos experiencias.
3.- Recibir Regalos. ¿A quién no le gusta recibir regalos? Los regalos siempre los asociamos a cariño, a detalles. Si a su pareja le gusta recibir regalos, detalles, usted tiene que aprender a darlos. El más grande de los regalos que su pareja puede tener es su presencia, es dedicarle tiempo, es estar en los momentos más importantes y muchas veces difíciles. Los regalos que demos no tienen que ser costosos, el amor está en el detalle de darlos.
4.- Actos de Servicio. Hacer cosas que usted sabe a su cónyuge le gusta que usted haga. Por ejemplo el cocinar, lavar platos, servir la mesa, recoger a los niños, cambiar los bombillos, etc. Recuerde que el hacerlas es significativo para su pareja.
5.- Toque Físico. El contacto físico es sumamente importante, una caricia, un abrazo, un beso, compartir y tocarse. Para estas personas el contacto físico es su lenguaje principal con el cual se sienten amados.
Descubrir el lenguaje de las personas que nos rodean es de mucha importancia pero primero debemos conocer el nuestro. "Trate de encontrar cuál de los lenguajes es el suyo, qué le gustaría, cuáles son sus necesidades, escuche las necesidades de su pareja, sus quejas, qué es lo que le pide su cónyuge, ¿cómo le expresa su amor a su cónyuge? Recuerde que el satisfacer las necesidades de su cónyuge es algo que usted decide hacer, pues desea su bienestar y al vez desea se sienta seguro(a) de que realmente se le ama", dice Chapman.
Al final, las relaciones funcionan o no por el flujo de la comunicación... incluso la comunicación no verbal, ésa sensorial que implica los cinco lenguajes expresados anteriormente. ¿Cuántas relaciones hemos echado a perder por no hablar el mismo idioma, porque pensamos que si no nos da específicamente lo que queremos es porque no nos quieren? Yo sí puedo recordar algunas... pero el pasado queda atrás.
Espero que este aprendizaje me ayude a futuro; por lo pronto, lo estoy aplicando para relacionarme con mi hija pues mis lenguajes predominantes (1 y 2) no son los mismos que los de ella (3 y 5) y sí ha sido necesario tender un puente de entendimiento de las necesidades de ambas.
¡Qué cosa más errada! Bien dicen los budistas que el inicio de las frustraciones y el dolor son las expectativas que nos hacemos de los demás. De pronto aprendemos a ser tolerantes con nuestros amigos, pero en lo que se refiere a nuestra pareja y familiares solemos elevar el estándar muchísimo, pues damos por sentado que deberían conocernos y saber lo que nos gusta. Pero ¿qué tal cuando lo que entregan es una demostración genuina de su afecto y nosotros no lo percibimos así? Ellos se sienten rechazados o menospreciados y ahí empiezan los malentendidos.
El libro que me recomendó mi hermana se llama "Los 5 lenguajes del amor", del autor Gary Chapman. En el libro se explica la necesidad de ser efectivos para poder satisfacer a los otros, de llenar sus necesidades y que nos llenen; de tal forma que muchos de los problemas en las relaciones es porque entre ambos no han descubierto su lenguaje del amor. Según el Dr. Chapman, existen cinco lenguajes básicos del amor que las personas hablan y entienden. Los lenguajes del amor pueden ser diferentes en cada uno de nosotros, por eso es muy importante conocer cuál es el suyo y el de su pareja -o de las personas con las que se relaciona- con el fin de llenar su necesidad. Todos tenemos dos lenguajes predominantes, y es necesario conocer cuáles son:
1.- Las Palabras de Afirmación. Al recibir palabras estimulantes nos sentimos motivados para dar amor. El dar palabras de ánimo es darle valor a la persona. Todas las personas necesitamos recibir ánimo, estas palabras dan aliento y seguridad. Para animar a nuestra pareja debemos saber que es lo más importante para ésta, ¿qué le gusta?, ¿qué necesita? Al comunicarnos debemos manifestar bondad, saber pedir pero no demandar. Es ponernos en el lugar del otro, es comunicarnos con amabilidad aunque me hablen de manera enojada, es reconocer mis errores y tratar de no volverlos a cometer.
2.- Tiempo de Calidad. Es mirarse uno al otro, es tener espacio con mi pareja para sentarnos a conversar, es darse ratos a solas en actividades en las que ambos tengan interés, es tener atención completa para el otro. Es escuchar los sentimientos del otro, sus necesidades, pensamientos experiencias.
3.- Recibir Regalos. ¿A quién no le gusta recibir regalos? Los regalos siempre los asociamos a cariño, a detalles. Si a su pareja le gusta recibir regalos, detalles, usted tiene que aprender a darlos. El más grande de los regalos que su pareja puede tener es su presencia, es dedicarle tiempo, es estar en los momentos más importantes y muchas veces difíciles. Los regalos que demos no tienen que ser costosos, el amor está en el detalle de darlos.
4.- Actos de Servicio. Hacer cosas que usted sabe a su cónyuge le gusta que usted haga. Por ejemplo el cocinar, lavar platos, servir la mesa, recoger a los niños, cambiar los bombillos, etc. Recuerde que el hacerlas es significativo para su pareja.
5.- Toque Físico. El contacto físico es sumamente importante, una caricia, un abrazo, un beso, compartir y tocarse. Para estas personas el contacto físico es su lenguaje principal con el cual se sienten amados.
Descubrir el lenguaje de las personas que nos rodean es de mucha importancia pero primero debemos conocer el nuestro. "Trate de encontrar cuál de los lenguajes es el suyo, qué le gustaría, cuáles son sus necesidades, escuche las necesidades de su pareja, sus quejas, qué es lo que le pide su cónyuge, ¿cómo le expresa su amor a su cónyuge? Recuerde que el satisfacer las necesidades de su cónyuge es algo que usted decide hacer, pues desea su bienestar y al vez desea se sienta seguro(a) de que realmente se le ama", dice Chapman.
Al final, las relaciones funcionan o no por el flujo de la comunicación... incluso la comunicación no verbal, ésa sensorial que implica los cinco lenguajes expresados anteriormente. ¿Cuántas relaciones hemos echado a perder por no hablar el mismo idioma, porque pensamos que si no nos da específicamente lo que queremos es porque no nos quieren? Yo sí puedo recordar algunas... pero el pasado queda atrás.
Espero que este aprendizaje me ayude a futuro; por lo pronto, lo estoy aplicando para relacionarme con mi hija pues mis lenguajes predominantes (1 y 2) no son los mismos que los de ella (3 y 5) y sí ha sido necesario tender un puente de entendimiento de las necesidades de ambas.
Tuesday, April 05, 2011
Honor a quien honor merece
...y al fin, después de varios días de un sueño profundo, mi abue falleció la noche del 24 de marzo de 2011. Vivió 91 años y 9 meses, y peleó hasta el final. Después de compartir comentarios y experiencias sobre la vida de mi abuelita y sus últimos días, estamos todos seguros de que desde su lecho de muerte estuvo negociando con Dios su partida, y que no se fue hasta estar segura de que nos llegarían las bendiciones por las que toda su vida pedía para cada uno de sus nietos y sus hijas.
