Wednesday, August 29, 2007

Memorias inolvidables

Hay cosas que olvidamos con el tiempo, pero hay otras que si bien duran apenas unos segundos, permanecen para siempre.
He aquí un breve listado de algunas cosas que no he olvidado, ni creo que lo haga...

1. El momento en que mi mamá me describió cómo se siente cuando alguien te gusta.

2. El día en que Jesús Gabriel me defendió de Enrique.

3. El día que vi a Edgar peleando con Alejandro.

4. Mi primer beso... (¡guácala!)

5. El día que Pablo se me declaró.

6. La reacción de las fans (incluyéndome) cuando el rayo láser empezó a dibujar la carita de Marinela al iniciar el concierto de los New Kids On The Block.

7. La sensación indescriptible cuando me bauticé en agua (soy cristiana, me bauticé a los 16, después de convertirme)

8. El día que vi a Polo en las escaleras, con pupilentes azules.

9. El día que Polo me besó por primera vez.

10. El rostro de mi papá, la primera vez que lo visité tras salirme de la casa... (aún me duele ese recuerdo :( )

11. La sonrisa y postura de Beto, la primera vez que lo vi.

12. El primer llanto de mi sobrino Jonathan cuando nació.

13. La muchacha que brincó a las vías del metro para suicidarse.

14. El sonido del golpe, los frenos, los gritos de la gente que presenciamos el suceso.

15. La mirada triste y desconsolada de Rafael, la primera vez que lo vi en el bar.

16. La imagen distorsionada del ultrasonido de mi hija.

17. La primera vez que vi los ojos de mi hija.

18. La primera vez que la bañé.

19. La vez que se cayó de la cama :S (aún me siento culpable)

20. La mirada y la sonrisa de Jorge cuando lo conocí.

21. El rostro aterrado y el grito de mi hija, cuando la asusté de verdad mientras jugábamos a las escondidillas... (Sí, culpable, culpable, culpable)

22. El momento en que recibí la noticia de la muerte de mi prima.

23. El momento en que la vi en el féretro.

24. La mirada y la caricia de Jorge en aquella primera cena en su casa.

25. El beso de Rafa.

26. La imagen de mi nena triste cuando llegué tarde a su clase abierta de computación, porque pensaba que yo no iba a ir (me partió el corazón... :( )

Sunday, August 26, 2007

Del vocabulario de Vale

Flotacaídas: Dícese del dispositivo que ayuda a evitar un golpe cuando se cae a gran velocidad hacia el agua.

Orear: Orar (pedir o interceder) por alguien mientras se disfruta una galleta Oreo :P

Refrijador: Palabra corta para referirse al refrigerador.

Tesisquiapan: Sitio donde se elaboran tesis sobre el pan.

Yurex: Cinta adhesiva.

Thursday, August 23, 2007

Llueve en la Ciudad

Y siempre que llueve recuerdo de nuevo:

1. El chocolate caliente con queso
2. El viaje en moto
3. Esos días que no volverán pero no terminan de irse...

Ojalá se me borrara esa sonrisa que se me quedó tatuada desde que te conocí...
:(

QDTBJ

Wednesday, August 22, 2007

¡Vaya ingenio!


Me cae que aquí no perdonamos nada. Yo me quedé con ganas de ver Transformers en el cine, pero ¡oh, sorpresa! Mi hermano me hizo llegar su aportación y la neta, me gustó más, jajajajajaja.
Esta imagen ya anda circulando por la Web. Quién sabe quién la hizo y si en verdad es de autoría nacional, pero conociendo el ingenio mexicano ¿alguien lo pondría en duda?

