Sunday, September 30, 2007

Tú, otra vez

El viernes pasado me tocó presenciar un accidente en el que un carro se llevó a un motociclista. Afortunadamente, al parecer, fue leve. El del carro se dió a la fuga y el motociclista quedó en el piso mientras alguien se acercó a ayudarlo. Ví que se levantó y que era tal vez más el coraje y el susto que el daño real. Pero entonces sucedió...
Por un momento, un momento solamente, mientras se incorporaba el motociclista, lo ví a él. No pude evitar pensar en Jorge y su moto. Solo por unos segundos me pareció verlo a él, incorporándose lentamente tras el accidente. Espero de todo corazón que esté bien y que Dios lo cuide y lo bendiga donde quiera que esté.

¡Habrase visto!

Las cosas de las que se entera uno...
Ahora sucede que el Gobierno del Distrito Federal demandó al cuerpo de bomberos de la ciudad que paguen por el agua que utilizan para llenar las cisternas de sus camiones y apagar los incendios.
Obviamente, y como ya sabemos todos, los bomberos no tienen dinero para pagar las cantidades de agua que se les están cobrando. Pero, además, ¿qué no se supone que el agua que utilizan debiera estar incluida en el presupuesto de operación de los bomberos, que, por cierto, dependen del Gobierno del Distrito Federal?
El jefe de bomberos tuvo que solicitar que la deuda les fuera condonada... pero, insisto... ¿qué va a pasar de aquí en adelante? ¿Les llegarán facturas de agua que deben pagar tras cada incendio que apaguen?
Me pregunto si, a falta de presupuesto propio, en adelante los bomberos le harán firmar una forma (o pagaré) a las víctimas del incendio, en la que se comprometen a pagar por el agua que se utilice para apagar las llamas que consumen su hogar o negocio.
Imagínense: "¡híjoles! No pudimos salvar su casa pero aquí tiene la factura por los chorrocientos mil litros de agua que se gastaron en el intento..."
O la otra opción, que decía mi mamá, "ya veo a los bomberos conectando sus mangueras en la toma de agua de la llave para regar el jardín..." de esa forma no serán ellos quienes corran con los gastos... buena ésa.
Cosas como ésta dan hasta coraje. Pero que no le pase a un funcionario que se le queme su casa y que los bomberos le salgan con que no pueden ir a apagar el incendio porque les cortaron el agua por falta de pago... jajajajaja... me gustaría ver eso :P

Wednesday, September 26, 2007

¿Ser o no ser?

En una de las entrevistas que tuve recientemente me preguntaron: ¿eres periodista de profesión o de vocación?
¡Sopas! De la nada me topé con una pregunta que yo me debí haber hecho hace tiempo... bueno, en su momento me la hice pero me dí atole con el dedo y me dije que soy escritora de vocación y por lo demás puedo desempeñar cualquier rol relacionado con lo que estudié.
¡Diantres! Me fui a dar cuenta de que no es así. Si hay algo que he sabido desde que tengo 13 años es que lo que más me gusta es escribir. No estudié Ciencias de la Comunicación solamente por el temor de que si me dedicaba únicamente a escribir podía morirme de hambre. Estudié esta carrera porque el periodismo es lo más parecido a la literatura, y me gusta mucho. Pero bueno, en algún momento de mi vida profesional perdí el objetivo y se me estaba olvidando.
Ahora que ando desempleada, pero feliz, me vengo a enfrentar con una disyuntiva que hace años no quise tomar, porque se me antojaba arriesgada. ¡Cuánto más ahora que tengo una pequeña de cuatro años! Sin embargo...
Señores, salvo que se me presente una opción que vaya de la mano con mis intereses, me represente crecimiento personal y profesional y sea bien remunerado... he decidido que ya es hora de seguir mi sueño para hacerlo realidad.
Esta pausa en mi trayectoria profesional bien puede ser la oportunidad para empezar el libro que hace más de un año nació en mi cabecita y ya quiere ver la luz. Si tan sólo amarro algunas participaciones como free lance en alguna de las revistas de negocios importantes del país, entonces podría darme el lujo de hacer lo que quiero.
Estoy consciente de que ello implicará una reducción considerable en mis ingresos, pero dada mi experiencia en mi último empleo, tengo claro que un trabajo bien remunerado no me hace feliz, si no es lo que quiero. ¿Qué le he de hacer? Tengo un corazón bohemio y una resistencia a desempeñar una profesión que no me plazca. Sé que eso puede ser como cavar mi propia tumba, pero si algo sé es que lo que hago bien es escribir. ¡Y encima me gusta! Si encuentro que me paguen por ello, ¿qué mejor?
Por cierto, aprovecharé para entrar a www.puntodelectura.com.mx, ví en un cartel que te pagan por leer... veamos de qué se trata, ¿no?