Nos dejó un gran legado... y a mí se me ha encomendado hacer la documentación de su vida, tan rica en anécdotas... y de colación se entera uno de las aventuras de las tías. Hay unas dignas de una película, je. Supongo que iré dejando algunos fragmentos de mis escritos por aquí de vez en cuando.
Es curioso... aún cuando hacía semanas esperaba esta noticia, me puso muy triste por varios días. Quedo tranquila porque sé que ella está bien ahora, mejor que los que nos quedamos aquí, definitivamente. Y aunque estoy animosa y con ideas para la chamba, llevo el luto por dentro que me impide quitarme el negro de la ropa todavía... aunque hoy lo lamenté porque hacía un calor al mediodía... uuuffff!
Todo a su tiempo. Bien dice el libro de Eclesiastés que hay un tiempo para todo, tiempo para vivir y tiempo para morir... así, hay un tiempo para festejar y un tiempo para el luto. Adiós Lita, los que te sobrevivimos te vamos a extrañar mucho. Nos veremos algún día, pero espero que no sea pronto. Te quiero.
Nos dejó un gran legado... y a mí se me ha encomendado hacer la documentación de su vida, tan rica en anécdotas... y de colación se entera uno de las aventuras de las tías. Hay unas dignas de una película, je. Supongo que iré dejando algunos fragmentos de mis escritos por aquí de vez en cuando.
Es curioso... aún cuando hacía semanas esperaba esta noticia, me puso muy triste por varios días. Quedo tranquila porque sé que ella está bien ahora, mejor que los que nos quedamos aquí, definitivamente. Y aunque estoy animosa y con ideas para la chamba, llevo el luto por dentro que me impide quitarme el negro de la ropa todavía... aunque hoy lo lamenté porque hacía un calor al mediodía... uuuffff!
Todo a su tiempo. Bien dice el libro de Eclesiastés que hay un tiempo para todo, tiempo para vivir y tiempo para morir... así, hay un tiempo para festejar y un tiempo para el luto. Adiós Lita, los que te sobrevivimos te vamos a extrañar mucho. Nos veremos algún día, pero espero que no sea pronto. Te quiero.
Thursday, March 24, 2011
Lecciones de vida...
Han pasado algunos días desde mi último post... mi viejita ya no come nada, sólo duerme, todo el tiempo, con una respiración lenta y plácida que mantiene a sus tres hijas al borde de su cama, sin poder conciliar el sueño, mientras los nietos estamos en espera de la noticia. Pero no, la noticia no llega porque mi abue, como la luchadora que ha sido toda su vida, se resiste a irse.
Y mientras, a mí me ha dado tiempo para recordarla en vida. Yo nunca he sido muy buena para manejar las emociones ni procesar golpes fuertes, como lutos o separaciones. Cuando falleció mi prima me bloqueé, pero sufrí su pérdida por meses y años después.
He recordado, todos estos días, esos momentos que vivimos con la abuelita, sus enseñanzas, sus cuidados y las invaluables lecciones de vida que nos deja.
Supongo que los recuerdos me seguirán llegando en las semanas y meses por venir, cuando la ausencia de mi viejita se haga más notoria y hagan falta sus canciones y sus anécdotas. No me queda más que decir por ahora, sólo que aunque estoy tranquila me siento muy triste porque se nos va esa mujer que tantas ganas tiene de quedarse en este mundo. Los dejo con una foto de su cumpleaños 90, en el que aún platicaba feliz con toda su familia reunida...
Ahora estoy convencida de que son esas ganas de vivir que siempre la caracterizaron, lo que la mantiene aún aquí. La voluntad la tenía... aún la tiene. Lo que la traicionó fue su cuerpo enfermo y decadente. Pero me queda claro que ella no piensa regalar ni un segundo de su vida a la muerte... así nos tenga a los demás en vilo y tristes por ver cómo se consume poco a poco, esperando el momento en que por fin decida seguir el llamado de Dios.
Y mientras, a mí me ha dado tiempo para recordarla en vida. Yo nunca he sido muy buena para manejar las emociones ni procesar golpes fuertes, como lutos o separaciones. Cuando falleció mi prima me bloqueé, pero sufrí su pérdida por meses y años después.
Ahora, la larga agonía de mi abuelita me ha permitido procesar mis emociones y debo confesar que aunque ella aún vive, yo ya empiezo a sentir el duelo.
He recordado, todos estos días, esos momentos que vivimos con la abuelita, sus enseñanzas, sus cuidados y las invaluables lecciones de vida que nos deja.
Ella vió por sus hijas y sus nietos hasta donde pudo. Nos ofreció casa cuando mis papás se separaron; nos cuidó los meses que mi mamá fue a trabajar a Mérida porque aquí no encontraba trabajo. Nos enseñó a cocinar, a limpiar frijoles, a hacer sopa, a pelar chícharos y tamarindos... nos enseñó a jugar parkasé y damas chinas, y nos dejó frases para la posteridad, entre las que puedo rescatar algunas que les comparto a continuación:
1. "Si van de día de campo y regresan limpios y sin rasguños, entonces no se divirtieron". Y esa frase me trae a la memoria tantos días de campo en los que trepábamos árboles y nos metíamos al río, nos empuércabamos en el lodo y regresábamos cerdísimos a la casa... pero felices :)
2. "La mujer debe ser ante la sociedad, una dama; en la cocina, una monja; y en la cama, una puta". Recuerdo que la primera vez que me lo dijo me sonrojé más que un jitomate, pero con el tiempo he visto cuánta razón tiene esa frase...
Supongo que los recuerdos me seguirán llegando en las semanas y meses por venir, cuando la ausencia de mi viejita se haga más notoria y hagan falta sus canciones y sus anécdotas. No me queda más que decir por ahora, sólo que aunque estoy tranquila me siento muy triste porque se nos va esa mujer que tantas ganas tiene de quedarse en este mundo. Los dejo con una foto de su cumpleaños 90, en el que aún platicaba feliz con toda su familia reunida...
Thursday, March 17, 2011
Mi abue
Nació hace más de 90 años, el 9 de junio de 1919, cuando aún se sentían en el ambiente los estragos de la Revolución Mexicana. De hecho, su papá murió en una reyerta de esas cuando la gente todavía andaba con pistolas por la calle. Ella y su hermana mayor, María Elena, quedaron solas con su madre, doña Rebeca de la Serna, quien más adelante se casó y tuvo dos hijos con un hombre que pertenecía a una "buena familia", pero cuyos miembros nunca vieron con buenos ojos que los pequeños Macías de la Serna tuvieran dos hermanas de otro padre. El señor Macías murió también y la señora de la Serna se quedó sola, criando 4 hijos a como pudo.
