Sunday, August 30, 2009

¡Soooooooooo!

No dejo de aprender, porque mi corazón no termina nunca de entender que hay cosas que no se deben asumir, y se sigue adelantando a las circunstancias por más que mi mente le trata de meter freno.

Tan difícil como domar un potro salvaje, así me resulta contener ciertos pensamientos que se mantienen agazapados en los rincones oscuros de mi corazón pero que son disparados por ciertos sentimientos, como caballos de carrera, que tan pronto se les abre una puerta salen como locos, a toda velocidad, sin ser capaces de mirar a los costados qué es lo que sucede, porque llevan las anteojeras para que se concentren solamente en lo que tienen al frente.

Y así, mi corazón también sale desbocado a la menor señal de apertura y se suelta corriendo sin mirar a los costados, sin importarle si esa señal era sólo un guiño de amistad o un viso de algo más serio, y sin detenerse a mirar si el caballo de al lado corre a su paso o ya se quedo atrás.

He aprendido a ser más desapegada, a soltar, a no dar las cosas por sentado, a aprovechar el presente, a tomar las cosas como vienen porque no se sabe si mañana tendremos la oportunidad de vivirlas... pero no he aprendido a controlar esta bestia salvaje que vive dentro de mí, con tanta capacidad de querer que al menor indicio de libertad se suelta, cegado por la emoción, y es necesario que se tropiece, que se tope de frente contra los muros y los obstáculos para darse cuenta de que, nuevamente, está solo en esta loca carrera, y se deje someter y encerrar nuevamente...

Y ahí va de nuevo... de regreso al corral, a sabiendas de que en cualquier momento y a la señal de: "!Arranquen!" saldrá corriendo como potro desbocado otra vez...

Friday, August 28, 2009

La encarnación del caos

Dice el dicho: "el hombre propone, Dios dispone, viene el diablo y todo lo descompone"...

¡Qué cierto parece, a veces! Hoy, en particular, es uno de esos días en los que me he quedado con esa sensación... y no sólo por mí, sino que algunos amigos muy queridos también me pintaron sus días un tanto decepcionantes.
Desde hace un par de días las cosas no me han salido como espero... tenía ciertas expectativas que no se concretaron... pero es que no es justo esperar que las personas hagan lo que uno quiere. Ahí se inician las confusiones, los malos entendidos, las decepciones...
Hoy, tuve que lidiar con la aceptación de que las cosas no siempre son como uno quiere, entre sentimientos que me calentaron la cabeza y me atormentaron el pecho a ratos... pero cuando creí que el día había terminado, un par de amigos me contaron lo que les pasó hoy: dos ejemplos más de planes y expectativas que se escapan de las manos y no resultan como uno quiere.
¡Qué ganas de trazar caminos que no se tuerzan! De descifrar secretos e intenciones, de conseguir que los planes se concreten como uno los imagina... pero al final, somos víctimas de una serie de factores, de circunstancias que modifican hasta el mejor trazado de los planes, y nos llevan por caminos tan distintos que al final nos dejan con el mal sabor de boca de la decepción.
Así es esto. No queda más que aprender, lidiar con ello y seguir adelante. Mañana será otro día, y tal vez, sólo tal vez, mañana no tengamos expectativas y entonces se concreten nuestros planes de una manera completamente distinta a lo planeado...

Thursday, August 20, 2009

¡Mamáaaaaaaa!

Adoro a mi hija. Neto que sí. Pero a veces me exaspera escuchar su linda voz gritarme: "¡Mamáaaaa!" continuamente. Cuando su tío Paco la molesta, llega a gritar tanto que a veces opto por irme a mi lugar feliz. Y es que no siempre puedo llegar a liberarla de su tío porque ya he cachado que muchas veces grita por nada, y otras tantas va y se le pone enfrente para que la moleste.

De verdad. A veces me saca de mis casillas, con todo y lo que adoro su vocecita. Esa voz que cuando hablamos por teléfono me hace recordar el día en que la traje al mundo y vi por vez primera sus ojitos.