Tuesday, September 18, 2007

¡Libre!

Pues aún no estoy del todo segura si debo estar feliz o debiera empezar a preocuparme. La cosa es que el viernes pasado fue mi último día en la empresa donde trabajaba.
No había ya publicado nada recientemente pues no me sentía de ánimos para ello. De pronto, un buen día me percaté de que me generaba más angustia quedarme en ese empleo que perderlo aún sin tener nada seguro.
La idea que me vendieron cuando acepté el trabajo se distorsionó velozmente y con sólo cinco meses en la empresa me dí cuenta que terminé involucrada en cosas que ni se me dan, ni me gustan, como las ventas, mientras que las habilidades que tengo, por las que supuestamente me contrataron, pasaron a un segundo plano, no eran prioritarias ni importantes.
Me ví inmersa en un proceso de entregar resultados inmediatos sobre proyectos que en mi vida había manejado, que requerían de un tiempo de entrenamiento, de aprendizaje, de desarrollo de ciertas habilidades. No es que no pudiera aprenderlas, es que no es lógico esperar que esas habilidades se adquieran de la noche a la mañana.
Terminé siendo responsable de actividades críticas y urgentes de las que no tengo experiencia ni conocimientos, sintiéndome todo el tiempo incompetente y frustrada por no poder alcanzar los resultados. Mientras tanto, aquéllas capacidades y habilidades que sí podían generar resultados inmediatos estaban siendo relegadas... en vez de sentirme un jugador A me sentía un jugador B, tirándole a C.
También es cierto que soy muy dura conmigo misma, pero cuando me dí cuenta del giro que habían tomado las cosas tuve que amarrar mi orgullo y mi necedad del "sí se puede, ¿cómo de que no?" Tuve que reconocer que dadas las circunstancias, no podría yo dar el ancho. O ellos me daban más tiempo para aprender (digo, apenas el viernes cumplí 5 meses ahí), o algo cambiaba... ninguno de los dos escenarios era viable.
Lo que procedía era decisión mía: emperrarme y echarle todas las ganas del mundo, o buscar algo que me hiciera sentir realizada y feliz. Porque, ¿la verdad? al final la sola idea de tener que ir a trabajar me oprimía fuertemente el corazón.
Todo se fue sumando: los tiempos, las distancias, las frustraciones laborales, el no ver a mi hija, los gastos que implicaba el estar tanto tiempo allá, la forma en que todo esto me afectaba y el carácter que tenía... al final, no valía la pena.
Le perdí el gusto, le perdí el interés al proyecto y me estaba costando el doble de trabajo sacar la chamba...
Con mucha pena tuve que admitir que no es lo mío y aún a sabiendas de no tener nada seguro, más allá de dos ofertas verbales de empleo de las que no había ni empezado el proceso de ver qué onda, el día 2 presenté mi renuncia.
Yo toda mona calculé tiempos de entrega y le dije a mi jefe que me quedaba hasta el 30, pero ya ven cómo es esto de las chambas, y el viernes me dieron las gracias.
Obvio, no terminé de entregar todo, pero si ellos así lo decidieron, es su rollo. ¡Claro! Ahora dirán que no les entregué a tiempo. Efectivamente, mi intención era dejar la chamba como es debido, pero me cambiaron la jugada.
Triste por no haber cumplido un reto. Frustrada. Molesta por cómo se dieron las cosas. Pero tranquila, de verdad. Así festejé con mi familia el día de la Independencia... el día en que finalmente yo también pude sentirme libre...
Pero bueno... ahora volvamos a la realidad. Ando buscando chamba, si alguien sabe de algo donde pueda desarrollar y explotar mis habilidades como comunicóloga, se los agradeceré.
Pero, por favor, ¡nada de ventas! Pls, pls, pls... eso sí que nomás no.

Friday, September 07, 2007

A diez días de que llegues al tercer piso...

¿Ahora quién, si no soy yo? Me miro y lloro en el espejo y me siento estúpido, ilógico, y luego te imagino todo regalando el olor de tu piel, tus besos, tu sonrisa eterna y hasta el alma en un beso... en un beso va el alma y en mi alma está el beso que pudo ser...

(Marc Anthony)