Doña Rebeca de la Serna se volvió entonces dura de carácter -como lo contarían posteriormente sus nietas: Rocío, Rebeca y Adriana. Con el tiempo enfermó y entonces las hijas mayores se dedicaron a cuidarla y trabajar para ayudar en los gastos. María Elena logró casarse un tiempo después. Rebequita siguió trabajando y así apoyó a sus hermanos, Enrique y Luis. Uno de ellos obtuvo un buen empleo al terminar la carrera y tuvo una exitosa trayectoria, lo que le permitió hacerse de dinero y adquirir varias propiedades. En agradecimiento a su hermana, puso un departamento a su nombre y ya mayores, cuando Rebeca no pudo trabajar más y su pensión no era gran cosa, Enrique empezó a pasarle una cierta cantidad mensual, y así fue hasta que Enrique falleció en 2008.
Mucho antes de eso, Rebeca se casó, cerca de los 30 años, casi una solterona para ese entonces... bueno, "se casó" con un apuesto español que le llevaba varios años y tenía otra familia en el norte de la ciudad. Don Faustino le procuró 12 embarazos a Rebeca, pero sólo tres terminaron en un buen parto: los de Rocío, Rebeca (Becky) y Adriana. Faustino veía poco a sus hijas, pues debía dividir su tiempo entre ambas casas, y las memorias de sus hijas son de un hombre exigente y no muy cariñoso.
Becky creció con temores e inseguridad, tal vez de manera más notoria que sus hermanas. Rocío fue mojigata gran parte de su vida mientras que Adriana adoptó el papel de rebelde, escapando de su casa a los 16 años para irse a vivir a Vallarta con una amiga. En esas estaban cuando doña Rebeca de la Serna murió, entre los cuidados de su hija Rebeca.
Rocío se casó y tuvo dos hijos. Becky tuvo cuatro. Ambas se divorciaron después de matrimonios difíciles con hombres machistas. Adriana vivió un tiempo con una pareja, no tiene hijos, y ahora lleva un matrimonio estable desde hace varios años con un americano que le lleva casi 30 años... 10 más y se acerca a la edad de su suegra, Rebeca Ruiz, quien en junio de este año cumpliría los 92, pero ahora se debate entre la vida y la muerte, aferrándose con todo el espíritu que le queda, por poco que sea...
Está en cama hace una semana, duerme casi todo el día, no come sino el poco líquido que logran meterle a jeringazos, con licuados protéicos y agua. Ya no se mueve, usa un pañal, casi no oye, casi no ve... su tiempo ha llegado, pero lucha con todo para no irse, aún cuando sus tres hijas sufran cada día por ver cómo se consume. Ni sus hijas ni sus nietos entendemos por qué no termina de irse.
A decir verdad, yo no termino de entenderlo. Por un lado, la miro aferrándose con tal coraje a la vida y recuerdo a la mujer fuerte que siempre fue, esa que cuidó a 4 de sus nietos cuando Becky tuvo que irse a trabajar unos meses a Mérida, esa que se levantaba temprano para hacer la comida para todos, que nos llevaba de día de campo y nos enseñó coplas y canciones, juegos de mesa, y recetas de cocina. La veo, con todo el dolor de mi corazón porque entiendo que su hora llegó y ya su cuerpo no da más, está completamente envenendado por tantas enfermedades y tantos órganos fallando, pero no se quiere ir.
Escucho que la gente dice que todo tiene su tiempo y que Dios sabe cuándo la ha de llamar. Pero no concibo que el Dios de amor infinito que yo conozco permita que una de sus hijas agonice en cama, su cuerpo consumiéndose entre medicamentos y con gotas de alimento, mientras otras tres de Sus hijas sufren viendo a su madre en ese estado. Todos oramos para que se lleve a mi abuelita sin dolor y sin sufrimiento, y yo pido también porque termina la agonía de mi mamá y mis tías, que son quienes la cuidan día y noche allá en Tequisquiapan, en la casa de Adriana y su esposo americano.
Y pienso que si Dios aún no se la ha llevado es porque tal vez nos falta algo que aprender de ella, o algo le falta a ella... pero no sé qué puede faltarle a una mujer que ha vivido más de 91 años, tiene hijas, nietos y bisnietos, ha viajado, ha cantado, ha bailado y ha comido...
Entonces vuelvo a pensar que es ella quien se aferra a esta vida con todo el corazón que siempre le puso a todo lo que hacía, dejándonos una última lección de supervivencia: luchando hasta el final. Espero que sea eso y no el miedo a morir lo que la mantiene aquí. De verdad espero que esa voluntad férrea de no ceder ni un segundo de vida a la muerte se deba a que cuando pudo, disfrutó la vida con todo, hasta sus últimos años y meses de vida, en los que seguía viajando aún en silla de ruedas...
Voy a extrañar a esa viejita que tanta historia vivió. Mis oraciones están con ella. Me queda la certeza de que la veré algún día, otra vez...
Doña Rebeca de la Serna se volvió entonces dura de carácter -como lo contarían posteriormente sus nietas: Rocío, Rebeca y Adriana. Con el tiempo enfermó y entonces las hijas mayores se dedicaron a cuidarla y trabajar para ayudar en los gastos. María Elena logró casarse un tiempo después. Rebequita siguió trabajando y así apoyó a sus hermanos, Enrique y Luis. Uno de ellos obtuvo un buen empleo al terminar la carrera y tuvo una exitosa trayectoria, lo que le permitió hacerse de dinero y adquirir varias propiedades. En agradecimiento a su hermana, puso un departamento a su nombre y ya mayores, cuando Rebeca no pudo trabajar más y su pensión no era gran cosa, Enrique empezó a pasarle una cierta cantidad mensual, y así fue hasta que Enrique falleció en 2008.
Mucho antes de eso, Rebeca se casó, cerca de los 30 años, casi una solterona para ese entonces... bueno, "se casó" con un apuesto español que le llevaba varios años y tenía otra familia en el norte de la ciudad. Don Faustino le procuró 12 embarazos a Rebeca, pero sólo tres terminaron en un buen parto: los de Rocío, Rebeca (Becky) y Adriana. Faustino veía poco a sus hijas, pues debía dividir su tiempo entre ambas casas, y las memorias de sus hijas son de un hombre exigente y no muy cariñoso.
Becky creció con temores e inseguridad, tal vez de manera más notoria que sus hermanas. Rocío fue mojigata gran parte de su vida mientras que Adriana adoptó el papel de rebelde, escapando de su casa a los 16 años para irse a vivir a Vallarta con una amiga. En esas estaban cuando doña Rebeca de la Serna murió, entre los cuidados de su hija Rebeca.
Rocío se casó y tuvo dos hijos. Becky tuvo cuatro. Ambas se divorciaron después de matrimonios difíciles con hombres machistas. Adriana vivió un tiempo con una pareja, no tiene hijos, y ahora lleva un matrimonio estable desde hace varios años con un americano que le lleva casi 30 años... 10 más y se acerca a la edad de su suegra, Rebeca Ruiz, quien en junio de este año cumpliría los 92, pero ahora se debate entre la vida y la muerte, aferrándose con todo el espíritu que le queda, por poco que sea...