Créanme que cuando la siento en peligro, o asustada, o que en verdad está padeciendo algo, su voz gritando "¡Mamáaaa!" es capaz de hacerme brincar como tigre y voltear el mundo de cabeza para que el suyo esté bien.
Y hoy sé que será así aunque ella tenga 30 años o más, jejeje... ese aprendizaje se lo debo a ella... y a mi propia madre, que a sus más de 50 años aún tiene que escuchar a sus treintones hijos llamándola a gritos para que los atienda.

¿La prueba? El sábado pasado, en Tequisquiapan, fuí víctima del ataque brutal de una abeja. Hacía mucho aire, y de alguna manera el bicho se enredó en mis rizos de oro, silenciosamente. No la escuché zumbar, sólo sentí que algo se movía y creí que me había caído una ramita en el cabello, así que con toda confianza me llevé la mano a la cabeza y apreté entre mis dedos esa "basurita".
¡Zas! Nunca antes me había picado un bicho... ¡pero duele horrible! El insecto, furioso y asustado, asestó su golpe mortal... (claro, para él) y mi pobre dedo de inmediato disparó una instrucción a mi cerebro:
¡Mamáaaaaa! grité, mientras tiraba la abeja y buscaba en mi dedo el aguijón. Como ella estaba ocupada en la alberca con mi hija, volví a gritarle: ¡Mamáaaaaaa! A lo que ella, con su inmunidad de 30 años de gritos provenientes de 4 bocotas, se limitó a responder: ¿Qué quieres?
Cual bebé, no pude más que decirle, casi a punto del llanto: ¡Me picóooooo!
No dije qué había sido... pero esas dos palabras fueron suficiente para que dejara lo que estaba haciendo y corriera a mi lado, a ver qué le pasaba a su polluelo lastimado...
¿La conclusión? La abeja murió. Mi dedo sobrevivió. Mi mamá me chiqueó unos momentos. Y a mí me quedó claro que el llanto de un hijo seguirá detonando esa reacción protectora en los padres sin importar qué edad tengan... jeje

Thursday, August 13, 2009

Descubriendo mi historia

¿Cuántos tienen la oportunidad de llegar a los 30 años y que de pronto se presente alguien y les diga: "Hola, somos primos"?


Pues a mí me sucedió.


Para no hacer largo el cuento, resulta que por medio de un contacto de trabajo que reenvió la información de los cursos que impartimos, me escribió un chavo que se apellida Arbesú. Se intrigó por mi apellido, pues aquí en México no somos muchos. Pero cuando me dijo cómo se llamaba su abuelo me quedó claro que, en efecto, somos primos.


Preguntando a nuestras respectivas madres, confirmamos que su abuelo y el mío eran hermanos. Intercambiamos algunos correos, luego chateamos y finalmente ayer nos conocimos en persona.


Mi hermano Paco y yo teníamos bastante curiosidad por conocer a este primo porque, francamente, tenemos muchas lagunas históricas en lo que respecta a la familia, sobre todo, en la historia de mi abuelo materno. Así que ésta se antoja como la oportunidad para descubrir esas piezas que nos faltan del rompecabezas familiar.


Aunque ya lo sospechábamos, descubrimos que la versión que tenemos de ciertas cosas es en realidad una imagen que mi abuela quiso construir sobre mi abuelo... pero del dicho, al hecho, hay mucho trecho.

Las cosas que nos contó nuestro primo, sin embargo, no son una desilusión. Es un aprendizaje sobre nuestro pasado que nos ayuda a entender las cosas como son el día de hoy.

Todas esas cosas que nos marcan sin querer, sin que sepamos por qué pasan, y de las que tratamos de escapar pero no podemos porque no entendemos la raíz del problema.

Esos lazos familiares nos atan, nos condenan, mientras no los hagamos presentes y declaremos entonces, de manera consciente, que no nos corresponde a nosotros cargar con culpas ajenas.


Así, pues, con la promesa de reunirnos todos los primos de ambas familias, nos despedimos el viernes después de una agradable velada. La idea, además de conocernos, es hallar entre todos esas piezas faltantes, unir esos lazos perdidos que se requieren para hacer el cuadro completo de nuestra historia familiar...