Monday, August 13, 2007

Dualidad

El fin de semana fuí en un viaje express a Tequisquiapan, con el único objetivo de visitar a mi mamá porque tuvo apendicitis a tal grado que se tornó en peritonitis y la tuvieron que operar hace una semana. Sabía que ya estaba mejor pero una tiene que cumplir su deber de hija y me lancé el sábado para regresar ayer.
La verdad, la sola idea de viajar 4 horas (contando el trayecto desde mi casa) me daba muuuuucha hueva, neto. Así, con todas sus letras. Además, eso de cargar con maleta e hija por la terminal del norte no es precisamente lo más emocionante, pero bueno.
Sin embargo, ya estando allá, experimenté la tranquilidad de la vida pueblerina y deseé tener un empleo con un horario más holgado y menos responsabilidades, como para permitirme quedarme un par de días en ese lugar que me pareció de ensueño tras el nivel de estrés que he venido cargando.
Mi mamá se está quedando con una tía, que renta una casa en Los Claustros, un lugar cerca del centro. Los Claustros es una privada muy grande, y la zona donde mi tía renta su casita tiene acceso por la parte posterior a un jardín compartido y un estanque con patos. Hermoso. Ayer desayunamos al aire libre, tomando el sol y viendo a los patos nadar.
Me gusta mi trabajo, aunque es muy demandante, pero en ese momento no pude más que lamentar no tener la posibilidad de quedarme y disfrutar más días mi estancia en aquel lugar... y es que justo estaba en pleno proceso de relajación cuando me percaté que ya eran las 4:00 pm, tenía el tiempo justo pa' empacar mis chivas y salir a la terminal, con la esperanza de tomar el camión de las 6:00 y llegar a mi casa a las 10:00...
Sobra decir que llegué rendida y, pa' colmo, pasé una noche de perros soñando (como muchas otras noches últimamente) con los pendientes del trabajo.
:(

Thursday, August 09, 2007

Una verdad absoluta


Hoy leí el siguiente enunciado en el nick del messenger de una amiga: "he mentido... sigo callando muchas cosas..."
Creo que sé a lo que se refiere, aunque tal vez me equivoque.
Como sea, por mi parte, leí esa frase y me puse el saco.
Nada más cierto: me callo muchas cosas...

Thursday, August 02, 2007

Reflexiones pasajeras

Le robo unos minutos a mi chamba para desahogar algunos pensamientos que traigo dándome vueltas en la cabeza, empezando por una muy atinada sobre los celulares (digo, para seguir en el tema del momento, jejejeje).
Pues ya tengo el mío, ¡hurra! Vaya que es importante tener esa cosita vibrante en las manos... (mmmmm... sigo hablando del celular, ¿eh? Está bien, me proyecté, jejejejejeje.) La cosa es que apenas hace unos días les decía que gracias al celular uno puede encontrar a quien quiera a la hora que sea... pues bueno, no siempre es conveniente. Y no porque te agarren en el baño (sí, como el Tigre de Santa Julia), sino por las incómodas llamadas de madrugada.
Una amiga me contó hoy que ayer le habló un fulano a su celular a las 4:30 am. Obvio, el tipo estaba perdido en alcohol y esperaba que mi amiga saliera de su casa a esa hora para irse con él por ahí. Ella lo mandó directito a la ch... pero mientras tanto, él ya había violado su sacrosanto sueño.
Yo fui víctima de llamadas como ésta y puedo decirles que son muy molestas. En momentos como esos se pregunta uno por qué no apagamos el celular de noche, pero bueno, bajo el pretexto de estar disponibles por una emergencia, el bendito aparato se mantiene encendido día y noche, hasta que se le acaba la energía.
El otro pensamiento que ha rondado mi cabeza, está relacionado también con un post anterior, que habla sobre el Éxodo del pueblo israelita. Nuevamente me invadieron sentimientos de cansancio, de pesadumbre y hasta de hartazgo por no tener lugares cercanos donde comer una comida casera decente. Justo estaba por quejarme cuando otra vez, como balde de agua fría, recordé cómo se quejaban los hebreos con Moisés y se lamentaban por estar en el desierto y deseaban volver a Egipto, donde vivían como esclavos.
Recordé que Dios les enviaba diariamente alimento y ellos no lo agradecían. ¡No estaban agradecidos con un Dios que había hecho milagros increíbles y preferían volver a Egipto! Sin embargo, reflexionando un poco, hoy entendí la razón. La Biblia en realidad no es muy específica sobre lo que el pueblo israelita tuvo que pasar en los años que vivieron en el desierto. Pero si uno lo piensa un poco, es fácil deducir algunas cosas que pueden quebrantar la fé de cualquiera:
1. El intenso calor del día, sin agua
2. El extremo frío de la noche
3. El cansancio de caminar diariamente, cargando familia, animales y casa
4. La rutina (imagínense levantarse todos los días sabiendo que vas a desayunar, comer y cenar lo mismo de ayer, y de antier...)
5. La monotonía (imagínense caminar cada día viendo el mismo paisaje: dunas, dunas y más dunas...)
Podría seguir enumerando cosas, pero creo que éstas ya nos dan una idea más clara. Así, pues, creo que nadie está exento de dudar o sentir monotonía o hartazgo. La cosa es, ¿qué hacemos con ella?
Todos atravesamos desiertos en esta vida, pero de cada uno depende llegar a una tierra con abundante vegetación. Así que no nos queda de otra... a echarle ganas, ¿que no?