Está en cama hace una semana, duerme casi todo el día, no come sino el poco líquido que logran meterle a jeringazos, con licuados protéicos y agua. Ya no se mueve, usa un pañal, casi no oye, casi no ve... su tiempo ha llegado, pero lucha con todo para no irse, aún cuando sus tres hijas sufran cada día por ver cómo se consume. Ni sus hijas ni sus nietos entendemos por qué no termina de irse.
A decir verdad, yo no termino de entenderlo. Por un lado, la miro aferrándose con tal coraje a la vida y recuerdo a la mujer fuerte que siempre fue, esa que cuidó a 4 de sus nietos cuando Becky tuvo que irse a trabajar unos meses a Mérida, esa que se levantaba temprano para hacer la comida para todos, que nos llevaba de día de campo y nos enseñó coplas y canciones, juegos de mesa, y recetas de cocina. La veo, con todo el dolor de mi corazón porque entiendo que su hora llegó y ya su cuerpo no da más, está completamente envenendado por tantas enfermedades y tantos órganos fallando, pero no se quiere ir.
Escucho que la gente dice que todo tiene su tiempo y que Dios sabe cuándo la ha de llamar. Pero no concibo que el Dios de amor infinito que yo conozco permita que una de sus hijas agonice en cama, su cuerpo consumiéndose entre medicamentos y con gotas de alimento, mientras otras tres de Sus hijas sufren viendo a su madre en ese estado. Todos oramos para que se lleve a mi abuelita sin dolor y sin sufrimiento, y yo pido también porque termina la agonía de mi mamá y mis tías, que son quienes la cuidan día y noche allá en Tequisquiapan, en la casa de Adriana y su esposo americano.
Y pienso que si Dios aún no se la ha llevado es porque tal vez nos falta algo que aprender de ella, o algo le falta a ella... pero no sé qué puede faltarle a una mujer que ha vivido más de 91 años, tiene hijas, nietos y bisnietos, ha viajado, ha cantado, ha bailado y ha comido...
Entonces vuelvo a pensar que es ella quien se aferra a esta vida con todo el corazón que siempre le puso a todo lo que hacía, dejándonos una última lección de supervivencia: luchando hasta el final. Espero que sea eso y no el miedo a morir lo que la mantiene aquí. De verdad espero que esa voluntad férrea de no ceder ni un segundo de vida a la muerte se deba a que cuando pudo, disfrutó la vida con todo, hasta sus últimos años y meses de vida, en los que seguía viajando aún en silla de ruedas...
Voy a extrañar a esa viejita que tanta historia vivió. Mis oraciones están con ella. Me queda la certeza de que la veré algún día, otra vez...
Thursday, March 10, 2011
¿Que me quede quieta?
Escuchaba una canción que me recordó a alguien y eso me llevó a algo que él me dijo una vez... y a su vez, recordé que alguien más me dijo lo mismo después, con otras palabras. Han pasado años de que me lo dijeron la primera vez, y meses de la segunda... y me sigo preguntando ¿qué querían decir?
En pocas palabras, me decían que si quiero encontrar el amor debo quedarme quieta, y éste llegará solo.
La cosa es que sigo sin entender ni literal ni metafóricamente a qué se refiere exactamente eso de 'quedarme quieta'... No es como que voy por la vida buscando el amor en cada esquina, pero la idea de sentarme a esperar que llegue el hombre perfecto me trae a la mente la imagen de ese esqueleto vestido de mujer, sentado en una silla con la leyenda: waiting for the perfect man...
Estoy tan consciente de que puede o no puede llegar, y de que si llega tal vez llegue dentro de algunos meses o tal vez años, que no espero que de un día para otro se presente un príncipe en dorado corcel con un ramo de rosas y me pida matrimonio así, de la nada. Es más, creo que si alguien llegara a mi vida con tal prisa yo sería la primera en salir corriendo, jejeje.
El caso es que ahorita me vino el recuerdo de esas frases y me volvió a generar la misma inquietud que entonces. Quiero decir: no vivo la vida esperando enamorarme, sigo mis proyectos, busco mi crecimiento personal y profesional, trazo planes y busco la forma de seguirlos, visito a mis amistades, me concentro en mi hija... tengo tanto que hacer que no me puedo quedar quieta.
Simplemente no entiendo el trasfondo de esa frase... supongo que no se refiere a que me quede sin hacer nada de mi vida. Tal vez se referían a que el amor no es algo que se busque, aunque tampoco voy por ahí poniendo anuncios de "se busca pareja" en los clasificados. Y, sinceramente, lo que yo veo es que la gente que quiere pareja se la encuentra prácticamente doblando la esquina, así que me hace ruido esa idea de "no lo busques, solito llega". No sé... estoy divagando.
Simplemente sigo sin entender... y en el fondo, eso de que me digan "quédate quieta" dispara en mí ese botón de rebeldía que insiste en hacer algo, lo que sea, con tal de no quedarme inmóvil esperando la nada que tal vez nunca llegará...
En pocas palabras, me decían que si quiero encontrar el amor debo quedarme quieta, y éste llegará solo.
La cosa es que sigo sin entender ni literal ni metafóricamente a qué se refiere exactamente eso de 'quedarme quieta'... No es como que voy por la vida buscando el amor en cada esquina, pero la idea de sentarme a esperar que llegue el hombre perfecto me trae a la mente la imagen de ese esqueleto vestido de mujer, sentado en una silla con la leyenda: waiting for the perfect man...
Estoy tan consciente de que puede o no puede llegar, y de que si llega tal vez llegue dentro de algunos meses o tal vez años, que no espero que de un día para otro se presente un príncipe en dorado corcel con un ramo de rosas y me pida matrimonio así, de la nada. Es más, creo que si alguien llegara a mi vida con tal prisa yo sería la primera en salir corriendo, jejeje.
El caso es que ahorita me vino el recuerdo de esas frases y me volvió a generar la misma inquietud que entonces. Quiero decir: no vivo la vida esperando enamorarme, sigo mis proyectos, busco mi crecimiento personal y profesional, trazo planes y busco la forma de seguirlos, visito a mis amistades, me concentro en mi hija... tengo tanto que hacer que no me puedo quedar quieta.
Simplemente no entiendo el trasfondo de esa frase... supongo que no se refiere a que me quede sin hacer nada de mi vida. Tal vez se referían a que el amor no es algo que se busque, aunque tampoco voy por ahí poniendo anuncios de "se busca pareja" en los clasificados. Y, sinceramente, lo que yo veo es que la gente que quiere pareja se la encuentra prácticamente doblando la esquina, así que me hace ruido esa idea de "no lo busques, solito llega". No sé... estoy divagando.
Simplemente sigo sin entender... y en el fondo, eso de que me digan "quédate quieta" dispara en mí ese botón de rebeldía que insiste en hacer algo, lo que sea, con tal de no quedarme inmóvil esperando la nada que tal vez nunca llegará...
También aquí escribo...
