Monday, July 09, 2007

Inteligencia emocional

Hace unos días compré este libro pues he escuchado mucho hablar de él, aunque todavía no he tenido tiempo de leerlo. En la carátula, debajo del título, se lee: "Por qué es más importante que el cociente intelectual".
¿Por qué? Aún no lo leo pero creo que tengo una vaga idea del por qué... Hará unas dos semanas que en la serie Desperate housewives, una de las protagonistas, Susan (una torpe y romántica madre soltera) trataba de proteger a su hija de enamorarse de un tipo que le rompería el corazón. La muchacha le preguntó: "tú siempre has dicho que soy muy inteligente, ¿por qué ahora no confías en mi juicio?"
Susan miró con ternura a su hija y le respondió: "Cariño, la inteligencia no tiene nada que ver con los sentimientos."
¡Sopas! Duro y a la cabeza. La historia de mi vida. Tras escuchar, en los últimos días, halagos hacia mi persona y releer mi propia cronología del corazón, me queda clarísimo que mi problema es que no he sido capaz de unir la inteligencia con los sentimientos. Es más, no he podido siquiera conseguir que mis sentimientos tengan un poquito de sesos. Y ahí es donde vengo perdiendo desde que tenía cinco años y descubrí, por primera vez, cómo se sentía cuando un chico te gusta.
Ya desde niña me paralizaba. Ya desde niña estaba marcada...
Ahora, tras veintemil desencantos amorosos y una responsabilidad para toda la vida, me la pienso dos veces o hasta más, antes de volcar mis emociones en un nuevo príncipe Encantador fugaz. Y así, me descubro atorada en un momento emocional que debió haber pasado hace mucho tiempo.
Releyendo las cronologías caí en la cuenta de lo enamoradiza que siempre he sido, al grado de sentir algo por dos personas en un mismo momento. Y, sin embargo, hace ya tres años que me anclé a un fantasma virtual. Y pienso que seguramente no lo suelto por temor de hacerme nuevamente a la mar. Creo que no quiero correr el riesgo de naufragar otra vez...
Y mi temor radica, precisamente, en mi nula habilidad para seleccionar adecuadamente a quien de verdad me quiere, y me voy con el que mi corazón quiere, aunque no sea el que más me conviene, sino todo lo contrario...
Así, pues, me daré el tiempo y la oportunidad para leer el afamado libro de Goleman, y veremos si hay alguna esperanza para esta alma en pena...

2 comments:

Even Better said...

Pues me dices qué tal está porque, como sabes, a mí también me URGE empezar a utilizar la cabeza.

Me preguntaba "estará hablando de ella o de mi?" y hasta un puchero me sacaste.

Anonymous said...

Todos somos tercos y terminamos tropezando siempre con la misma piedra. El libro ese te va a decir que la gente que pone el corazón en lo que hace es más exitosa que la gente con solamente un alto IQ. Por eso se habla de inteligencia emocional, porque reconocen que el individuo no es solamente cerebro sino también emoicones. No te quiero desilusionar pero no creo que ahí encuentres la respuesta a tus dudas. Un abrazo. GW