Sunday, August 09, 2009

El presente

Muy buena rola de Julieta Venegas...

Ya se lo que te diga no va a ser suficiente
ay, ay, ay, ay
Y lo que tu me entreges dejará pendientes
ay, ay, ay, ay

¿Quién nos dice que la vida nos dará el tiempo necesario?
toma de mi lo que deseas como si solo quedara...

El presente es lo único que tengo
el presente es lo único que hay
es contigo mi vida con quien puedo sentir que merece la pena vivir

Con el mundo como va se nos acaba todo
ay, ay, ay, ay
La tempestad y la calma casi son la misma cosa ay, ay, ay, ay

¿Quién nos dice que la vida nos dará el tiempo necesario?
toma de mi lo que deseas como si solo quedara...

El presente es lo único que tengo
el presente es lo único que hay
es contigo mi vida con quien puedo sentir que merece la pena vivir

El presente es lo único que tenemos
el presente es lo único que hay
es contigo mi vida con quien puedo sentir que merece la pena vivir

Ya se lo que te diga no va a ser sufiente consuelo
por perder ese lugarque amamos y destrozamos
El presente es lo único que tengo
el presente es lo único que hay
es contigo mi vida con quien puedo sentir que merece la pena vivir...

Friday, August 07, 2009

Hinchadita... :(

Sigo sin comer nada... tengo prohibidas las grasas, los irritantes, la comida caliente, el pan, las tortillas, cualquier cosa dura o que me exija masticar mucho... osea... tal vez podría comer un par de gerbers de sopa de pollo... :'(

Ya no me quejo de dolor de muela, porque ya me la sacaron, pero la canija estaba tan aferrada que sí me llevé una zarandeada bucal para que saliera. Ahora me duelen la boca y la mandíbula, el hueco que me quedó y la encía.
Tengo hambre constantemente; el yogur, la gelatina, el helado y los líquidos no me satisfacen. Tengo una sensación de resequedad constante en la boca y el sabor a óxido de sangre en la garganta. Además, siento los hilos de la sutura como cuando se te queda comida entre los dientes, pero están en la encía y no me los puedo -ni debo- quitar.
Y pa' colmo... la mejilla inflamada al más puro estilo de Kiko... con esos cachetotes de "ya-pásate-el-bocado"...
Ni hablar. Me tocó vivir toda la experiencia de la muela del juicio... ya no me la pueden contar, je

Wednesday, August 05, 2009

En carne propia


Esta semana he experimentado lo que significa la frase "en carne propia" de la manera más literal que puede haber...

Muchas veces escuché que las muelas del juicio duelen terriblemente, pero hasta ahora no lo sabía, porque las dos primeras ni me dolieron. Pero me está saliendo una que me ha tenido con unos dolores horribles, de esos que de pronto llegan a la garganta, suben hasta el oído y provocan dolor de cabeza.

Me duelen hasta los dientes de enfrente. En serio, los primeros días, antes de ir al dentista, no había Dolac ni Advil Max capaz de calmar mi dolor. El lunes el médico me recetó "una bomba", conformada por antibiótico, analgésico y un anti inflamatorio... y apenas así me es posible sobrellevar esto.

Me da tanto miedo comer que van dos días que me quedo con hambre. Nunca he sido capaz de llevar una dieta de manera voluntaria, pero prefiero sentir la tripa quejándose, que el dolor que me produce masticar aunque sea una tierna pechuga de pollo asada... Vamos, hasta beber agua me causa punzadas ocasionales que me recorren el espinazo. Nada que le desee a nadie, de verdad.
Lo bueno... (¿?)... si es que algo de bueno tiene sufrir una cirugía, es que mañana temprano me sacan la muela. Pero no canto victoria... falta el dolor de la cicatrización...
Y peor aún. El dentista me mandó a tomar una placa antes de la cirugía. Cuando me la entregaron, sentí un escalofrío.
La cuarta muela, la que aún no me sale, viene en camino... pero viene acostada y con toda la intención de empujar dientes cuando se le de la gana salir...
¡Auch, auch, y más auch!