Lean también mis actualizaciones en:
Security for Business, http://business-security.blogspot.com
Ciberseguridad para mortales, http://voxpopuli-cibersecurity.blogspot.com
Revista CIO México, sección CSO, http://www.cio.com.mx
Enfoque Seguro, http://enfoqueseguro.com
INNOVATI Educación, http://traininginnovati.blogspot.com
Security for Business, http://business-security.blogspot.com
Ciberseguridad para mortales, http://voxpopuli-cibersecurity.blogspot.com
Revista CIO México, sección CSO, http://www.cio.com.mx
Enfoque Seguro, http://enfoqueseguro.com
INNOVATI Educación, http://traininginnovati.blogspot.com
Monday, March 07, 2011
¿Qué pasa con BlockBuster?
No me sorprende que en Estados Unidos estén cerrando esta cadena de tiendas. Cada vez es más caro rentar películas... los estrenos ya casi cuestan lo mismo que un boleto de cine. Sí, entiendo que si se renta una película para verla en casa con amigos o con la familia sí hay un ahorro considerable, pero si la opción es ver una peli de a solapa, pues ya se gasta casi lo mismo... con la ventaja de que en el cine no se queda uno con la película a medias sin poder ver el final porque el disco está todo rayado.
Así es. Ya es la tercera vez que rento una movie (tratando de resistir la tentación de comprar clones piratas de $10 pesos cada uno) y resulta que el disco viene sucio o rayado y se la pasa dando brincos. De hecho, en dos ocasiones ni siquiera pudimos terminar de ver la película, cosa que es frustrante. Sí, es cierto que si voy a la tienda a quejarme me cambian el DVD sin chistar, pero resulta que la vez pasada me dijeron que no tenían otra copia y nos quedamos sin ver el final de MiniEspías 3D... ayer pasó lo mismo con otra peli que rentó mi hija; al rato voy a cambiarla, a ver si ahora sí tienen más ejemplares, pero aún así resulta bastante molesto.
Rentamos la peli en una tarde lluviosa con toda la intención de llegar a encamarnos, tomando chocolate caliente y viendo la película, sólo para encontrarnos con que, otra vez, BlockBuster nos rentó un DVD rayado.
Osea, ¿no se toman la precaución de revisar los discos que les regresan antes de volver a colocarlos en los stands? No solamente perjudican al cliente que la renta después porque ya no puede ver la peli, sino también porque en una de esas le aplican una multa al último cliente que la regresó sin quejarse siendo que el DVD ya estaba rayado desde mucho antes...
Y toqué el tema de los clones pirata porque a pesar de que he dicho -y sostengo aún- que siempre es mejor lo legal, entiendo por qué la gente termina comprando películas piratas. Ayer no pude menos que pensar que por los $44 pesos que pagué por una película que no pude ver ni la mitad, podría haberme comprado 4 películas clonadas (de las buenas) que además se me quedan para volver a verlas una y otra vez...
Las tiendas de video están perdiendo la batalla entre la piratería y la posibilidad de descargar películas online... los precios que siguen subiendo no les ayudan mucho, el hecho de que tampoco encuentre uno todos los títulos que busca -porque van quitando los que ya son más viejitos- es otro agravante (hay "proveedores" piratas que encuentran cualquier película que uno les pida), pero si encima rentan DVDs rayados, puesss... sólo están firmando su sentencia.
En adelante lo que haré, y sugiero que ustedes también lo hagan, es exigir que antes de cobrarme por la peli saquen el DVD y me lo muestren para verificar que no esté rayado y así no quedarme a media peli... y eso que mi reproductor de DVD es de esos chafitas que leen lo que sea que les metas, pero hasta él se queja cuando el disco es ilegible, je.
Para quienes les interese, la tienda donde suelo rentar pelis es la de Minerva (casi esq. con Insurgentes y Río Mixcoac).
Así es. Ya es la tercera vez que rento una movie (tratando de resistir la tentación de comprar clones piratas de $10 pesos cada uno) y resulta que el disco viene sucio o rayado y se la pasa dando brincos. De hecho, en dos ocasiones ni siquiera pudimos terminar de ver la película, cosa que es frustrante. Sí, es cierto que si voy a la tienda a quejarme me cambian el DVD sin chistar, pero resulta que la vez pasada me dijeron que no tenían otra copia y nos quedamos sin ver el final de MiniEspías 3D... ayer pasó lo mismo con otra peli que rentó mi hija; al rato voy a cambiarla, a ver si ahora sí tienen más ejemplares, pero aún así resulta bastante molesto.
Rentamos la peli en una tarde lluviosa con toda la intención de llegar a encamarnos, tomando chocolate caliente y viendo la película, sólo para encontrarnos con que, otra vez, BlockBuster nos rentó un DVD rayado.
Osea, ¿no se toman la precaución de revisar los discos que les regresan antes de volver a colocarlos en los stands? No solamente perjudican al cliente que la renta después porque ya no puede ver la peli, sino también porque en una de esas le aplican una multa al último cliente que la regresó sin quejarse siendo que el DVD ya estaba rayado desde mucho antes...
Y toqué el tema de los clones pirata porque a pesar de que he dicho -y sostengo aún- que siempre es mejor lo legal, entiendo por qué la gente termina comprando películas piratas. Ayer no pude menos que pensar que por los $44 pesos que pagué por una película que no pude ver ni la mitad, podría haberme comprado 4 películas clonadas (de las buenas) que además se me quedan para volver a verlas una y otra vez...
Las tiendas de video están perdiendo la batalla entre la piratería y la posibilidad de descargar películas online... los precios que siguen subiendo no les ayudan mucho, el hecho de que tampoco encuentre uno todos los títulos que busca -porque van quitando los que ya son más viejitos- es otro agravante (hay "proveedores" piratas que encuentran cualquier película que uno les pida), pero si encima rentan DVDs rayados, puesss... sólo están firmando su sentencia.
En adelante lo que haré, y sugiero que ustedes también lo hagan, es exigir que antes de cobrarme por la peli saquen el DVD y me lo muestren para verificar que no esté rayado y así no quedarme a media peli... y eso que mi reproductor de DVD es de esos chafitas que leen lo que sea que les metas, pero hasta él se queja cuando el disco es ilegible, je.
Para quienes les interese, la tienda donde suelo rentar pelis es la de Minerva (casi esq. con Insurgentes y Río Mixcoac).
Thursday, February 17, 2011
Aires del Sur
Hace semanas que no sé de él. En septiembre platicamos, por su cumpleaños, y luego a principios de enero nos deseamos buen año. Desde entonces lo bloqueé. O al menos eso creía yo. La mente es traicionera y como no he hecho caso de los pretextos que me motivan a recordarlo, finalmente se me apareció en sueños.
Fue un buen sueño... estuvimos juntos y me quería, otra vez, hasta que, claro, me desperté con la prisa de llevar a mi hija a la escuela sólo para darme cuenta de que en algún momento apagué el despertador y se me hizo tardísimo. Con todo y lo que lamenté que mi hija no fuera a la escuela, no pude evitar sentir que de no haberme quedado dormida, probablemente me habría perdido de verlo en mi sueño...
Aunque yo he soltado ya toda idea de él, de alguna forma, siempre está presente. Tal vez una parada que hice en el aeropuerto la semana pasada detonó que esa parte oculta de mi corazón se rebelara y me mostrara que más allá de los recuerdos, hay algo de él que siempre estará en mí.
De pronto no puedo evitar decirme que en verdad no me quiso, que sólo fueron ideas mías, pero entonces me vienen los recuerdos de cuando me escribía, de las veces que chateábamos, de que fue él el primero en referirse a nosotros como pareja, de esas conversaciones con su familia en las que me decían cuánto me pensaba él... y luego me da por buscar las evidencias de que eso que tuvimos sí existió, que no fueron inventos míos solamente.
Y entonces recuerdo que la gran mayoría de esas evidencias se perdió. Casi todos sus correos me los escribía al mail de cuando estaba en la editorial, y aunque según yo hice respaldo de esos correos cuando me cambbié de trabajo, el archivo se dañó y se perdió y no me quedaron más que algunos correos que me escribió a hotmail o yahoo.
Tenía también decenas de mensajes que me envió al celular... pero los delincuentes hicieron de las suyas y perdí todos esos sms. Ya no me queda gran cosa de él, más que los recuerdos que insisten en no morir.
Y a veces me preocupa que en mi intención por dejarlo atrás me empeño yo misma en negar que hubo cosas que sí pasaron, y tal vez, cuando el tiempo pase, no seré capaz de distinguir lo que sí fue real y entonces termine por olvidar todo aquéllo por lo que alguna vez estuve dispuesta a dejar mi país y mi gente, coger a mi niña e irme al sur... a ese lugar que aún está en mi corazón.
Pero cuando me vienen esos pensamientos y me digo que envejeceré creyendo lo que todos me han dicho, pensando que estuve loca solamente, me vienen las memorias de lo que sí pasó y me vuelve la cordura y la paz al alma... un poco como esa historia de Jim Carrey y Kate Winslet en "Extraño resplandor de una mente sin recuerdos": al final, aunque la memoria se empeñe en olvidar, hay cosas que quedan grabadas en el corazón y no se van nunca.
Fue un buen sueño... estuvimos juntos y me quería, otra vez, hasta que, claro, me desperté con la prisa de llevar a mi hija a la escuela sólo para darme cuenta de que en algún momento apagué el despertador y se me hizo tardísimo. Con todo y lo que lamenté que mi hija no fuera a la escuela, no pude evitar sentir que de no haberme quedado dormida, probablemente me habría perdido de verlo en mi sueño...
Aunque yo he soltado ya toda idea de él, de alguna forma, siempre está presente. Tal vez una parada que hice en el aeropuerto la semana pasada detonó que esa parte oculta de mi corazón se rebelara y me mostrara que más allá de los recuerdos, hay algo de él que siempre estará en mí.
De pronto no puedo evitar decirme que en verdad no me quiso, que sólo fueron ideas mías, pero entonces me vienen los recuerdos de cuando me escribía, de las veces que chateábamos, de que fue él el primero en referirse a nosotros como pareja, de esas conversaciones con su familia en las que me decían cuánto me pensaba él... y luego me da por buscar las evidencias de que eso que tuvimos sí existió, que no fueron inventos míos solamente.
Y entonces recuerdo que la gran mayoría de esas evidencias se perdió. Casi todos sus correos me los escribía al mail de cuando estaba en la editorial, y aunque según yo hice respaldo de esos correos cuando me cambbié de trabajo, el archivo se dañó y se perdió y no me quedaron más que algunos correos que me escribió a hotmail o yahoo.
Tenía también decenas de mensajes que me envió al celular... pero los delincuentes hicieron de las suyas y perdí todos esos sms. Ya no me queda gran cosa de él, más que los recuerdos que insisten en no morir.
Y a veces me preocupa que en mi intención por dejarlo atrás me empeño yo misma en negar que hubo cosas que sí pasaron, y tal vez, cuando el tiempo pase, no seré capaz de distinguir lo que sí fue real y entonces termine por olvidar todo aquéllo por lo que alguna vez estuve dispuesta a dejar mi país y mi gente, coger a mi niña e irme al sur... a ese lugar que aún está en mi corazón.
Pero cuando me vienen esos pensamientos y me digo que envejeceré creyendo lo que todos me han dicho, pensando que estuve loca solamente, me vienen las memorias de lo que sí pasó y me vuelve la cordura y la paz al alma... un poco como esa historia de Jim Carrey y Kate Winslet en "Extraño resplandor de una mente sin recuerdos": al final, aunque la memoria se empeñe en olvidar, hay cosas que quedan grabadas en el corazón y no se van nunca.
Monday, January 31, 2011
¿De camino a otra devaluación?
¿Recuerdan el post que escribí sobre las moneditas de $10 y $2o centavos? Pues bien, me faltó aclarar, en medio de mi enojo, que junto esas monedas para la alcancía de mi hija, pero si ningún banco me las cambia no le sirve de nada juntarlas.
Bueno, tal vez mis corajes terminen pronto, porque creo que cada vez hay menos monedas de esas en circulación, y es que como cada vez las hacen más chiquitas, ya nadie las quiere.
Pero más nos valdría estar atentos a lo que esta disminución de tamaño puede significar... y es que para mi sorpresa, apenas unos días después recibí como cambio una moneda de $50 centavos que ya tiene las mismas características de las de 10 y 20... ahora en vez de ser dorada es plateada y es más chiquita que su versión anterior... apenas del tamaño d mi dedo índice... :S
Aquí la foto, para quienes aún no hayan recibido por cambio monedas con estas características. ¿A poco no es una mentada de madre? Al rato los taxistas y tenderos tampoco van a querer recibir estas moneditas... ¡vamos! ni siquiera los pordioseros aceptan monedas de baja denominación, y las de $50 centavos acaban de caer, por el simple hecho de disminuir su tamaño, en el círculo de "las indeseadas".
¿Qué hay detrás? Al emitir monedas de menor tamaño es innegable que haya una consecuencia (¿o debería decir, una causa?) de impacto en la economía nacional, como cuando se le quitaron tres ceros al peso.
No creo estar exagerando mucho si les digo que me espero otra devaluación para el fin de este sexenio...
Bueno, tal vez mis corajes terminen pronto, porque creo que cada vez hay menos monedas de esas en circulación, y es que como cada vez las hacen más chiquitas, ya nadie las quiere.
Pero más nos valdría estar atentos a lo que esta disminución de tamaño puede significar... y es que para mi sorpresa, apenas unos días después recibí como cambio una moneda de $50 centavos que ya tiene las mismas características de las de 10 y 20... ahora en vez de ser dorada es plateada y es más chiquita que su versión anterior... apenas del tamaño d mi dedo índice... :S
Aquí la foto, para quienes aún no hayan recibido por cambio monedas con estas características. ¿A poco no es una mentada de madre? Al rato los taxistas y tenderos tampoco van a querer recibir estas moneditas... ¡vamos! ni siquiera los pordioseros aceptan monedas de baja denominación, y las de $50 centavos acaban de caer, por el simple hecho de disminuir su tamaño, en el círculo de "las indeseadas".
¿Qué hay detrás? Al emitir monedas de menor tamaño es innegable que haya una consecuencia (¿o debería decir, una causa?) de impacto en la economía nacional, como cuando se le quitaron tres ceros al peso.
No creo estar exagerando mucho si les digo que me espero otra devaluación para el fin de este sexenio...
Thursday, January 27, 2011
Simply happy :)
En diciembre publiqué que me sentía la señora grinch, que era un sentimiento que recurrente cada año y que me duraba desde diciembre hasta febrero. Pero decidí que esta ocasión no sería igual. Me dediqué a estar en contacto y salir con amigos y familiares, y al final me cambió todo el panorama, al grado de que me encontré animando a personas que yo creía tenían un ánimo más festivo y navideño que yo, pero al final me dijeron que logré quitarles lo grinch... ¿yo a ellos? La verdad me sorprendí...
Los días pasaron, terminó 2010 y decidí que las cosas malas y toda la mierda se quedaba ahí, y empecé 2011 con ganas y ánimos, y la verdad es que hasta ahora ha sido un buen año, con muchos planes y proyectos en puerta y con un sentimiento de plenitud que hace mucho no experimentaba.
El día de hoy cumplí 35, y la verdad es que me sorprendió gratamente ver la cantidad de mensajes que me dejaron en el facebook... muchísimos, la verdad, además de emails, sms y llamadas telefónicas deseándome puras cosas buenas para este año, pura buena vibra y, sobre todo, demostrándome cariño e interés.
Mi nena cumplió 8 años hace dos días, y la verdad es que la miro a ella y veo todo a mi alrededor y me parece que, con todas las imperfecciones y carencias de mi vida, lo que tengo es perfecto. Y sé que aún hay más por venir.
Lamento si mi buen estado de ánimo me hace perder lectores, pero no sólo se trata de escribir cuando quiero mentar madres o tengo roto el corazón, je.
Gracias a todos los que me tienen en sus pensamientos, sus corazones y sus oraciones.
Y gracias a Dios por estar siempre conmigo y demostrármelo cada día, en cada detalle, en cada sonrisa y en cada persona :)
Los días pasaron, terminó 2010 y decidí que las cosas malas y toda la mierda se quedaba ahí, y empecé 2011 con ganas y ánimos, y la verdad es que hasta ahora ha sido un buen año, con muchos planes y proyectos en puerta y con un sentimiento de plenitud que hace mucho no experimentaba.
El día de hoy cumplí 35, y la verdad es que me sorprendió gratamente ver la cantidad de mensajes que me dejaron en el facebook... muchísimos, la verdad, además de emails, sms y llamadas telefónicas deseándome puras cosas buenas para este año, pura buena vibra y, sobre todo, demostrándome cariño e interés.
Mi nena cumplió 8 años hace dos días, y la verdad es que la miro a ella y veo todo a mi alrededor y me parece que, con todas las imperfecciones y carencias de mi vida, lo que tengo es perfecto. Y sé que aún hay más por venir.
Lamento si mi buen estado de ánimo me hace perder lectores, pero no sólo se trata de escribir cuando quiero mentar madres o tengo roto el corazón, je.
Gracias a todos los que me tienen en sus pensamientos, sus corazones y sus oraciones.
Y gracias a Dios por estar siempre conmigo y demostrármelo cada día, en cada detalle, en cada sonrisa y en cada persona :)
Thursday, January 13, 2011
¡Hazme el fabrón cavor!
Sí, así como decía una tía mía para evitar decir la grosería que tiene todas las ganas de salir... y es que hay de ineptitudes y absurdos en esta vida, ¡caray!
¿No es absurdo? ¿Cuál es el valor entonces de esas moneditas? Por eso tanta gente las tira... pero si sumas muchas de esas monedas reúnes una cantidad de dinero que sí te alcanza para comprar chicles, subirte al metrobús o darle a tu hija para su alcancía... sin embargo, ese dinero no vale si no está en monedas de a peso, o de a perdis de $50 centavos.
Todavía me dice el cajero de Banorte: "hay sucursales donde sí cambian las monedas, o centros cambiarios". ¿Netooooo? -"Pues hasta donde yo sé, los bancos son para eso, para cambiar monedas y billetes", le respondí. Ya parece que ahora uno tiene que ir de banco en banco a ver cuál le cambia... no sea que termine gastando más en transportes que lo que me van a dar en morralla.
Ni modo, tendré que ponerme a hacer mis paquetitos de a peso para ver si así resultan menos huevones los cajeros y me cambian las moneditas, que de otro modo no tienen uso... es como dinero perdido. A ver si no resulta que al llegar al banco me toca uno de esos cajeros que les quitan el diurex y cuentan las moneditas de una en una para verificar lo que se les entrega, ¡Ja! ¿Estaría chingón, no?
PD: Si ya no se usan las chinches moneditas de centavos, y ni siquiera en los bancos las quieren cambiar... ¿para qué carajos se siguen emitiendo monedas de esas denominaciones? y cada vez más chiquitas, por cierto...
Pues bien, hay personas que juntan sus "cambios" en un recipiente o botella, o en el cenicero de su carro y lo van sacando para ir comprando cositas, o cuando tienen una emergencia o para darle al franelero o al limpia vidrios.
Yo no junto monedas grandes, pero desde hace años guardo todas las monedas de 10 y 20 centavos. De hecho, antes había hasta de a 5, pero ya las descontinuaron.
Cuando reuno entre $5 y $15 pesos, suelo cambiarlas. Donde vivía antes lo hacía en la tienda de la esquina, ahí me aceptaban bien las moneditas porque les eran útiles para dar el cambio a la gente.
Ahora lo venía haciendo en el banco, pero de pronto resulta que se ponen sus moños para aceptar los centavos... ¡háganme el chingado favor! Ahora resulta que nadie quiere esas moneditas, cualquier cosa que uno quiera pagar, la gente le pone jetas. Sí, aunque sea que te diga la cajera "son $40 pesos con 30 centavos"... bueno, ay de tí donde se te ocurra darle los 30 centavos porque se te queda viendo con una cara de "jodido, ¿no puedes darme una moneda de 50 centavos? No te vayas a empobrecer por quedarte sin los 20" porque ooooobviooooo, cuando a tí te dan cambio se comen los centavos a su favor.
Entonces, ni en la pape, ni en la tienda, ni en el puesto de periódicos te quieren cambiar ni recibir las moneditas, pero para eso están los bancos, ¿no? Para recibir esas moneditas, cambiártelas por monedas que sí sirven y regresarlas al Banco de México, pa' que las guarde, destruya o vuelva a poner en circulación... whatever.
El caso es que hoy dos bancos rehusaron cambiarme $18 pesos en moneditas. En HSBC el cajero me salió con la de que tenía que llevar las monedas en sus montoncitos, con su diurex... ¡ah chinga! es la primera vez que me lo piden, siempre las quieren en suelto para contarlas y verificar que lo que les estoy entregando es cierto. Ahora me tocó un cajero huevón que prefiere sus montoncitos aunque no le conste si le entrego paquetitos de 9 o 10 monedas...
En Banorte sí me iban a recibir las monedas sueltas... siempre y cuando tuviera cuenta con ellos para que ahí me las depositaran. WTF??? ¿Un depósito de$18 pesos? ¿Y qué tal si solamente quiero cambiar $5 o $10 pesos? ¿O qué si quiero cambiar esas monedas para usarlas? De nada me sirve depositarlas. Supongamos que tengo un saldo de $25 pesos en la cuenta y deposito ahí $20 en moneditas... valí madres porque no junto ni siquiera los $50 pesos que necesitaría para un retiro en cajero... y eso sin contar con la comisión.
¿No es absurdo? ¿Cuál es el valor entonces de esas moneditas? Por eso tanta gente las tira... pero si sumas muchas de esas monedas reúnes una cantidad de dinero que sí te alcanza para comprar chicles, subirte al metrobús o darle a tu hija para su alcancía... sin embargo, ese dinero no vale si no está en monedas de a peso, o de a perdis de $50 centavos.
Todavía me dice el cajero de Banorte: "hay sucursales donde sí cambian las monedas, o centros cambiarios". ¿Netooooo? -"Pues hasta donde yo sé, los bancos son para eso, para cambiar monedas y billetes", le respondí. Ya parece que ahora uno tiene que ir de banco en banco a ver cuál le cambia... no sea que termine gastando más en transportes que lo que me van a dar en morralla.
Ni modo, tendré que ponerme a hacer mis paquetitos de a peso para ver si así resultan menos huevones los cajeros y me cambian las moneditas, que de otro modo no tienen uso... es como dinero perdido. A ver si no resulta que al llegar al banco me toca uno de esos cajeros que les quitan el diurex y cuentan las moneditas de una en una para verificar lo que se les entrega, ¡Ja! ¿Estaría chingón, no?
PD: Si ya no se usan las chinches moneditas de centavos, y ni siquiera en los bancos las quieren cambiar... ¿para qué carajos se siguen emitiendo monedas de esas denominaciones? y cada vez más chiquitas, por cierto...
Monday, January 03, 2011
Empezamos bien
Pues se me fue el último mes de 2010 sin escribir nada... la verdad, simplemente se me perdió la musa. Nada de recogimiento espiritual por el fin de año ni otros pretextos. Me dediqué a leer y leer, y así logré terminar libros que había dejado a medias y leí nuevos libros. No aprendí a bailar tango ni a manejar una moto, pero el año pasado leí lo que no había leído hace tiempo. Y el buen hábito me dejó cuerda. Ya estoy leyendo otros dos libros... una buena forma de iniciar el año :)
También aproveché para hacer algo que hace tiempo quería hacer: viajar con mi hija. No lo había hecho desde que nos fuimos a Acapulco hace un par de años y la verdad es que fue algo pesadito, porque tuve que cargar con niña, maletas, juguetes y encima aburrirme en la noche porque se dormía temprano. Pero finalmente llegó a la edad en la que podemos tomar nuestras maletitas y largarnos unos días las dos solas. Ya no tengo que estarla cargando, ella ya no necesita tantas cosas para entretenerse y además podemos caminar por ahí un buen rato y en la noche acurrucarnos a ver películas... ya es otra experiencia y la disfrutamos mucho, las dos :)
No sé cómo venga el 2011... no voy a filosofar porque la neta no tengo la más remota idea. Sólo sé que vienen muchos cambios, todos ellos positivos. Confío en que se concrete pronto una oferta laboral, me pienso mudar muy pronto de casa -¡independencia otra vez!- y algunas otras cosas buenas que vienen en camino. Seguramente, como en todo camino, entre lo dulce y agradable habrá momentos agrios o ácidos y situaciones no tan deseables, pero si algo he aprendido es que cada quien decide cómo quiere ver la vida.
Y a final de cuentas, más allá de los ratos tristes, cuando miro el paisaje completo, con todos sus altibajos, las luces y las sombras, las nubes y los arcoiris, me queda claro que mi vida es bella. Gracias a mis amigos y familiares por su cariño, y a Dios por sus infinitas bendiciones y por los milagros que me permite ver día tras día, desde las cosas pequeñas hasta las más grandes.
Si la vida es cuestión de actitud, y la felicidad es una decisión, no me queda más que concluir que yo sigo percibiendo la vida como una poesía, con sus estrofas tristes y felices, apasionadas y deprimentes, inspiradoras y relajantes, enojadas y soñadoras... sí, la vida es el conjunto de todo lo que nos pasa, y cuando lo coloco en la balanza siempre tengo mucho por qué dar gracias... incluso por los momentos tristes que sirven de lección y me fortalecen y me llevan a crecer.
A aquéllos que aún me leen, les deseo con todo el corazón que este año esté lleno de bendiciones en todo sentido y que aprendan a ser felices en el presente, a pesar de las circunstancias.
¡Feliz 2011!
También aproveché para hacer algo que hace tiempo quería hacer: viajar con mi hija. No lo había hecho desde que nos fuimos a Acapulco hace un par de años y la verdad es que fue algo pesadito, porque tuve que cargar con niña, maletas, juguetes y encima aburrirme en la noche porque se dormía temprano. Pero finalmente llegó a la edad en la que podemos tomar nuestras maletitas y largarnos unos días las dos solas. Ya no tengo que estarla cargando, ella ya no necesita tantas cosas para entretenerse y además podemos caminar por ahí un buen rato y en la noche acurrucarnos a ver películas... ya es otra experiencia y la disfrutamos mucho, las dos :)
No sé cómo venga el 2011... no voy a filosofar porque la neta no tengo la más remota idea. Sólo sé que vienen muchos cambios, todos ellos positivos. Confío en que se concrete pronto una oferta laboral, me pienso mudar muy pronto de casa -¡independencia otra vez!- y algunas otras cosas buenas que vienen en camino. Seguramente, como en todo camino, entre lo dulce y agradable habrá momentos agrios o ácidos y situaciones no tan deseables, pero si algo he aprendido es que cada quien decide cómo quiere ver la vida.
Y a final de cuentas, más allá de los ratos tristes, cuando miro el paisaje completo, con todos sus altibajos, las luces y las sombras, las nubes y los arcoiris, me queda claro que mi vida es bella. Gracias a mis amigos y familiares por su cariño, y a Dios por sus infinitas bendiciones y por los milagros que me permite ver día tras día, desde las cosas pequeñas hasta las más grandes.
Si la vida es cuestión de actitud, y la felicidad es una decisión, no me queda más que concluir que yo sigo percibiendo la vida como una poesía, con sus estrofas tristes y felices, apasionadas y deprimentes, inspiradoras y relajantes, enojadas y soñadoras... sí, la vida es el conjunto de todo lo que nos pasa, y cuando lo coloco en la balanza siempre tengo mucho por qué dar gracias... incluso por los momentos tristes que sirven de lección y me fortalecen y me llevan a crecer.
A aquéllos que aún me leen, les deseo con todo el corazón que este año esté lleno de bendiciones en todo sentido y que aprendan a ser felices en el presente, a pesar de las circunstancias.
¡Feliz 2011!
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